La central Enertek fue desconectada porque se venció el plazo autorizado por el Cenace, situación en la que se encuentran varias centrales de Iberdrola.
Ciudad de México, 1 de septiembre (SinEmbargo).– La central de cogeneración Enertek de la española Iberdrola, ubicada en Altamira, Tamaulipas, fue desconectada este jueves a las 12:00 horas por el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) tras vencer su permiso y no ser renovado por el Gobierno federal.
La salida de operación de la central Enertek obliga a algunas industrias del Corredor Industrial de Altamira, que eran abastecidas por ésta, a establecer un contrato de suministro con la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
La central de cogeneración Enertek, que se ubica en Altamira, Tamaulipas, tiene una capacidad de generación de 144 megawatts y entró en operación en marzo de 1998.
A pesar de que ayer venció el permiso de la planta, desde hace un año Iberdrola solicitó a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) una modificación para migrar la central a operación bajo el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM), pero el regulador se lo negó.
Los permisos retirados fueron el E/1397/COG/2015, otorgado a Iberdrola Cogeneración Altamira y el E/1444/AUT/2015, otorgado a Iberdrola Renovables del Bajío.
Con estos permisos, la empresa pretendía instalar, iniciar y terminar obras para generar energía eléctrica. La negativa fue para el permiso E/1444/AUT/2015.
Ante esta negativa Iberdrola presentó un amparo para evitar la desconexión de la red y continuar con el suministro a sus clientes, pero el juez Juan Pablo Gómez Fierro negó la admisión desde enero por considerar que no tenía las facultades para resolverlo.
En marzo pasado, Enertek logró la admisión del amparo y que se otorgara, como medida cautelar, que el Cenace no desconectara de la red a la central, pero se procedió a la desconexión ignorando la orden judicial.
Entre los clientes que abastecía Enertek están empresas como Petrocel, Tereftalatos Mexicanos, Indelpro, Fibras Químicas, entre otras.
La española Iberdrola ha sido señalada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador como una de las empresas que se con contratos durante la Reforma Energética del expresidente Enrique Peña Nieto. A nivel mundial, la empresa también carga con señalamientos.
Al menos 18 señalamientos, entre multas y resoluciones de entes reguladores, acumula la energética española desde 2008 en cinco países donde tiene presencia, incluyendo México, donde opera desde hace 23 años.
Los países donde la energética ha enfrentado acusaciones son España (8), México (3), Estados Unidos (2), Reino Unido (1) y Brasil (2), en algunos casos por manipular el mercado de energía eléctrica, sobornos y hasta tráfico de influencias.
Con más de 170 años de historia, el grupo Iberdrola es hoy un líder energético global, el primer productor eólico y una de las mayores compañías eléctricas por capitalización bursátil del mundo. En México, donde tiene presencia desde 1999, tiene una capacidad instalada de más de 9.3 GW a través de 16 centrales de ciclo combinado y cogeneraciones, 693 MW en siete parques eólicos y 470 MW en tres parques fotovoltaicos distribuidos en 15 estados del país.
El pasado 9 de junio, el Presidente Andrés Manuel López Obrador pidió a Iberdrola pagar los nueve mil 145 millones de pesos que le impuso la Comisión Reguladora de Energía (CRE) por vender energía con un permiso de autoabasto, la multa más alta en la historia del sector energético.
En su conferencia de prensa matutina, el Presidente acusó a la empresa española de estar mal acostumbrada al influyentismo con los gobiernos anteriores para evitar multas, pero que “las cosas cambiaron” y esta vez la sanción está fundamentada porque siguen violando la Ley.
“Es un asunto de la CRE y está fundado y tiene que pagar la multa. También pueden acudir a otras instancias y al Poder Judicial, pero de que está fundada la sanción, no tengo duda, porque estaban y siguen estando, en algunos casos, violando la Ley con el autoabasto”, expresó.
También el pasado 22 de julio dijo que Iberdrola y otras empresas recibían el respaldo del Gobierno de Estados Unidos “y en especial del Departamento de Estado porque, con todo respeto a sus sistema político, cuando hay campañas los que aportan, los que patrocinan a los candidatos, son los empresarios, las grandes empresas. Entonces los senadores, los diputados ganan, y se ponen al servicio de las empresas”.