Ciudad de México, 2 de enero (SinEmbargo).– México se ha convertido en el país más peligroso de América Latina y el mundo para ejercer el ministerio sacerdotal, revelan las cifras difundidas por la Agencia Fides, órgano de información de las obras misionales pontificias.
La información indica que por sexto año consecutivo el número más alto de agentes pastorales asesinados se ha registrado en América con 14 agentes pastorales: 5 en México, 3 en Venezuela, 2 en los Estados Unidos de América, 1 en Canadá, 1 en Colombia, 1 en Nicaragu y 1 en Perú.
El reporte da cuenta de los homicidios de don Rolando Martinez Lara, asesinado durante un robo en su parroquia en Jilotepec, Estado de México; el seminarista Samuel Gustavo Gómez Veleta, secuestrado y asesinado durante Semana Santa en Chihuahua; de don José Acuña Asención Osorio, cuyo cadaver fue encontrado en las aguas del Río Balsas; del padre John Ssenyondo, hallado en una fosa común junto a otros cadáveres en Guerrero y de don Gregorio Lopez Grosotieta, secuestrado y asesinado también en Guerrero.
"La mayor parte de los agentes pastorales asesinados en el 2014 ha encontrado la muerte como resultado de intentos de robo o hurto, y en algunos casos agredidos con ferocidad, una señal del clima de decadencia moral, de pobreza económica y cultural, que genera violencia y desprecio por la vida humana", dice el informe.
Afirma que ninguno de los religiosos asesinados "ha realizado acciones atroces o gestos increíbles, pero han vivido con perseverancia y humildad". Dice que "algunos fueron asesinados por las mismas personas a las que ayudaban, otros abrieron la puerta a quienes pedían ayuda y fueron atacados, otros fueron asesinados durante un robo, para otros el motivo de los asaltos y secuestros que terminaron trágicamente no está claro, y tal vez nunca se sepa las verdaderas causas".
Se precisa que en México durante los últimos 24 años se han cometido 47 ataques contra miembros de la Iglesia Católica, de los cuales 45 son delitos menores y 2 corresponden a sacerdotes desaparecidos de los que no se tiene ninguna noticia.
"Estos datos indican, por desgracia, que México se ha convertido en el país más peligroso de América Latina, donde ejercer el ministerio sacerdotal", dice la Agencia Fides que cita reportes de la Conferencia Episcopal Mexicana.
El informe, que cita el órgano de información religiosa, presenta la lista de los agentes pastorales que han muerto de forma violenta en México desde 1990 hasta 2014: 1 Cardenal, 34 sacerdotes, 1 diácono, 3 religiosos, 5 laicos y 1 periodista católica.
También registra un aumento de estos casos durante la administración del último gobierno de Enrique Peña Nieto. Sólo en 2014 se cometieron 3 asesinatos de sacerdotes, y un ataque contra un laico que acompañaba a un sacerdote. Este último sobrevivió a un tiroteo, tras un intento de secuestro fallido.
En los últimos 12 meses, dice, dos sacerdotes de la Archidiócesis de Acapulco, Guerrero, han pagado con su vida el secuestro por parte de grupos violentos. Otro sacerdote de la Diócesis de Atlacomulco, Estado de México, fue asesinado durante un robo perpetrado en la iglesia de la que era párroco.
Según las informaciones recogidas por la Agencia Fides, en el 2014 han muerto de forma violenta 17 sacerdotes, 1 religioso, 6 religiosas, 1 seminarista, 1 laico.
Según la repartición por continentes, en América han sido asesinados 14 agentes pastorales (12 sacerdotes, 1 religioso, 1 seminarista); en África han sido asesinados 7 agentes pastorales (2 sacerdotes, 5 religiosas); En Asia han sido asesinados 2 agentes pastorales (1 sacerdote, 1 religiosa); en Oceanía han sido asesinados 2 agentes pastorales (1 sacerdote, 1 laico); En Europa ha sido asesinado 1 sacerdote.
SACERDOTES ASESINADOS CON EPN
Por su parte, el Centro Católico Multimedia (CCM) dio a conocer en días recientes el reporte anual 2014, “El riesgo de ser sacerdote en México”, difundido 21 de diciembre, día que fue raptado el padre Gregorio López Gorostieta y del que no se menciona su caso, pero sí el asesinato de tres religiosos en Guerrero por la violencia que se vive y a causa de la actividad religiosa.
“En los últimos 12 meses, dos sacerdotes adscritos a la Arquidiócesis de Acapulco, Guerrero, pagaron con su vida al ser levantados y secuestrados por grupos violentos de la entidad. Gran dolor han causado estos magnicidios a fieles de la diócesis de Ciudad Altamirano, Guerrero y a la Iglesia de México en general”, dice el documento.
El reporte anual señala que “tiene registro de un significativo repunte de crímenes de religiosos de los cuales durante los dos primeros años de gobierno” de Enrique Peña Nieto, en los que se ha confirmado el asesinato de ocho sacerdotes; (ahora nueve) y dos presbíteros desaparecidos.
En un análisis del actual periodo, comparado con el segundo año de gestión de Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012), indica que fueron asesinados violentamente cinco sacerdotes durante los dos primeros años del sexenio pasado.
El reporte indica que “este fenómeno marca un claro aumento del 100%, resultado de problemas como violencia y falta de oportunidades en la administración del Lic. Peña Nieto. Esta cifra, sin embargo, puede cambiar debido a la situación que prevalece con los sacerdotes Santiago Álvarez de la diócesis de Zamora, desaparecido el 29 de diciembre de 2013 y Carlos Ornelas Puga de la diócesis de Ciudad Victoria, desaparecido el 3 de noviembre del 2013 y de los cuales a la fecha, se sigue buscando su paradero”.
Agrega que “según nuestros registros en los últimos dos años, las entidades de la República Mexicana más peligrosas para el ejercicio sacerdotal en México son: Guerrero, Michoacán y Distrito Federal y su zona conurbada. Esto de acuerdo con el número de atentados perpetrados contra agentes de Pastoral en el periodo analizado”.
El informe consideró que el gobierno “más negro de la historia moderna de México” es el de Felipe Calderón, mismo que sumó 24 homicidios: 16 atentados contra sacerdotes, tres contra religiosos, cuatro contra laicos y uno contra una periodista católica.