Ciudad de México, 2 de enero (SinEmbargo).– Entre los días 5 y 17 de diciembre pasados, los inversionistas extrajeron de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) bonos de deuda del gobierno federal que sumaron la cantidad de 50 mil 866 millones de pesos, principalmente por la volatilidad registrada en los últimos meses, reportó el Banco de México (Banxico).
Durante esos 12 días, la volatilidad provocó que el principal indicador de la BMV, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), sufriera un desplome de 2 mil 225.9 puntos, lo cual representó una baja de 5.14 por ciento.
De acuerdo con cifras proporcionadas por el Banxico, durante este lapso la inversión extranjera en bonos gubernamentales cayó de 2 billones 167 mil 910.42 mllones a 2 billones 117 mil 44.47 millones, debido a la poca incertidumbre que existe en los mercados financieros.
“La especulación se incrementó después de octubre por la compra de bonos, que es otra política monetaria, entonces ya cuando compran bonos, lo último que les queda es subir las tasas, esa especulación es que se salgan activos de mayor rendimiento, que principalmente se encuentra en economías emergentes, como México, y se regresan activos más seguros que están en dólares, entonces este fenómeno de volatilidad no sólo fue en México sino un fenómeno generalizado de depreciaciones respecto al dólar”, explicó James Salazar Salinas, analista de CIBanco.
De acuerdo con analistas, la volatilidad no sólo en México sino a nivel global se debe a las políticas monetarias que han adoptado principalmente Estados Unidos, Europa y Japón, el anuncio del posible aumento de las tasas de interés de la Reserva Federal (Fed), el aumento de la producción petrolera norteamericana, los conflictos geopolíticos todavía sin resolver entre Rusia y Ucrania, así como el retraso de las elecciones en Grecia y el poco dinamismo económico mundial, pero, en el caso particular de México, se suman los conflictos sociales derivados de las protestas en contra de la inseguridad.
La indignación social detonada desde hace tres meses por la desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, provocó que este 2014 resurgiera una fuerza social que no se había visto en los últimos años, tal y como lo han señalado medios nacionales y extranjeros.
En esta movilización social se destaca la participación de sectores que tradicionalmente no opinaban sobre temas sociales, como es el caso del empresarial y de la Iglesia católica.
Salazar Salinas dijo que “la cuestión de todos estos disturbios sociales por las quejas de inseguridad si bien tienen un efecto limitado, no dejan de generar cierta especulación o pueden generar incertidumbre”.
Ante la pregunta sobre cómo es que la volatilidad en los distintos mercados podría afectar a los mexicanos, Sofía Santoscoy, analista de Bursamétrica, respondió que “esto no podría afectar directamente en el bolsillo de los mexicanos, nuestra economía ya no es como antes donde si había demasiada volatilidad en el tipo de cambio los precios se disparaban en el súper día con día, ahora esto ya no se observa. Esto no se ve muy reflejado en el día a día”.
Sin embargo, agregó, “personas que viajan o que tienen inversiones serían afectadas siempre y cuando esta inversión estuviera relacionada con el tipo de cambio o que en sus viajes estuvieran adquiriendo dólares”.
Por su parte, James Salazar, analista de CIBanco, expuso que “a una empresa que hace operaciones en moneda extranjera le puede afectar, pero si es un consumidor normal esta volatilidad lo que podría generar, en especial la de tipo de cambio, es que se vea en presiones inflacionarias y se puede traducir en precios más altos. Esto sería el impacto directo”.
Los productos que se verían más afectados son los bienes duraderos, y alguno que otro agropecuarios, aunque estos están más vinculados a otros tipo de factores, como el estacional, explicó.
“También hay que considerar que la volatilidad, a final de cuentas, se pueda traducir en menor actividad económica, en menor crecimiento económico y menor desempleo que termine mermando las oportunidades para las personas”, dijo.
LAS MEDIDAS PREVENTIVAS
Ante la recuperación del dólar, el Banco de México y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) decidieron retomar la subasta de 200 millones de dólares diarios, en caso de que el peso presente una depreciación de 1.5 por ciento.
Sofía Santoscoy Pineda, analista de Bursamétrica, aseguró que los resultados de las medidas tomadas por Banxico comenzarán a verse en el mediano plazo.
