Vestidos de blanco, un grupo de ciudadanos que marchó del Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución contra el primer año de Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador gritaba “¡México!”, “fuera López”, “fuera Evo” y “LeBarón, no están solos”. Chalecos México, Observatorio Ciudadano, y otras organizaciones civiles acompañaron la movilización, además del PRD Estado de México y el PAN.
Ciudad de México, 1 de diciembre (SinEmbargo).- Un grupo de ciudadanos marchó del Ángel de la Independencia al Monumento a la Revolución contra el primer año de Gobierno que este domingo celebró el Presidente Andrés Manuel López Obrador en el Zócalo de la Ciudad de México.
Vestidos de blanco, gritaban “¡México!”, “fuera López”, “fuera Evo” y “LeBarón, no están solos”.
Nueve miembros de la familia LeBarón, tres mujeres y seis niños, fueron víctimas de homicidio el 4 de noviembre en la comunidad de la Mora ubicada entre Sonora y Chihuahua, por lo que algunos han decidido irse a Estados Unidos. Este día decidieron unirse Adrián y Julián.
Entre las lonas de los protestantes encabezados por Chalecos México, Observatorio Ciudadano, el Poder Somos Todos, Une México y otras organizaciones civiles, se acusa una “CNDH carnala”, se rechaza la liberación de Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo”, y la construcción tanto del aeropuerto en Santa Lucía y del Tren Maya.
“¡Fuera partidos!”, también le gritaron al contingente amarillo del PRD Estado de México al frente, traído, entre otros, por el Consejero estatal Octavio Ramírez.
En otra parte de la marcha, un grupo de jóvenes con camisas blancas cargaba una larga bandera tricolor. Eran de Acción Juvenil del PAN. Sin insignias del partido, “porque es una marcha ciudadana y estamos en contra de López Obrador”, aclaró uno de ellos.
La marcha lució mucho más numerosa que otras pasadas, comentaron entre los presentes.
“Esto es de ciudadanos, no hay ningún partido detrás de esto”, dijo Jaime de Chalecos México, quien criticó “la ineficiencia” de esta administración federal en temas de crecimiento económico e inseguridad.
El contingente de ciudadanos marcó su distancia con el del Sol Azteca, que marchó adelante y solo entre banderas amarillas. El contingente del PAN, sin insignias partidistas, fue encabezado por el dirigente Marko Cortés, el Senador Gustavo Madero, el dirigente de la CDMX, Andrés Atayde, y Santiago Creel. También hubo presencia de Futuro 21 a través de la ex priista y periodista de la revista Siempre, Beatriz Pagés, y el ex candidato a la presidencia, Gabriel Quadri.
La numerosa marea blanca siguió avanzando por avenida Reforma, manifestándose contra el “comunismo”, los homicidios y los feminicidios.
“Hasta que cumpliste algo: un año”, le reprochaba un señor con una cartulina. “AMLO, el fraude eres tú”, “Amlo, tú sí me diste frijol con gorgojo”, reclamaron con otras pancartas.
Por un lado, gritaban “Todos somos LeBarón”, por otro, reiteraban “Fuera Evo”. Y, también, “Santa Lucía, es una porquería”.
Mientras en el Zócalo comenzaba el informe del Presidente López Obrador, el inicio de la marcha ciudadana que exigió sobre todo seguridad arribó al Monumento a la Revolución, cantando “Cielito lindo”. Los últimos contingentes seguían marchando minutos después del mediodía.
Una abuela cargaba a su nieta de dos años esperando el inicio del mitin, en el Monumento a la Revolución. Desde enero, luego de la cancelación del programa social, cerraron la estancia infantil en Tultitlán, Estado de México, donde la cuidaban. Su madre debe llevarla al trabajo en una cocina económica.
“Con su dicho de que lo cuiden las abuelitas: yo trabajo, cómo la voy a cuidar”, dijo la abuela, quien no quiso dar su nombre porque en Tultitlán “está Morena”.
Alrededor de las 12:30 horas comenzó el mitin, encabezado como en pasadas ocasiones por Chalecos México.
“¿Cómo podemos unirnos antes de que nos maten a todos?”, cuestionó Adrián LeBarón desde el templete en el Monumento a la Revolución luego de un minuto de silencio entre los miles de manifestantes por los miles de homicidios.
“Mi corazón está demasiado lleno de dolor. Mi voz esta llena de furia”, afirmó quien perdió a su hija Adriana. “El país ha perdido el respeto a la vida, la capacidad de sentir”.
“Cada acto de violencia es un agujero que destruye nuestro tejido”, agregó Adrián, quien comentó que ahora no le importa la economía ni el aeropuerto, ni los partidos, solo su deseo de vivir.