Ciudad de México, 31 de diciembre (SinEmbargo).– La coordinación de PROSPERA, el principal programa de inclusión social del gobierno federal, tendrá un incremento de recursos que no está destinado al apoyo de las familias mexicanas más vulnerables sino al pago de salarios, según comprueba un análisis realizado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP). Además. el estudio destaca que ese mecanismo tiene los mismos programas de inclusión que su antecesor, Oportunidades, por lo que tampoco representa cambio alguno.
PROSPERA fue anunciado el pasado 2 de septiembre por el Presidente Enrique Peña Nieto como el nuevo estandarte para el combate a la desigualdad social. Sin embargo, el análisis del CIEP descubrió que no existen cambios en la distribución de los recursos asignados al nuevo programa respecto a su antecesor Oportunidades, de acuerdo a sus tres principales componentes: desarrollo social, educación y salud.
En los resultados de dicho análisis se desprende que PROSPERA recibirá 53 por ciento más recursos que Oportunidades, de acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación 2015 (PEF).
Dichos recursos están destinados a gastos de coordinación, en específico a “servicios personales”; es decir, son recursos que se verán reflejados en salarios del personal. Los investigadores del CIEP también destacaron que los programas de asistencia considerados por PROSPERA, como becas, seguros médicos, apoyos alimenticios, inclusión laboral y productiva, son los mismos que ya consideraba Oportunidades, y se les asignaron los mismos montos presupuestales.
Fiorentina García, investigadora del CIEP, dijo que “es un dinero que no se va a los subsidios de las familias sino a la coordinación.”
María Fonseca Paredes, directora del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, dijo “ahora resulta que con el cambio de nombre vamos a llegar bien lejos. Vamos a decirlo, PROSPERA es el nombre que le gusta a los priistas y Oportunidades a la alternancia, que fue el Partido de Acción Nacional (PAN), y que si bien el propio Felipe Calderón [el ex Presidente] lo modificó y lo hizo menos asistencialista”.
“En su momento tuvo críticas positivas y lejos de cambiarle el nombre y desviar la atención a eso, hubieran seguido haciendo lo que estaba funcionando, pero no tenían otra cosa que anunciar, y esto es básicamente lo mismo”, afirmó.
También comentó que el programa Oportunidades fomentaba la cultura de la participación ciudadana. Un ejemplo que expuso fue el caso de desastres naturales, donde los habitantes de las zonas dañadas recibían los beneficios al mismo tiempo que se involucraban en la recuperación de sus espacios. “Se fomentaba que ellos mismos fueran parte de su propia solución más que ser ayuda asistencialista”, dijo la académica.
Acerca de esto, María Fonseca afirmó que “los rubros que tiene [PROSPERA] siempre han existido”. Asimismo reconoció que “esta es cuestión de propaganda política, con fines electorales, más que resultados reales. Como no tienen en otra cosa en que apoyarse, sacan los elementos que tenía Oportunidades que eran reconocidos por organismos internacionales. Sin embargo, si los comparamos, muchas cosas que se dicen que se harán con Prospera, ya se hacían con Oportunidades”, afirmó.
Actualmente PROSPERA cubre a 6.1 millones de familias, en donde el 96 por ciento de dicha cifra son mujeres.
FALTAN CRITERIOS Y REGLAS
Asimismo, el CIEP afirmó que todavía falta la publicación de las reglas de operación de PROSPERA y de esta manera conocer los criterios con los que se elegirán a los beneficiarios y con ello identificar, no sólo quiénes reciben los montos, sino cómo se modifica su ingreso y su bienestar. En dado caso que estos no se modifiquen, PROSPERA sería un programa inercial de Oportunidades y no se reflejarán cambios en incidencia.
Fiorentina García dijo que suponen que “como todavía no se han publicado las reglas de operación para este programa es porque en el Plan Nacional de Desarrollo se busca que haya una transversalidad de las instituciones, es por ello que hay un aumento de los salarios y se espera que haya una coordinación institucional”.
Sin embargo, agregó que “en las reglas de operación se definen los criterios a través de los cuales las familias se van a elegir. Hasta ahora se ha dicho que las familias que se van a elegir y que continuarán son aquellas que están en el programa de Oportunidades, pero se busca ampliar la cobertura”.
Respecto al tema, María Fonseca dijo que se “han hablado de que tendrán mucho cuidado a quién le darán la ayuda, pero aún así ¿dónde están esas reglas de cómo se van a otorgar? Es aquí donde entramos al tema de cómo se están manejando los recursos. Hay que ver cuántos millones se van a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), cuánto se está utilizando para estos beneficios o solamente esto se hace cuando quieres mejorar tu imagen para fines políticos y se da más a los programas”.
Ante la pregunta sobre qué ocurriría si no se establecen las reglas de operación respondió: “Quedará inconcluso el programa. Si somos malpensados y creemos que esto sólo son con intenciones electorales y para mejorar una imagen del partido que se tiene actualmente, esto se va a acabar al final del 2015 y se va a dejar de hablar de PROSPERA”.
EXPECTATIVAS SOBRE PROSPERA
De acuerdo con la investigadora del CIEP se espera mucho de este nuevo programa social para que en verdad se distinga de Oportunidades, en especial en los indicadores que se utilicen para definir a las familias beneficiadas.
“Lo que sería interesante es que se publique [en las reglas de operación] si se consideraron variables demográficas, lo que no se considera ahora en los programas sociales, para que amplíe su cobertura y así tenga mayor y mejor focalización de los recursos”, dijo Fiorentina García.
Se esperaría que Prospera tenga una base de datos en la cual se conserve información acerca de las familias beneficiadas, cuántas son y cuáles son las características demográficas.
“Actualmente Coneval [Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social] hace cuadrantes de pobreza, entonces uno de esos criterios es que pertenezcan a uno de estos cuadrantes, el de pobreza mínima, pero como investigador no se tiene una base de datos que detallen las características de las familias. Esto se espera ante todo”, dijo.
A partir de estos estudios y proyecciones sobre la población, se ayudaría a hacer un mejor diseño del programa, y agregó que a través de esto se podría comprobar si fue eficiente o no y si fueron modificados los criterios para realizar las coberturas de PROSPERA .
“La población que se encontraba hace tres años no es la misma de hoy. Entonces esto es lo que se espera de un programa de desarrollo social, que se vaya adaptando a las características demográficas por las que va pasando el país”, comentó.
Por su parte, María Fonseca reconoció que todavía es muy pronto, “pero de los datos que anunció el programa, era continuidad de lo que se venía haciendo, no hay una verdadera propuesta de iniciativa, tal vez en remarcar en el cuidado de que los beneficios sean más responsable. Eso es algo que han estado mencionando y es lo que debemos esperar que ocurra, pero todavía no pasa”.
“Habrá que ver si realmente están implementando algo mejor de lo que se venía haciendo. Y para eso, se tiene que empezar con la transparencia con la que se dan a conocer cuáles son esos criterios con la que se otorgarán los apoyos a las personas que están más vulnerables”, agregó Fonseca Paredes.
“Si esto no se cumple, en términos de presupuesto dedicados a desarrollo social, los subsidios no aumentarían, sería un programa inercial de Oportunidades. Entonces, sí se podría decir que no habría un cambio con respecto a éste”, concluyó la investigadora del CIEP.