México
EL SUR

El pueblo armado cazó 3 meses a la gavilla de “El Tequilero”. La cercaron. Y la exterminaron

01/08/2018 - 11:30 am

A principios de noviembre de 2017, la policía comunitaria de Heliodoro Castillo –gente de pueblo, armada muchas veces con sus propios recursos– inició una operación para atrapar a “El Tequilero”, conocido como autor de homicidios, desapariciones y secuestros masivos en el municipio guerrerense de San Miguel Totolapan. En febrero de este año una serie de enfrentamientos terminó en la muerte del líder del grupo criminal Los Tequileros.

Los comunitarios de Heliodoro Castillo cuentan cómo fue abatido “El Tequilero”, información que fue revelada cuatro meses después. Ellos fueron buscados por habitantes de San Miguel Totolapan, cansados porque su municipio había sido convertido en una “zona de guerra”.

Chilpancingo/Ciudad de México (El Sur/SinEmbargo).– La “Operación Tequilero” fue el nombre que le dieron los policías comunitarios de Heliodoro Castillo, en Tlacotepec, Guerrero, a la intervención que realizaron para cazar a Raybel Jacobo Dealmonte y exterminar a su célula delictiva que operaba en la sierra de Guerrero, lo que lograron después de cuatro meses de rastreo y enfrentamientos.

En noviembre, los comunitarios fueron requeridos por vecinos de San Bartolo y Coronillas, municipio de San Miguel Totolapan, debido al secuestro de pobladores y el acoso a esa comunidad por parte del grupo criminal Los Tequileros, en su escape de La Gavia del mismo municipio.

A principios de noviembre los comunitarios iniciaron la operación que duró tres meses y que terminó con la muerte de uno de los delincuentes más famosos del estado y del país.

Raybel Jacobo, alias “El Tequilero”, tuvo que salir de su bastión debido a las incursiones de mayo de 2017 de vecinos de San Miguel Totolapan que conformaron la autodefensa Movimiento por la Paz.

Además, en junio de 2017, Los Tequileros emboscaron a agentes de la Procuraduría General de la República (PGR) cuando iban por el líder criminal a La Gavia. Ese día murieron tres agentes y siete más fueron heridos, entonces se intensificó la operación para detenerlo.

“El Tequilero”, tuvo que salir de su bastión debido a las incursiones de mayo de 2017 de vecinos de San Miguel Totolapan que conformaron la autodefensa Movimiento por la Paz. Foto: El Sur

Una fuente de la Policía Comunitaria de Tlacotepec reveló que después de las operaciones federales y las realizadas por ellos, “El Tequilero” se internó en la sierra con 12 hombres de su confianza, entre los que había hermanos, sobrinos y su cuñado.

“Se estableció en la Laguna de Hueyanalco [en el municipio de San Miguel Totolapan], donde logró juntar otras 13 personas que eran de ese lugar, ahí controló por varias semanas la zona”, relató la fuente.

Laguna de Hueyanalco queda más cerca de Tlacotepec, municipio de Heliodoro Castillo, y es llamada así por el lago que está cerca de las casas donde viven alrededor de 500 habitantes.

El 17 de diciembre de 2017 tuvieron el primer enfrentamiento armado con Los Tequileros en San Bartolo, ahí mataron a tres delincuentes y uno fue capturado e interrogado.

“Ahí nos enteramos que sólo eran 12 [hombres] que acompañaban a El Tequilero”, dijo un comunitario que participó en esa operación en la sierra de Tlacotepec y San Miguel Totolapan.

El segundo enfrentamiento fue el 2 de febrero ya en Laguna de Hueyanalco, donde Los Tequileros mataron a cuatro comunitarios de Heliodoro Castillo en una balacera que duró dos días.

Después de ese enfrentamiento, aseguran los comunitarios, encontraron el cuerpo sin vida de Raybel Jacobo, tirado cerca de un corral de piedra donde se atrincheró. Su mano izquierda estaba destrozada por una granada que le explotó. Su rostro fue destruido por las balas que disparó su lugarteniente de apodo “La Mula”, para que no fuera reconocido.

