El Presidente recordó que su Gobierno vivió una prueba de fuego en la que la delincuencia salió a la calle con armas de alto calibre, en referencia al fallido operativo en Culiacán, Sinaloa, en donde se capturó y liberó a Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo”.
Ciudad de México, 1 de diciembre (SinEmbargo).– El Presidente Andrés Manuel López Obrador dijo esta tarde que “la irresponsable decisión” de Felipe Calderón de lanzar la guerra contra el narcotráfico condujo “a soldados y marinos a una lucha frontal contra la delincuencia organizada para limpiar como fuera con ajusticiamientos, masacres o exterminio”.
“No debe olvidarse que el 2 de enero de 2007, Felipe Calderón, para tratar de legitimarse luego del fraude electoral, ordenó desde Apatzingán, Michoacán, la participación de las Fuerzas Armadas en lo que denominó ‘guerra contra el narcotráfico”’. Esta irresponsable decisión condujo a soldados y marinos a una lucha frontal contra la delincuencia organizada, bajo la consigna de ‘limpiar’ como fuera, con ajusticiamientos, masacres o exterminio”, recordó.
Desde la plancha del Zócalo de la Ciudad de México, el mandatario mexicano subrayó que ha emprendido un cambio de paradigma en materia de seguridad, ya que entre 2006 y 2018, los gobernantes pretendieron resolver la inseguridad y la violencia delictiva mediante acciones de fuerza militar y policial, sin atender el fondo del problema.
“El resultado fue catastrófico y esa estrategia dejó un saldo pavoroso de muertos, desaparecidos y lesionados; una crisis de derechos humanos, una descomposición institucional sin precedente y un gravísimo daño al tejido social. El país padece aún las consecuencias de esa política equivocada”, afirmó a un año de rendir protesta como Jefe del Ejecutivo federal.
De acuerdo con López Obrador, en el alto mando militar se decía a los oficiales: “ustedes acábenlos y nosotros nos encargamos de los derechos humanos. La mejor prueba de este proceder autoritario es que ese sexenio ostenta la mayor letalidad en combate desde la Revolución Mexicana”.
“Ese indicador se obtiene del promedio de presuntos delincuentes muertos o rematados en enfrentamientos, comparado con los heridos y detenidos presentados por las fuerzas militares ante la autoridad”, precisó frente a miles de mexicanos congregados en la Plaza de la Constitución.
Según López Obrador, en sólo dos años del Gobierno de Calderón (2011-2012), se registraron mil 898 enfrentamientos, en los que murieron dos mil 459 personas, resultaron heridos 231 y fueron detenidos mil 519; “o sea, 709 muertos más que el número de heridos y detenidos”.
“Asimismo, en los tres últimos años del Gobierno de Felipe Calderón, los militares y navales fallecidos en enfrentamientos fueron 154, un promedio de 51 por año; mientras en 12 meses de nuestro gobierno, sólo lamentamos que hayan perdido la vida 15 miembros de las Fuerzas Armadas. Aunque los datos hablan por sí solos, es obvio que esta absurda y desquiciada estrategia no se repetirá y que nunca más se pondrá en riesgo de manera irresponsable ni la vida ni el prestigio de los integrantes de las Fuerzas Armadas y, mucho menos, se les utilizará para cometer excesos y ejecutar órdenes ilegales e inhumanas”, destacó.
Por otra parte, señaló que la vigencia de la nueva política de seguridad se demostró con claridad ante la crisis de terror que se vivió la tarde-noche del jueves 17 de octubre en Culiacán, Sinaloa, luego de la detención de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera.
“En esa verdadera prueba de fuego en la que la delincuencia salió a la calle con armas de alto calibre y se vivió un alto riesgo, se prefirió detener el operativo y liberar al implicado para evitar una masacre en la que habrían perdido la vida centenares de personas, la mayoría civiles, gente inocente, según el cálculo de las Fuerzas Armadas. Podrán decir nuestros adversarios que demostramos debilidad, pero nada vale más que la vida de las personas”, sentenció el político tabasqueño.
La argumentación de esta nueva estrategia está contenida en el Plan de Desarrollo, indicó el Presidente, pero reiteró que entre las acciones principales para conseguir la paz figura la creación de mejores condiciones de vida y de trabajo, a fin de atender las causas que originan la violencia: el desempleo, la pobreza, la marginación y la falta de espacios laborales y educativos para los jóvenes.
“La nueva estrategia de seguridad pública pasa también por la tolerancia cero ante la tortura y cualquier otra violación a los derechos humanos. Estamos dedicando tiempo y recursos a la búsqueda de desaparecidos por la violencia. No descansaremos hasta saber el paradero de los jóvenes de Ayotzinapa. Se brinda protección a 365 periodistas y a 721 personas defensoras de derechos humanos. Han sido puestos en libertad 47 presos políticos y seguiremos liberando a los que aún están en prisión injustamente, con apego a la legalidad aplicable. Ya inició el rescate de los restos de los 63 mineros que desde 2006 no han podido ser recuperados en la Mina Pasta de Conchos, Coahuila”, subrayó.
A su vez, AMLO refrendó su compromiso de no utilizar al Ejército y la Marina para reprimir al pueblo. “El Estado ya no es el principal violador de los derechos humanos. Quiero agradecer el apoyo de soldados y marinos que han aceptado el desafío de garantizar la seguridad pública con pleno respeto a los derechos humanos y con el uso regulado de la fuerza”, añadió.
“La lealtad de las Fuerzas Armadas de México no está en duda; como pueblo uniformado están participando de lleno, al cien, en la transformación de la patria. Reitero: la disminución de la incidencia delictiva en el país constituye nuestro principal desafío pero estamos seguros de que vamos a serenar a México con el apoyo del pueblo y con el trabajo coordinado de todo el Gobierno, con perseverancia, profesionalismo, honestidad y, sobre todo, con acciones guiadas por el principio de que la paz es fruto de la justicia”, finalizó.
De acuerdo con las más recientes cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de diciembre de 2018 (mes en el que AMLO asumió el poder) a septiembre de 2019, ocurrieron 28 mil 782 homicidios en el país, lo que indica que la cifra del año anterior podría rebasarse.
Un recuento realizado por el semanario Zeta arroja que a casi un año de iniciada la actual administración federal se han registrado 53 masacres en México en las que han fallecido por lo menos 411 personas y más de 90 resultaron lesionadas.