Buenos Aires, 1 ago (dpa) – Una sorpresiva huelga paralizó esta mañana el servicio de trenes en la ciudad de Buenos Aires y los suburbios, en una medida que fue considerada “salvaje, irracional e incomprensible” por el gobierno argentino y tuvo lugar de que se difundieron imágenes de conductores durmiendo o leyendo.
La huelga tuvo lugar horas después de que el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, difundió videos de graves irregularidades cometidas por conductores de tren. Las imágenes filmadas con nuevas cámaras de seguridad instaladas hace un mes en las cabinas mostraron conductores que se quedaron dormidos con el tren en marcha y otros que leían libros, escribían o hablaban por sus celulares.
“No me va a extorsionar ningún dirigente sindical ni tampoco ningún empresario. Lo único que me condiciona son los pasajeros, es el compromiso que he tomado, pero necesito que me ayuden, y estos señores no ayudan para nada”, cuestionó el ministro. “Señores que cobran 20 mil pesos (unos 3,600 dólares) de bolsillo le están jodiendo la vida a miles y miles de pasajeros”, denunció.
“No somos estúpidos. Ayer dijimos que tenemos un problema de infraestructura real, que lo estamos solucionando y hoy hay un paro, es estar en complicidad con quienes rechazan las cámaras en los trenes”, aseguró el ministro.
La huelga fue levantada horas después, pero ocasionó amplios trastornos a quienes se trasladaron por la mañana a sus trabajos.
El gobierno argentino lanzó una campaña para mejorar el decaído estado de las formaciones ferroviarias luego de la tragedia ocurrida en febrero de 2012, cuando un tren se estrelló contra el paragolpes de la terminal del barrio porteño de Once con un saldo de 51 muertos y más de 700 heridos.
También quitó la concesión de esa línea al grupo empresario que la administraba, Trenes de Buenos Aires (TBA), en medio de una polémica por la supuesta malversación y falta de control de multimillonarios subsidios estatales destinados al transporte ferroviario.