Uno de los policías que estuvo en ese enfrentamiento describió que “reconocieron el cuerpo porque durante el tiroteo hubo gente que lo miró”, y que los que huyeron decían en sus radios que “había caído ‘El Tequilero’”.

Después lo confirmaron por el tamaño “porque era un hombre alto y no cabía en la camioneta”.

El cuerpo fue quemado el 3 de febrero en la tarde en un “puente que está entre el camino de la laguna [de Hueyanalco] y Huautla”. En ese lugar recibieron una llamada de las autoridades “que querían el cuerpo, sólo lograron salvar un pedazo de pierna”.

A los pocos días los comunitarios se volvieron a enfrentar en Tetela del Río, municipio de Heliodoro Castillo, con el grupo que sobrevivió.

En ese poblado cercano a la presa de El Caracol, los policías mataron a “un cuñado, a su sobrino y a su mano derecha, al que le apodaban ‘Amapolas’”.

El 17 de febrero volvieron a enfrentarse entre la Laguna de Hueyanalco y Petlacala, ahí murió el último se sus hombres más cercanos de nombre Lino Ronconi González y que era el encargado de esa zona.

Raybel Jacobo inició su carrera delictiva con el grupo criminal Los Rojos, en 2010 se hizo independiente y constantemente se enfrentaba contra el grupo criminal La Familia Michoacana.

Los comunitarios de Heliodoro Castillo revelaron que “era experto en emboscadas, recibió entrenamiento de sus primos hermanos que fueron militares y les apodaban “Los Changos de La Gavia”, después, él mismo los mató”.

“El Tequilero” habría muerto a los 42 años de edad. El pasado 25 de julio Noticieros Televisa informó que autoridades federales les confirmaron el deceso, esto tras intervenciones telefónicas con las que comprobaron que tanto la familia como las instancias que lo buscaban lo dan por muerto, pero afirmaron que al no contar con un cuerpo no se pronunciarán públicamente al respecto.

¿QUIÉN ERA “EL TEQUILERO”?

Raybel Jacobo Dealmonte, “El Tequilero”, comandó un grupo delincuencial en San Miguel Totolapan que colocó en el mapa de violencia a este municipio y sus alrededores como uno de los más peligrosos de Guerrero, debido a sus secuestros y homicidios, y exhibido con sus relaciones políticas.

En 2013, comenzaron a aparecer narcomensajes en San Miguel Totolapan firmados por el “comando suicida los tequileros”, así como mensajes en su contra de los grupos rivales.

Operó en San Miguel Totolapan y sus alrededores, entró a municipios como Ajuchitlán y Arcelia. Se le acusa de más de 150 secuestros, algunos de ellos realizados en forma masiva. Desapareció a más de 30 personas y lo acusan de otros 50 homicidios.

Tenía al menos 15 órdenes de aprehensión en su contra por delitos como extorsión, secuestro y homicidio, reveló en 2017 el fiscal general de Guerrero, Xavier Olea Peláez.

Entre los crímenes que se le atribuyen están los de la ex regidora panista de San Miguel Totolapan, María Félix Jaimes; el regidor Roberto García García, también en ese municipio, y del dirigente del PRI, Carlos Salanueva de la Cruz. También se le atribuye el homicidio del sacerdote del pueblo en septiembre de 2014.

El nombre de El Tequilero, sin embargo, no figuraba en la lista de los buscados de Guerrero, hasta que comenzaron los secuestros masivos. Se llevó a 10 personas del pueblo de San Jerónimo El Grande, municipio de Ajuchitlán. Secuestró a 23 personas de Arcelia que iban a una fiesta, de las cuales mató a dos. Secuestró a tres socorristas, incluyendo al comandante de Rescate Arcelia que murió en cautiverio.

Secuestró a cinco maestros que sacó del interior de una escuela secundaria en Santana del Águila, municipio de Ajuchitlán. Un profesor falleció en cautiverio.

Secuestró a cinco mineros de Temixco municipio de Arcelia. Se escaparon del encierro y uno de ellos falleció ahogado en el río al intentar cruzarlo para salvarle la vida a otro de sus compañeros que se estaba ahogando, pero él terminó por ahogarse.

