El mandatario decidió presentar una reforma constitucional dado que sus leyes para dar prioridad a las energéticas públicas CFE y Pemex se encuentran encalladas ante los tribunales por un alud de amparos de compañías privadas.
Ciudad de México, 1 de septiembre (SinEmbargo).– Ante la rendición de su Tercer Informe de Gobierno, el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que este mismo mes presentará ante el Congreso una reforma constitucional para revertir las “privatizaciones” en el sector eléctrico.
El informe sobre el avance de su Gobierno comenzó, de hecho, con un discurso sobre las acciones que ha ejercido en contra de la privatización, en especial en el sector energético.
“Lo más importante es que hemos detenido las privatizaciones en el sector energético, en la energía y la electricidad”, expuso el mandatario federal.
“En cuanto a la industria eléctrica, vamos a impulsar este mes, voy a enviar al Congreso, una iniciativa de reforma constitucional, que permitirá reparar el daño que causó la privatización al sector público y a la economía popular, pues mientras el mercado de esta industria se abrió para dar preferencia a particulares nacionales, y sobre todo extranjeras, con la entrega de subsidios, entre otras preventas”, anunció durante el evento en el Recinto de Homenaje a Benito Juárez del Palacio Nacional.
En palabras de López Obrador, las plantas de la CFE fueron completamente abandonadas, por lo que ahora se está apostando por la modernización de las hidroeléctricas, lo cual también tendrá la finalidad de reducir el uso de combustóleo en la producción de electricidad.
“La energía que se produce con agua es limpia y barata, de ahí que hayamos decidido cambiar turbinas por equipos modernos, lo cual nos permitirá aprovechar la infraestructura existente y el agua de los embalses para producir más electricidad sin construir nuevas presas, sin causar afectaciones y reducir la emisión de gases de efecto invernadero. En pocas palabras la meta es que tengamos abasto público suficiente de energía eléctrica, que no haya apagones y evitar en los hechos que los consumidores domésticos paguen la luz con tarifas más elevadas que las corporaciones empresariales y las grandes cadenas comerciales”, agregó.
El Jefe del Ejecutivo federal aseguró que “la transformación está en marcha” en México y que su Gobierno ha decidido “parar en seco la tendencia privatizadora”.
López Obrador, del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), denunció que los Gobiernos anteriores abrieron el mercado eléctrico “para dar preferencia a empresas particulares, nacionales y sobre todo extranjeras, con la entrega de subsidios entre otras prebendas”.
La coalición oficialista liderada por Morena no ostenta la mayoría calificada de dos terceras partes de la Cámara de Diputados y del Senado para aprobar reformas constitucionales, por lo que necesitará pactar con la oposición.
El Presidente López Obrador es contrario a la Reforma Energética de su antecesor, Enrique Peña Nieto (2012-2018), que abrió el sector a las empresas privadas.
Durante la presentación de su Tercer Informe, el que marca el ecuador de su mandato, presumió que su Gobierno no entrega concesiones nuevas a particulares en minas, agua, hospitales, puertos, vías férreas, reclusorios ni obras públicas, pero “lo más importante es que hemos detenido la privatización en el sector energético”, aseguró.
“Con presupuesto federal, sin onerosas las asociaciones público privadas, las llamadas APP, o el otro invento contra la Hacienda Pública, llamado Pidiregas [acrónimo de Proyecto de Inversión de Infraestructura Productiva con Registro Diferido en el Gasto Público], estamos construyendo carreteras, presas, hospitales, universidades, escuelas, acueductos, sistemas de drenaje, plantas de tratamiento de aguas residuales, puentes, refinerías, vías férreas, centrales eléctricas, aeropuertos, cuarteles, bibliotecas, parques, mercados, estadios, y otras obras. Repito sin asociaciones público privadas, sin deuda, con presupuesto público. Destacan la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles y el Programa integral del Istmo de Tehuantepec para articular puertos, trenes y crear una vía rápida de comunicación entre países de Asia y la costa este de EU. Asimismo, el Tren Maya llevará bienestar a la región de mayor riqueza arqueológica, cultural y turística del país, y una de las más importantes del mundo. Tan sólo en la ejecución de estos 3 grandes proyectos se están generando 143 mil 137 empleos directos y 277 mil 049 indirectos”, destacó.
Recordó que quiere dejar de “importar” gasolinas y por ello ha modernizado las seis refinerías existentes, está construyendo la refinería de Dos Bocas (Tabasco) y compró la totalidad de la planta Deer Park (Texas, Estados Unidos).
“Durante el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari, en 1993, en vez de hacer aquí una nueva refinería se optó porque Pemex se asociara con Shell para compartir la refinería de Deer Park, en Houston, Texas. Este año se hizo la oferta para comprar la parte de la empresa extranjera y se cerró la operación con un costo de 596 millones de dólares. Ahora la refinería será propiedad total de Pemex y su producción de gasolinas y diésel, 150 mil barriles diarios, se destinarán al abasto interno de nuestro país. Esta nueva política significa no extraer más petróleo que el indispensable para cubrir la demanda de combustibles del mercado interno. Con esta producción moderada cumpliremos el compromiso de reponer como norma el 100 por ciento de las reservas privadas y ayudaremos así a reducir el uso excesivo de combustibles fósiles. En suma, seguiremos actuando de manera responsable y no se afectará la herencia de las nuevas generaciones”, recalcó el tabasqueño.
-Con información de EFE