"En los últimos meses, tal vez me he comido miles de lombrices", dice Larry Peterman, fundador de HOTLIX, empresa que dice ser la creadora de los caramelos con insecto en los Estados Unidos. Munchies habló con él sobre la pasión que pone en cada uno de sus productos.
Por Mayukh Sen / Traducido por Elvira Rosales
Ciudad de México, 1 de diciembre (SinEmbargo/ViceMedia).– El santo patrono de los dulces con insectos es un septuagenario amable y de voz suave llamado Larry Peterman. Peterman fundó HOTLIX , autoproclamada como la "creadora original de dulces comestibles con insectos" de Estados Unidos, hace 35 años en Pismo Beach, California. Sus orígenes fueron humildes, así como su producto principal: un gusano de harina incrustado en una paleta sabor tequila sin alcohol.
Desde entonces, Peterman ha convertido a HOTLIX en una empresa atendida por 49 personas y ahora cuenta con un amplio catálogo de caramelos infestados de bichos. HOTLIX vende todo lo que cualquier gourmand ávido de probar plagas pueda imaginar: un postre Dessert Scorpion cubierto de chocolate; una paleta de grillo Cricket Lick-It Sucker; dulces de hormigas con "Hormigas Negras Reales" ya sea sabor cereza o manzana.
Peterman, ahora de 78 años, vive en Fort Lauderdale, Florida. Se retiró y asumió el papel de asesor de la compañía, que tiene su sede en Grover Beach, California. Hablamos con Peterman sobre el estado de la empresa, si ha visto a Estados Unidos desarrollar una mayor tolerancia al consumo de insectos desde que comenzó su negocio y si su propio apetito por los insectos ha aumentado a medida que envejecía.
– MUNCHIES: Hola, Larry. Entonces, ¿cuánto tiempo llevas vendiendo insectos?
– Larry Peterman: Je, bueno, al menos 35 años. Comenzó porque teníamos una línea de paletas y pensábamos cómo crear nuevos sabores. Mientras pensábamos en los sabores... bueno, ya sabes que los Life Savers tienen un sabor como a mantequilla de ron, ¿no? Estábamos pensando en hacer sabores de licor. Así que se nos ocurrió el tequila. Y pensamos, ¿por qué no ponerle un gusano?
– Hablas en plural, ¿a quién te refieres?
– Oh, bueno, supongo que sólo yo.
– Ya entiendo. Entonces, ¿a qué sabía?
–¿El gusano o el tequila?
– El gusano.
–Bueno, en realidad, como están tostados, tienen un sabor como a nuez.
– Bien. Y, ¿el tequila?
– El sabor a tequila no es tan maravilloso. A mucha gente no le gusta. Ése fue nuestro primer intento. Tratamos de hacer algo más novedoso y no tanto una paleta real.
– ¿Cómo pasaste de vender algunos productos novedosos a convertirte en un negocio más grande?
–Bueno, las paletas de tequila se vendieron muy bien. Entonces pensamos, ¿por qué no ponerles grillos? Serían sabor uva y sabor plátano. Así que comenzamos a agregar los grillos. En particular, los museos se encariñaron con estos productos. El Smithsonian, por ejemplo, siempre ordena muchos. Luego, nos expandimos.
– ¿En qué época del año notas que hay mejores ventas?
–En este momento, estamos atrasados durante varios meses debido a nuestra capacidad para hacer los dulces. Creo que se venden un poco mejor en Halloween, porque mucha gente llama y dice que sus dulces tienen insectos. ¿Es seguro ingerirlos? Recibimos muchas llamadas en esta época del año, y especialmente justo después de Halloween.
– ¿Por qué crees que es tan popular?
–Se está vendiendo mucho en el aeropuerto de Phoenix. La gente busca comprar un pequeño recuerdo en el aeropuerto. Es uno de nuestros mayores clientes, porque hay varias tiendas de regalos tipo museo.
– ¿Quién es tu típico cliente? ¿Cómo es el tipo de persona que compra tus dulces?