“Los pueblos originarios buscarán la legitimación de sus acciones a través de sus asambleas, como lo han venido haciendo, y que “por encima” de esas reformas van a seguir trabajando con la Constitución federal”, dice laUPOEG. Foto: ElSur

HAY AL MENOS 38 POLICÍAS COMUNITARIAS

Al menos 18 grupos armados de autollamadas policías comunitarias, ciudadanas, rurales o grupos de autodefensa mantienen presencia en por lo menos 38 de los 81 municipios del estado, de los cuales sólo la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias y su Policía Comunitaria (CRAC-PC) está amparada por la Ley de Reconocimiento de Derechos y Cultura Indígena del Estado de Guerrero.

El sábado, el Gobernador Héctor Astudillo Flores declaró en Acapulco que hay una “mala interpretación” y “desinformación” respecto a los contenidos de la reforma al artículo 14 de la Constitución del estado, que aprobó el viernes el Congreso local, y que el propósito de las modificaciones es que no haya grupos armados en cada carretera, y que “eso tiene que regularse”.

En las reformas al artículo 14 aprobadas el pasado viernes por los diputados locales, se eliminan las palabras “policías comunitarias y rurales” del texto constitucional que rige a la Ley 701 de Reconocimiento, Derechos y Cultura Indígena, por lo que dirigentes de organizaciones sociales y organismos de derechos humanos han denunciado que la propia CRAC-PC podría quedar fuera del marco normativo, a 24 años de creada en las regiones de la Montaña y Costa Chica.

Esa reforma evidencia que los pueblos indígenas siguen siendo discriminados por el Gobierno estatal, reprochó este domingo el abogado de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Manuel Vázquez Quintero.

Hasta mayo pasado, el Gobierno del estado tenía registrados 12 grupos de policías comunitarias, ciudadanas o grupos de autodefensa, de los cuales solamente tenía el reconocimiento de la Ley 701 la CRAC-PC, según dio a conocer entonces en un reporte el vocero para temas de seguridad, Roberto Álvarez Heredia.

Según un informe oficial del Gobierno de Astudillo Flores, hasta el pasado 27 de junio al menos 19 “grupos civiles armados” y una organización denominada “policía comunitaria” operan en el 50 por ciento del territorio guerrerense. Foto: cuartoscuro

Sin embargo, de acuerdo con un seguimiento periodístico, hasta julio, cuando se constituyó la Policía Ciudadana de Leonardo Bravo y Eduardo Neri en 18 pueblos de ambos municipios, sumaban 18 grupos diseminados en 38 municipios de todas las regiones de la entidad.

Sólo la CRAC-PC tiene presencia en 15 municipios: San Luis Acatlán, Malinaltepec, Cochoapa el Grande, Metlatónoc, Acatepec, Iliatenco, Atlixtac, Olinalá, Huamuxtitlán, Ayutla, Acapulco, Xochistlahuaca, Tlacoachistlahuaca, Tecoanapa y Tlapa.

Mientras tanto, la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y su Policía Ciudadana tienen presencia en comunidades de 12 municipios: Ayutla, Tecoanapa, Florencio Villareal (Cruz Grande), Marquelia, Cuautepec, Azoyú, San Marcos, Copala, Acapulco, Ometepec, Chilpancingo y Leonardo Bravo (Chichihualco).

El Frente Unido para la Seguridad y el Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG) tiene presencia en Juan R. Escudero (Tierra Colorada).

La autollamada CRAC de los Pueblos Fundadores tiene presencia en comunidades de Chilapa y Malinaltepec.

La Coordinadora Regional de Seguridad y Justicia-Policía Ciudadana y Popular (CRSJ-PCP) de Temalacatzingo, opera en Olinalá, Cualac y en la colonia Zapata, de Tlapa.

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE El Sur. Ver ORIGINAL aquí. Prohibida su reproducción. 

en Sinembargo al Aire

Opinión

Opinión en video

más leídas

más leídas