Hace justo dos años, Andrés Manuel López Obrador tomó protesta como Presidente de México y la lista de 100 compromisos que leyó en 2018 en la plancha del Zócalo de la Ciudad de México tiene retos complejos, principalmente en demostrar con hechos y no en palabras que lo que él ya da por cumplido realmente lo está.
Ciudad de México, 1 de diciembre (SinEmbargo).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador llega a su segundo año de Gobierno con 38 de sus compromisos cumplidos de los 100 que anunció el 1 de diciembre de 2018 en el Zócalo de la Ciudad de México. De esa lista, además, 10 están como no cumplidos, 23 mantienen en proceso y 29 no tienen elementos para evaluarse.
Esta revisión, que SinEmbargo realiza desde que el Presidente cumplió sus primeros 100 días al mando del país, arrojó cambios hasta este corte. Por ejemplo, algunos compromisos que se marcaron como no cumplidos tras ser publicada la Cuenta Pública de 2019. Pero la casilla que no mostró cambios respecto a la anterior medición –hecha por el Segundo Informe de Gobierno– es la de los compromisos que no pueden ser evaluados, lo que genera un reto para el actual Gobierno: dar pruebas de que efectivamente el ofrecimiento se cumplió.
El Presidente, en su conferencia matutina del 28 de septiembre pasado, dijo que su gobierno “va bien”, avanzando en los compromisos y en otros nuevos que no están incluidos en la lista de los 100; aseguró también que México era “un país más justo, más digno, es un país en donde no hay corrupción en los altos mandos del gobierno, donde ya no se permite, no se tolera la corrupción, es un país en donde el presupuesto se destina a los más pobres, a los más necesitados, es un país en donde se gobierna para todos, para ricos y para pobres, en donde el gobierno no está secuestrado por una minoría, es un país en donde se está atendiendo al pueblo, es un país con un gobierno al servicio de los ciudadanos, no al servicio de los grupos de intereses creados”. El Presidente leyó la lista completa y aseguró que 98 estaban ya cumplidos.
Por categoría, algunos de los compromisos que ya están marcados con palomita son la entrega de apoyos económicos a estudiantes de nivel básico y medio superior; la cancelación de la Reforma Educativa; la disminución de salarios de funcionarios; los apoyos a personas discapacitadas; el establecimiento de los precios de garantía para pequeños productores y los créditos a la palabra.
Pero hay algunos cumplidos con la advertencia de “hasta el momento”, como la promesa de no aumentar el precio de las gasolinas, el diésel y la luz; que no aumentarán los impuestos ni se crearán nuevos; se ha respetado la autonomía del Banco de México; se ha mantenido una relación respetuosa con los poderes legislativo y judicial e implementar la política exterior con “cautela diplomática.
Esa categoría se debe a que no hay una ley que sustente que así deben instruirse, sino que dependen de la voluntad de los actores y de las situaciones, por lo que en algún momento su estatus podría cambiar.
Algunos de los que están en proceso de cumplirse son el programa de reordenamiento urbano en las colonias marginadas de la frontera norte; la puesta en marcha del Insabi; el programa de Jóvenes Construyendo el Futuro; la construcción de caminos en municipios del sureste; los créditos a la palabra para artesanos; la austeridad republicana; la descentralización del Gobierno; la construcción del Tren Maya y del corredor económico en el Istmo de Tehuantepec, y el de encontrar la verdad en el caso Ayotzinapa.
En esta categoría se sumó un compromiso que estaba hasta septiembre marcado como cumplido: “La relación con el gobierno de Estados Unidos será de respeto, beneficio mutuo y buena vecindad. Es momento de cambiar la relación bilateral”. Esto se debe a que el Presidente cerró una etapa positiva con el gobierno de Donald Trump, sin embargo es de los pocos mandatarios del mundo que aún no reconocen el triunfo del presidente electo, Joe Biden, lo que le ha generado críticas.
Finalmente, en la categoría de “sin elementos para evaluar” están que los 50 consulados se van a convertir en defensorías de migrantes; lograr el renacimiento de México “haciendo realidad el progreso con justicia y una manera de vivir sustentada en el amor a la familia, al prójimo, a la naturaleza, a la patria a la humanidad”; lograr la cobertura universal en telecomunicaciones; proteger la diversidad biológica y cultural de México; desarrollar fuentes de energía alternativas, que ningún funcionario recibirá regalos de un valor mayor a 5 mil pesos y que habrá un auténtico Estado de derecho.
Algunos de estos compromisos están en esta categoría porque no tienen una forma de medir su cumplimiento, como el de asegurar que “se acabó la corrupción”.
Otros no fueron en la casilla de “en proceso” o “no cumplidos” porque el Presidente hizo referencia a ellos, pero a la fecha no se sabe si iniciaron o no.
Esta es la lista de los 100 compromisos y en los que se pueden encontrar datos más específicos.