México

“Al carajo con eso”

CRÓNICA ¬ AMLO se despide con Zócalo cálido y un discurso contra los oligarcas

01/09/2024 - 3:30 pm

En el Zócalo de la Ciudad de México, un escenario en el que López Obrador ha reunido en las últimas dos décadas a millones de personas, el Presidente sostuvo que a diferencia de los gobiernos de sus antecesores hoy en día el país es “una auténtica democracia” al tiempo que destacó que se está “construyendo una patria nueva, enaltecida, fraterna”.

Ciudad de México, 1 de septiembre (SinEmbargo).- “Queremos ‘kratos’ con ‘demos’. Democracia se compone de dos partes, ‘demos’ es pueblo, ‘kratos’ es poder. La democracia es el poder del pueblo. Lo que quieren los oligarcas es ‘kratos’ sin ‘demos’, quieren poder sin pueblo. Al carajo con eso”, pronunció esta mañana el Presidente Andrés Manuel López Obrador al cierre de su último Informe de Gobierno, en la que será una de sus últimas apariciones públicas.

Las miles de personas que lo acompañaron en su último informe de Gobierno correspondieron con gritos y el ya conocido “es un honor estar con obrador” cada vez que el Presidente criticó a los oligarcas, a los presidentes que lo antecedieron, a sus detractores y hasta quienes buscan frenar su Reforma Judicial.

“Este sexenio sentamos las bases de la transformación que necesitaba el país, ha quedado de manifiesto, entre otras cosas, la imperiosa necesidad de separar el poder económico del poder político, y que el Gobierno represente a todas y a todos, a ricos y a pobres, a la gente del campo y de la ciudad, a creyentes y no creyentes. Necesitamos continuar con esa política, una auténtica democracia, no una simulación, no una oligarquía con fachada de democracia, democracia verdadera, poder del pueblo”, sostuvo.

Cuando habló, por ejemplo, sobre cómo su Gobierno eliminó las pensiones millonarias a expresidentes y mantuvo una política de austeridad, un grupo de asistentes reclamó la salida de la Ministra Presidenta de la Suprema Cortes de Justicia de la Nación, Norma Piña. “¡Fuera Piña, fuera Piña!, gritaron, un reclamo que se repitió cuando López Obrador pidió que levantaran la mano las personas de acuerdo con la Reforma al Poder Judicial que anunció desde febrero y avanzó esta semana en la Comisión Permanente del Congreso, donde se incluye la propuesta de elegir a jueces, magistrados y ministros por votación abierta al público.

La atmósfera que se vivió en este domingo en el Zócalo de la Ciudad de México fue de despedida. Foto: Presidencia.

La atmósfera que se vivió en este domingo en el Zócalo de la Ciudad de México fue de despedida. Fueron miles de personas las que se reunieron en la Plaza de la Constitución para escuchar al Presidente Andrés Manuel López Obrador. La gente se congregó con alegría, pero no faltaron las caras tristes. Personas adulto mayores, fieles seguidores de la Cuarta Transformación, reconocieron que no quisieran que el sexenio obradorista concluya, al mismo tiempo dijeron tener esperanzas en la nueva Presidenta: Claudia Sheinbaum Pardo.

“Hasta siempre” y “Gracias” se leyeron en las banderas que ondeaban los asistentes para despedir al primer mandatario de izquierda en la historia moderna de México. El Zócalo lució abarrotado. Banderas, pancartas y playeras con mensajes de cariño y apoyo llenaron el espacio, convirtiendo la explanada en un mosaico de colores.

Desde la madrugada, el ánimo se adueñó del Centro Histórico. Las primeras personas llegaron desde las dos de la mañana, otras lo hicieron a las cuatro. Vinieron de todas partes: de las alcaldías de la Ciudad de México, pero también de Baja California, Veracruz, Guerrero, Coahuila, Sonora, San Luis Potosí, e Hidalgo. Todos con un propósito común: despedir a López Obrador.

