El enclave palestino de 2.3 millones de habitantes sufre una crisis humanitaria provocada por el sitio impuesto por Israel tras el ataque del 7 de octubre. Más de la mitad de la población ha abandonado sus hogares, y escasean los alimentos, agua, medicamentos y combustibles. Los hospitales dependen de sus propios generadores, que podrían detenerse próximamente desde que Israel ha vedado la importación de combustibles.
Por Najib Jobain y Samy Magdy
RAFAH, Franja de Gaza (AP).— Después de más de tres semanas de asedio, los primeros palestinos —decenas de tenedores de pasaportes extranjeros y heridos graves— recibieron permiso para salir de Gaza, donde la aviación israelí atacó por segundo día un campo de refugiados el miércoles.
Los bombardeos han obligado a decenas de miles a abandonar sus hogares, escasean alimentos, agua y combustibles, pero no se ha permitido a nadie salir del enclave aparte de cuatro rehenes liberados por Hamás. Otro cautivo fue rescatado por las fuerzas israelíes hace días. Pero el miércoles aparentemente se alcanzó un acuerdo limitado.
La televisora Al-Jazeera, uno de los pocos medios que aún informa desde el norte de Gaza, mostró escenas de devastación en el campamento de refugiados Jabaliya cerca de Ciudad Gaza, y de varios heridos, incluso niños, cuando los llevaban a un hospital cercano. El Gobierno de Hamás dijo que hubo muchos muertos y heridos, sin revelar cifras.
Las escenas transmitidas por Al-Jazeera eran casi idénticas a las de la víspera, con decenas de hombres removiendo escombros de edificios derrumbados en busca de sobrevivientes.
Tampoco se conocían las cifras de víctimas de los ataques del martes, aunque el director de un hospital cercano dijo que los muertos y heridos sumaban centenares. Israel dijo que sus ataques mataron a decenas de milicianos, entre ellos un comandante de Hamás que participó en la sangrienta incursión del 7 de octubre que detonó la guerra. Los bombardeos también destruyeron túneles debajo de los edificios, añadió.
En una señal de la alarma creciente entre los países árabes, Jordania convocó a su Embajador en Israel y dijo al Embajador israelí que permaneciera fuera del país. Jordania, un aliado clave de Estados Unidos en la región, firmó un acuerdo de paz con Israel en 1994, como había hecho anteriormente Egipto.
El Viceprimer Ministro jordano Ayman al-Safadi, a la vez Ministro del Exterior, dijo que el regreso de los embajadores depende de que Israel “detenga su guerra en Gaza… y la catástrofe humanitaria que está provocando”. Dijo que la extensión del conflicto amenaza “la seguridad de toda la región”.
Las fuerzas de tierra israelíes se acercaban a las afueras de Ciudad Gaza, días después de iniciar una nueva fase de la guerra, que según los gobernantes israelíes será larga y difícil. Tal como sucedió cuando las fuerzas israelíes penetraron en Gaza durante el fin de semana, el servicio telefónico y de Internet quedó interrumpido durante varias horas el miércoles.