Los ingresos de Pemex sumaron 203 mil 100 millones de pesos en el mismo periodo, una caída de 20.5 por ciento.
Hacienda observó un aumento de 4.3 por ciento anual en los ingresos no tributarios; los ingresos tributarios anotaron una caída de 0.5 por ciento.
Por Juan Luis García
Ciudad de México, 1 de octubre (Economía Hoy).- En los primeros ocho meses del año los ingresos petroleros ascienden a 348 mil 312 millones de pesos, un desplome de 38 por ciento, de acuerdo con el informe de Situación Financiera del Sector Público de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Esta caída se dio “derivada de la caída en la demanda de hidrocarburos como consecuencia del confinamiento global”, expuso el reporte.
Dentro de los ingresos petroleros en el periodo mencionado, que incluyen al Fondo Mexicano del Petróleo y el ISR de contratistas, sumaron 119 mil 636 millones de pesos, un desplome de 52.6 por ciento.
En tanto los ingresos de Pemex, entre enero y agosto, sumaron 203 mil 100 millones de pesos, esto representa una caída de 20.5 por ciento en relación al mismo periodo del año pasado.
INGRESOS PETROLEROS
Por su parte, los ingresos no tributarios sumaron 3 mil 160 millones de pesos entre enero y agosto, un aumento de 4.3 por ciento en relación al mismo periodo.
En lo concerniente a los ingresos tributarios, se recaudaron 2 mil 262 millones de pesos en los primeros ocho meses del año, esto es una caída de 0.5 por ciento en ese periodo con relación a los mismos meses del año pasado.
De todos los impuestos, el que presentó la mayor caída en los primeros ocho meses del año fue el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) distinto a gasolinas, con -10 por ciento.
CRECE LA DEUDA
La representación más amplia de la deuda, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), ascendió a 12 billones 37 mil millones de pesos, entre enero y agosto.
Esto representa un aumento de 8.3 por ciento en relación al saldo de la deuda en agosto del año pasado.
La mayor parte de esta variación corresponde al aumento del tipo de cambio del peso respecto al dólar.