La aprobación del 60 por ciento con la que López Obrador concluye su mandato se reflejó en el entusiasmo de los asistentes. “Somos millones con AMLO” y “Me canso ganso” fueron algunas de las frases que tenían escritas las pancartas. Las muestras de afecto también se materializaron en los “Amlitos”, los muñecos de Andrés Manuel en diferentes versiones, desde los formales, con trajes oscuros, hasta los más relajados, con jerseys de béisbol. Incluso hubo quienes llegaron disfrazados de AMLO, y las grandes botargas tampoco faltaron.

Los amlitos no pudieron hacer falta en el último informe del Presidente. Foto: Romina Gándara, SinEmbargo.

Los vendedores no desaprovechan la oportunidad, ofreciendo los muñecos por precios que van desde los 50 hasta los 300 pesos. El libro Gracias, el último ejemplar publicado por López Obrador, fue otro de los protagonistas del evento. Muchos asistentes lo sostenían con fervor cerca del pecho, como si fuera un talismán, mientras otros lo adquirían en los puestos improvisados.

María Guadalupe Almazán sostenía en sus manos un muñeco de porcelana con la figura de Andrés Manuel López Obrador. Un objeto que, dijo, tiene desde 2004 o 2005, cuando el entonces Jefe de Gobierno enfrentó el proceso de desafuero. “Lo compré hace muchos años, desde entonces me lo cargo […] Este es mi amlito ”, comentó con nostálgica. “Lo quiero mucho y me duele que se vaya, luchó tanto por nosotros; ahora se va, pero deja una historia”, respondió con la voz temblorosa, dejando ver la conexión que ha forjado con el Presidente a lo largo de los años.

El escenario del Zócalo lució adornado con elementos alusivos al mes patrio, en conmemoración del Día de la Independencia, aportando un toque aún más simbólico y patriótico al que será el último acto político de López Obrador como Presidente.

“Es un honor estar con Obrador”, resonó una vez más, como ha resonado a lo largo de dos décadas. La frase fue coreada con entusiasmo por miles de gargantas, cerrando un ciclo de seis años de gobierno. Los asistentes siguen llegando, el Zócalo sigue vibrando, y en cada rincón se percibió la certeza del momento histórico que fue el día de hoy.

Cerca de la calle Pino Suárez, por ejemplo, al escuchar que el discurso comenzaría, los asistentes se acercaron a una pantalla colocada frente al edificio de Gobierno de la Ciudad de México.

“Hasta siempre” y “Gracias” se leyeron en las banderas que ondeaban los asistentes para despedir al primer mandatario de izquierda en la historia moderna de México. Foto: Romina Gándara, SinEmbargo.

“¡Ahí está con su traje negro!”, gritó una joven parada sobre una de las bancas frente a la plancha del Zócalo. Aunque detrás de ella estaba una de las pantallas para ver y seguir el mensaje, ella prefirió subir para ver al Presidente a la distancia.

–Eres la más fan –le dijo entre risas una mujer de la tercera edad que primero la observó desde abajo, pero después subió a la misma banca para tratar de verlo. La joven afirmó con la cabeza y gritó: “¡Andrés Manuel, te amamos!” y “¡es un honor luchar con Obrador!”.

El Presidente recibió ovaciones cuando enlistó los logros durante su Gobierno, como incluir en la Constitución la obligación del Estado de cumplir con los programas del Bienestar como la entrega de pensiones a adultos mayores.

Una lona colocada frente a Palacio Nacional tenía tres fotografías de López Obrador en distintas edades en mítines, pero no es la única imagen que recuerda su historia política. Más cerca de Palacio Nacional, una lona extendida en el piso señala: “Lo queremos desaforadamente”, una frase que cobra significado por la denuncia que hizo en 2006 López Obrador, entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y representante del Partido de la Revolución Democrática (PRD), así como sus simpatizantes por el intento de desafuero con el que el Gobierno de Vicente Fox trató de frenar el primero de sus tres intentos de postularse a la Presidencia.

Montserrat Antúnez y Romina Gándara
en Sinembargo al Aire

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