Moody’s destacó que el desempeño del país superó las expectativas por la llegada de empresas extranjeras, aunque las estrictas condiciones financieras continuarían frenando el crecimiento económico a nivel mundial.
Ciudad de México, 1 de septiembre (SinEmbargo).- La calificadora Moody’s elevó este viernes su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana de 2.4 a 3.3 por ciento ante la “buena dinámica económica que ha mostrado el país”.
Moody’s explicó también que el entorno económico tuvo una mejoría por la llegada de empresas extranjeras y el buen desempeño de Estados Unidos.
“La economía de México también superó nuestras expectativas en la primera mitad del año debido a una combinación de crecimiento del gasto de capital del sector público, inversiones relacionadas con el nearshoring y un crecimiento mejor de lo esperado en Estados Unidos, su mayor socio comercial”, dijo la firma.
El área de análisis de Moody’s reportó que el desempeño de México superó las expectativas, ya que a principios de 2022 se advertía una mayor desaceleración y complejidad frente a una elevada inflación.
De acuerdo con la calificadora, las estimaciones de que el PIB aumente tres por ciento este año, están por encima de lo que pronosticó recicentemente el Banco de México (Banxico).
Respecto a Estados Unidos, Moody’s sostuvo que el riesgo de recesión ha disminuido, sin embargo la principl economía del mundo debe lograr que la inflación disminuya hasta el dos por ciento, que es la meta de la Reserva Federal (Fed).
Moody’s pronostica que para 2024 habrá una expansión de 1.9 por ciento para el Producto Interno Bruto (PIB) de México, durante un proceso de desinflación y entorno más favorable para países emergentes.
“Para los países de mercados emergentes del G-20, esperamos que el crecimiento del PIB real en 2023 sea ligeramente superior del 4.3 por ciento, frente a nuestra estimación anterior del 3.9 por ciento, debido a revisiones significativas al alza de nuestras previsiones de crecimiento del PIB real para 2023 para India, México y Brasil”, señaló.
“Confiamos en nuestra opinión de que la inflación seguirá moderada en las economías avanzadas. Sin embargo, persisten los riesgos para las perspectivas de inflación derivados de los aumentos de los precios de las materias primas y una demanda excepcionalmente resistente”, concluyó.