México, 1 Sep. (Notimex).- Al establecer la postura del Movimiento Ciudadano en la instalación de la LXII Legislatura, Ricardo Monreal anunció que ante el fallo emitido sobre la elección presidencial por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) impulsará un juicio político contra los magistrados que dijo actuaron de manera “vergonzosa en esa calificación”.
El coordinador de la fracción de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados aseguró al además que “resistiremos cualquier embestida para tratar de detener, desprestigiar o hasta transar con nuestra lucha por defender la Constitución”.
En ese sentido, Monreal Ávila subrayó que continuaremos con nuestro principal propósito que es transformar al país”
Según él, la nación está de luto y “asistimos a las exequias de la democracia” y dijo que “frente a la impunidad, que ya es una norma de conducta en el país, sólo nos queda actuar con dignidad, así lo haremos en la izquierda, se los aseguro”.
Para Monreal hoy inicia una Legislatura en medio de la incertidumbre, el caos y la denegación de justicia. “El orden, la comodidad y el derroche de este recinto no reflejan la inseguridad, el desempleo, la violencia, la carestía y la zozobra que campean en el país”.
Durante su intervención, criticó la gestión que termina y mencionó que “no se aprendió la lección y, por eso hoy, estamos condenados a repetir la historia, pero con más agravantes y mayores agravios”.
Hace seis años, en palabras de Monreal, el Tribunal Electoral preparaba por estas fechas la calificación de una de las elecciones más controvertidas en el país y los magistrados de aquel entonces tuvieron un rasgo de pundonor.
“Hicieron el intento de apegarse a lo que significa el concepto calificación; es decir, identificar la cualidad y calidad distintivas de un hecho o acontecimiento, encontraron, entre otras cosas, que en la elección se habían cometido graves irregularidades”.
“Es decir, sí se habían violado la Constitución y la Ley Electoral, pero nada más tantito, y ese tantito no había tenido nada que ver en la pequeña diferencia de 0.54 por ciento del resultado final”, agregó.
Seis años después, aseguró, con muchas más evidencias, datos, documentos y testimonios de irregularidades, el Tribunal Electoral encontró que la pasada elección presidencial fue “una pieza maestra de pulcritud, limpieza y transparencia, que causaría la envidia de los ciudadanos de la Grecia Antigua”.
Hizo referencia a la entrega de tarjetas que se hizo por miles en las colonias pobres días antes de la elección, y que a su decir fueron tan transparentes, que el Tribunal no las alcanzó a ver, así como las transferencias electrónicas erróneas entre Scotiabank y el gobierno del Estado de México, por cantidades millonarias.
El ex senador del Partido del Trabajo (PT) reconoció que “todos sabemos que las sentencias de un tribunal superior son inapelables e inatacables en términos jurídicos”, pero “nunca serán inopinables e incuestionables en términos de la ética ciudadana, sobre todo en una sociedad como la nuestra que tiene perfectamente claro que por un lado marcha la legitimidad y por el otro la legalidad.
“Del Tribunal Electoral de hace seis años, ni el pundonor quedó en el actual. Consta en la opinión pública la forma como uno de los actores de este juicio, el PRI, le fue fijando a la autoridad electoral la agenda de trabajo, los términos de los dictámenes y hasta la fecha de la sentencia y entrega de la constancia de mayoría”, señaló.
“A pesar de que el IFE cuenta con dientes y colmillos para realizar investigaciones expeditas en materia de lavado de dinero en las campañas electorales, se resistió de manera sistemática a adelantar las investigaciones e informes, con los mismos argumentos de la defensa del PRI”, agregó.
Hay que decir las cosas como son y llamar a las cosas por su nombre, enfatizó, el máximo tribunal electoral del país, que debería actuar como una Corte Constitucional en la materia, devino en un tribunal de consigna o, peor aún, de cortesanía política.
Y manifestó que “las cortes constitucionales emiten fallos ejemplares. Los tribunales de consigna o de cortesanía generan fallos fallidos, es decir, literalmente fallas institucionales e históricas”.
Un fallo ejemplar, dijo, resarce por naturaleza cualquier daño a la Constitución. “Una falla histórica ahonda más la herida. Un fallo es inapelable porque logra la síntesis de lo legal y lo legítimo. Una falla, en cambio, los divorcia y busca imponer, a partir de la legalidad literal, la legitimidad trascendente”.
Consideró que este fallo afecta el interés jurídico y político de la Coalición Movimiento Progresista, y de su candidato Andrés Manuel López Obrador, pero esa afectación es la menos importante de todas las ocasionadas de manera colateral.
En ese sentido, dijo que por un lado deja abierta, en carne viva, la herida a una Constitución que mandata la equidad, en letra y espíritu, como eje central de elecciones libres y auténticas que no se celebraron en México.
Y por el otro, agregó, al desestimar el uso y abuso de dinero excedente, de procedencia ilícita en la campaña del PRI, se sienta el gravísimo precedente para subastar al mejor postor las próximas elecciones presidenciales.
Consideró que con la validación de la elección presidencial las máximas autoridades electorales, “terminan descalificándose a sí mismos”.
La pasada elección presidencial, opinó, estuvo muy alejada de la equidad democrática, que es la base de unas elecciones libres y auténticas como lo ordena la Constitución.
“No podemos aceptar que el dinero ilegal e ilícito defina el resultado electoral, porque estaríamos actuando en contra de la voluntad ciudadana”, sostuvo.