En el Campeonato Mundial de Natación hay ahora una categoría aparte para los deportistas transexuales. ¿Cómo reaccionan los deportistas y las federaciones?
Por Jörg Strohschein
Berlín, 1 de octubre (DW).- Los debates en torno al tema de la transexualidad y el deporte llevan muchos años conmoviendo a atletas y federaciones de diversos deportes. En Berlín, en los Campeonatos del Mundo de Natación (del 6 al 8 de octubre de 2023), se introducirá ahora una categoría abierta completamente nueva, específica para atletas transgénero. Entre otras cosas, porque la estadounidense y transexual Lia Thomas causó sensación en la natación al ganar el título universitario de Estados Unidos en las 500 yardas estilo libre en 2022. Su objetivo son los Juegos Olímpicos de París 2024: “Soy una mujer como todas las del equipo. No sé exactamente cuál es mi futuro en la natación, pero me gustaría continuar”, dijo Thomas. “Quiero nadar y competir como hasta ahora”.
¿TIENEN VENTAJA LAS MUJERES TRANS EN EL DEPORTE?
Los hombres que se identifican como transexuales y como mujeres tienen ventajas sobre las mujeres en términos de fuerza y resistencia, a pesar de la terapia hormonal para hacer que sus cuerpos se parezcan al sexo femenino. Esto se debe a que los hombres tienen por naturaleza un mayor volumen cardíaco y pulmonar, más masa muscular y un porcentaje de grasa corporal más bajo. Ni siquiera la terapia hormonal puede compensarlo, como demuestra un estudio publicado en el British Journal of Sports Medicine en 2020. Al contrario: tras un tratamiento hormonal con testosterona, las mujeres transexuales igualaron a los hombres en flexiones y velocidad de carrera y fueron superiores a las mujeres. Según el estudio y a pesar del tratamiento hormonal supresor de testosterona, esta superioridad persiste durante al menos un año, según otros estudios incluso bastante más.
EL CASO QUE CONMOVIÓ A LA OPINIÓN PÚBLICA MUNDIAL
El caso de la atleta intersexual sudafricana Caster Semenya es probablemente el ejemplo más destacado. Primero Semenya compitió internacionalmente en los 800 metros femeninos e incluso ganó el oro en los Campeonatos del Mundo y los Juegos Olímpicos. Sin embargo, no compite desde 2019.
Desde entonces, las mujeres con DSD [“disorders of sex development”, trastornos del desarrollo sexual] tengan que tener sus niveles de testosterona por debajo de cinco mmol/l [milimoles por litro] durante al menos seis meses para poder participar en competiciones entre 400 metros y una milla. Esta normativa se endureció de nuevo y se amplió a todo el atletismo. A partir de este año, el nivel de testosterona debe reducirse por debajo de 2.5 mmol/l durante al menos 24 meses.
Semenya se negó a seguir ningún tratamiento para bajar su nivel de testosterona. Incluso llevó su caso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que le dio la razón y dijo que había sido víctima de discriminación.
¿CUÁL ES EL REGLAMENTO DE LA WORLD AQUATICS?
La natación ha tomado una nueva decisión. El año pasado, el organismo rector había excluido a los nadadores transexuales de las pruebas femeninas en grandes eventos como los Juegos Olímpicos y los Campeonatos del Mundo. Ahora sólo se permiten excepciones si la reasignación de sexo se completó antes de los doce años. Al mismo tiempo, sin embargo, World Aquatics se comprometió a crear una categoría abierta para todas las nadadoras. La federación lo está poniendo en práctica. La categoría abierta debutará con pruebas de 50 y 100 metros en todos los estilos de natación.
¿CUÁLES SON LAS REACCIONES?
La extenista de talla mundial Martina Navratilova rechaza de plano que los deportistas transexuales compitan en competiciones femeninas. Lo comentó críticamente varias veces en X, antes Twitter.
La introducción de la categoría abierta en los campeonatos mundiales de natación de Berlín ha suscitado las críticas masivas de la Federación Alemana de Lesbianas y Gays (LSVD). “Nos sorprende que la creación de una categoría especial se venda como un éxito de inclusión”, declaró Mara Geri, de la junta nacional de LSVD. “Forzar” a las personas trans a competir en una categoría propia es más bien “un paso atrás en la lucha por la aceptación y la igualdad”.