“Esta medida, a pesar de que el peso sigue depreciándose, ha logrado llegar a un tope. Esta semana ha tratado de mantenerse en los 14.70 pesos por dólar, esta medida ha ayudado a que este tipo de cambio no se vaya a depreciar más”, informó.
Afirmó que la volatilidad podría continuar y el peso todavía seguirá en riesgo de depreciarse. “Estamos hablando de que nuestra economía depende de externalidades. Por ejemplo, esta semana lo que ha estado moviendo a los mercados ha sido la noticia de Grecia, al no adelantar las elecciones y que se llevarán a cabo el próximo mes”.
Tanto Banxico como la SHCP han reconocido que la economía nacional se caracteriza por tener un tipo de cambio flexible que le permite amortiguar choques.
Sin embargo, la preocupación de Banxico es el aumento en la inflación, ya que el problema principal de estos movimientos abruptos del tipo de cambio pueden influir en las expectativas que se tienen de ella, de 3 por ciento en promedio.
James Salazar dijo que cuando uno ven los precios de los productos del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), “hay varios bienes comerciales que se exportan o importan; ahí sí tiene incidencia el tipo de cambio, por eso es que Banxico está tratando de un problema de liquidez, que cuando no hay la suficiente, se interviene para que no se traduzca en inflación. Así crea certidumbre”.
Sin embargo, reconoció, “la volatilidad le pega mucho al mercado de valores, porque todas las bolsas tiene en algún momento emisoras que pertenecen al mercado energético, por eso es que los índices han sido castigados”.
EL PETRÓLEO Y SU CAÍDA
Otro factor que ha intensificado la volatilidad a nivel internacional, a juicio de los analistas, ha sido el precio de ciertas materias primas, principalmente el petróleo.
Los precios del hidrocarburo se han ido en picada gracias a las medida adoptada por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) de negarse a la reducir su producción de crudo de 9.6 millones de barriles diarios, y a que Estados Unidos se ha convertido en un jugador preponderante en el mercado, pues pasó de ser importador a ser exportador.
El analista de CIBanco dijo que esto provoca “una mayor oferta y la mayor parte del mundo su actividad económica es débil, lo que provoca una menor demanda y una caída de precios. Este factor genera volatilidad e incertidumbre sobre todo en las economías más dependientes del petróleo”.
El pasado 30 de diciembre, el barril de la mezcla mexicana de petróleo de exportación cerró en su nivel más bajo desde abril de 2009, ubicándolo en 46.27 dólares por barril.
“La Reforma Energética es uno de los pilares y motores que se espera que dinamicen un poco la parte del mercado interno, y a estos niveles de precios que tenemos ahorita, que son mínimos en 5 años, pueden dejar de ser atractivos e incluso rentables. Al menos esa es la especulación que hay”, agregó Salazar Salinas.
AUMENTO DE LAS TASAS DE INTERÉS
A mediados de diciembre pasado, la Fed dio a conocer su último anuncio de política monetaria del año, en donde informó que mantendría la tasa de interés de referencia sin cambio, por lo menos en el corto plazo o un “periodo considerable”, pues no cierra completamente la posibilidad de subirlas siempre y cuando el mercado laboral esté mostrado crecimiento, así como su producción.
La Fed, que es el Banco Central de Estados Unidos, anticipó que aunque por ahora la inflación está por debajo del 2 por ciento, debido a la situación de la actividad económica norteamericana, ambas actividades tanto la laboral como la económica deben de alentar a que la inflación se aproxime a las metas esperadas durante el próximo año.
“Un indicador que sale cada semana son sus solicitudes de desempleo y esto ha venido disminuyendo y se ha mantenido por debajo del tope que se había previsto, ha sido relativamente constante”, comentó Sofía Santoscoy.
James Salazar dijo que el incremento en las tasas de interés de la Fed, en el supuesto de que se pueda presentar en la segunda mitad del próximo año, “se estará viendo una volatilidad mucho más fuerte, ya que es probable que el tipo de cambio todavía en las operaciones mayoristas el dólar se seguirá pagando a niveles del 15 pesos”.