El Teniente General, Paul Ostrowski, responsable de la distribución de las vacunas en la Operación Warp Speed, indicó que “el cien por ciento de los estadounidenses que quieran la vacuna la tendrán disponible antes de junio de 2021”. Sin embargo, un medio especializado realizó una encuesta, donde resaltó que solo un 58 por ciento de los estadounidenses están dispuestos a ponerse la vacuna en cuanto esté disponible, un porcentaje que no es suficiente si lo que se quiere es obtener una inmunidad de grupo.
Por Jairo Mejía
Nueva York, 1 de diciembre (EFE).- La Operación Warp Speed (velocidad de la luz), con la que Estados Unidos quiere obtener en tiempo récord una vacuna contra la COVID-19, ha conseguido apoyar con éxito el desarrollo de un antídoto contra la pandemia, pero aún se enfrenta a los desafíos de la distribución y la aceptación por parte de la sociedad.
El Gobierno estadounidense ha invertido o comprometido más de 10 mil millones de dólares dentro de este programa para obtener antes de finales de enero de 2021 alrededor de 300 millones de dosis de una vacuna contra el virus SARS-CoV-2, algo nunca antes conseguido en la historia.
Normalmente, el desarrollo de una vacuna requería de décadas de investigación y pruebas para dar con una solución segura y eficiente, algo que, a falta de resultados definitivos, parece haberse conseguido en solo diez meses sin comprometer la seguridad.
Dos candidatas a vacuna, la de Pfizer y Moderna, ya han solicitado su aprobación por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés), el órgano encargado de dar luz verde a su comercialización, y en las próximas semanas podrían recibir autorización para distribuir los viales, que ya se están produciendo lo más rápido posible y cuentan con una cadena de suministro preparada.
Para el Presidente saliente del país, Donald Trump, el hito conseguido por estas dos farmacéuticas -ambas han recibido dinero del Gobierno, pero solo Moderna lo utilizó para sufragar la primera parte del desarrollo- es el único punto brillante de su gestión de la pandemia, que va camino de dejar más de 300 mil muertos y que en las últimas semanas ha registrado máximos de fallecimientos diarios.
Sin embargo, el mandatario se ha boicoteado a sí mismo al restar importancia a la COVID-19, que ha comparado reiteradamente con la gripe, y al relegar la lucha contra la pandemia a un segundo plano, mientras hacía campaña por su reelección, al tiempo que desacreditaba a voces expertas como la del principal epidemiólogo de la Casa Blanca, Anthony Fauci, director de Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas.
Según una encuesta realizada en octubre por el medio especializado Stat News, solo un 58 por ciento de los estadounidenses están dispuestos a ponerse la vacuna en cuanto esté disponible, un porcentaje que no es suficiente si lo que se quiere es obtener una inmunidad de grupo que imposibilite al coronavirus propagarse entre la población.
El Teniente General Paul Ostrowski, responsable de la distribución de las vacunas en la Operación Warp Speed, indicó este lunes que “el cien por ciento de los estadounidenses que quieran la vacuna la tendrán disponible antes de junio de 2021”.
CALENDARIO APRETADO
La FDA reunirá el día 10 de diciembre a su Comité Asesor de Productos Biológicos para determinar si la vacuna de Pfizer recibe la aprobación de emergencia para su distribución y justo una semana después, el 17 de diciembre, lo hará para determinar si Moderna obtiene autorización.
El Comité Asesor para Inmunización de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) celebra un encuentro este martes para determinar qué grupos tienen prioridad para recibir las primeras dosis de las vacunas, posiblemente, este mismo mes.
El personal sanitario, de emergencias, así como las residencias de ancianos podrían ser los primeros en recibir las primeras dosis para progresivamente ampliar a la población general la campaña de vacunación.
Los CDC estiman que hay unas 21 millones de personas que trabajan como personal médico y unos 100 millones de adultos con antecedentes médicos de alto riesgo.
El grupo de trabajo contra el coronavirus de la Casa Blanca, que dirige el Cicepresidente saliente, Mike Pence, determinará, por su parte, el proceso de transferencia de las competencias para la distribución de las vacunas a los estados, que tendrán finalmente la potestad para extender la inmunización a la población general.
MILLONES DE DOSIS CONTRA LA IGNORANCIA
Pfizer y su socia, la alemana BioNTech, quieren producir 50 millones de vacunas antes de que finalice el año y mil 230 millones de dosis en 2021.
Las primeras 100 millones de dosis de la multinacional deberían ir a parar a Estados Unidos, según un acuerdo que forma parte de la Operación Warp Speed por el que Washington se compromete a pagar mil 950 millones de dólares a Pfizer, con la opción de ampliar a 500 millones de vacunas.
Moderna espera tener listas para comercializar 20 millones de dosis antes de fin de año y ampliar su músculo manufacturero, mucho más modesto que el de Pfizer, a las entre 500 y mil millones de dosis durante 2021.
Aerolíneas como United, American Airlines o Lufthansa ya están listas para lo que la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) ha definido como “la misión del siglo”, en la que esta modalidad de transporte será clave para vacunar no solo a los estadounidenses, sino a todo el planeta.
Las grandes aerolíneas del mundo deberán movilizar el equivalente a ocho mil Boeing 747 durante dos años año para suministrar 14 mil millones de dosis a casi cada hombre, mujer y niño del planeta.