–Por lo general, son mujeres entre 30 y 50 años, pero no las compran para ellas sino para un nieto, un marido, un novio. Por supuesto, a los niños le encantan también, especialmente cuando van en grupo a los museos y ese tipo de eventos.
– En los 35 años que has manejado este negocio, ¿sientes que el prejuicio social que rodea la ingesta de insectos se haya atenuado?
– Oh, por supuesto. Originalmente, la gente no se acercaría. Pero gracias a programas como Survivor, ha habido una mayor aceptación de nuestros productos. Cuando recién comenzamos, recibíamos muchas quejas por teléfono y ciertos condados nos vetaban de los estantes. Pero no hemos tenido ninguno de esos problemas desde hace años.
– ¿Cuándo fue la última vez que recibiste una de esas llamadas?
– Ha pasado mucho tiempo desde la última que recibí alegando que un producto está contaminado con un insecto. Vaya, ni siquiera puedo recordar la última. Ha pasado realmente mucho tiempo. Pero al principio, era muy frecuente.
– Y, ¿cuál es tu producto favorito?
–¡Mi favorito es la Scorpion Sucker porque se vende muy bien!
– Bueno, pero ¿cuál es tu producto favorito para consumir?
–Bueno, tenemos Larvets y CRICK-ETTES que sólo son gusanos y grillos tostados. Esos me gustan mucho para picar.
– ¿A qué saben?
–Son crujientes. Si los cubres con chocolate, saben como las barras de Kit Kat. Un poco crujiente y con un dejo de sabor a nuez tostada.
–¿Puedes nombrar todos los insectos que has comido?
–Podría darte una lista, pero sería demasiado larga. Siempre estamos tratando de hacer cosas nuevas. En este momento, nuestro producto más nuevo, que acaba de salir la semana pasada, son las lombrices. En los últimos meses, tal vez me he comido miles de lombrices.
– ¿A qué sabe una lombriz?
–Sabe a tierra.
– ¿Si comes tantas lombrices te puedes enfermar o algo así?
– No, no. ¡Es sólo otra comida! La mayor parte del mundo come insectos. Si viste los Juegos Olímpicos en China, allá comen grillos y escorpiones en brochetas. Comen insectos de agua. Somos uno de los pocos países que casi no come insectos.
– ¿Qué insecto no comerías jamás?
–Bueno, hay ciertos insectos que son venenos. La señal es que son de color rojo. Es una señal para otras criaturas, como las aves, de que son tóxicos. Hay otros insectos que en realidad no son comestibles, pero he comido cucarachas y todo ese tipo de cosas.
– ¿Algún cliente se ha enfermado por comer tus dulces?
–Ninguno. Hemos tenido este negocio por 35 años y hemos vendido millones y millones de insectos. Y nada. Una vez, recibí una carta de alguien que decía: Hay un gusano en mi paleta, así que te demandaré. Pero no, no hemos tenido casos de alguien que se haya enfermado por nuestros productos.
– ¿Alguna vez has comido arañas?
– ¿Arañas? No hay muchas por aquí. Si tratas de prepararlas, bueno... la mayoría de las arañas son pequeñas. Simplemente se encogen, reduciéndose básicamente a nada.
– ¿Qué hay de las tarántulas?
– ¡Oh, las tarántulas! Hay un gran libro llamado Man Eating Bugs (El Hombre Comiendo Insectos) y hay un par de pasajes sobre tarántulas. Las insertan en palos y las tuestan. He escuchado que son muy ricas, pero no he tenido la oportunidad de probarlas.
– Entonces, ¿qué otros bichos esperas probar pronto?
– Oh, no sé. El proceso que hemos desarrollado [en HOTLIX]... hemos probado muchos, muchos insectos. El problema es que los insectos que comemos aquí deben ser aquellos que puedes criar y poder acceder a un suministro constante de ellos. No puedes ir a buscarlos en la naturaleza. Por ejemplo, hay un insecto llamado "grillo de Jerusalén" y son realmente feos. Son muy ricos, pero son demasiado raros.
Quisiera agregar una cosa más: realmente he visto un cambio en la actitud de las personas respecto a comer insectos. ¡Cada vez más personas descubren todos los días que pueden comer insectos y que les gustan!