En julio de 2019, el Barcelona desembolsó 120 millones de euros para activar la cláusula de compra en el contrato de Griezmann con el Atlético, club con el cual emergió como uno de los mejores delanteros de Europa.
El plan era que Griezmann se encargaría de tapar el hueco abierto desde 2017 por la salida de Neymar al Paris Saint-Germain; sin embargo, el francés ha ido perdiendo protagonismo desde la llegada de Quique Setién.
Por Joseph Wilson
BARCELONA, 1 de julio (AP).— Antoine Griezmann aterrizó en el Camp Nou el año pasado con la expectativa de conformar un temido trío de atacantes junto a Lionel Messi y Luis Suárez.
Justo un año después, el campeón mundial francés apenas recibe minutos de juego en un Barcelona que ve peligrar la defensa de su título en La Liga española.
Griezmann fue apartado del once titular por segundo partido consecutivo el martes, cuando el Barcelona recibió al Atlético de Madrid, el ex club del delantero. Era un partido que los azulgranas necesitaban ganar sí o sí para no perderle pisada al líder Real Madrid.
En cambio, el técnico Quiqué Setién optó por alinear a Riqui Puig, un jugador de 20 años surgido de la cantera dentro de un planteamiento con cuatro volantes.
Después de mandar a calentar a Griezmann durante la mayor parte del segundo tiempo, no fue hasta los 90 minutos cuando Setién le hizo ingresar, pese a que habían encajado el gol del empate una media hora antes.
El gol de milagro nunca cayó, y el 2-2 definitivo dejó al Barcelona un punto detrás del Madrid, que el jueves podría abrir una distancia de cuatro unidades con cinco partidos por disputar si derrota al Getafe. El Madrid saldría campeón en caso de un empate en puntos por tener mejores resultados en el duelo directo.
“Es verdad que no es normal porque sin duda es un jugador importante y es verdad que sacarlo (al campo) faltando tan poco es duro para un jugador de su nivel, pero las circunstancias me han obligado a ello", dijo Setién tras el partido en casa.
“Confías en que un jugador como él puede tener una actuación puntual y ganar el partido, pero entiendo que es duro, mañana lo hablaré con él”, añadió. “No lo pediré disculpas, pero entiendo que él puede sentirse mal, y yo también por él porque es un gran futbolista y persona".
En julio de 2019, el Barcelona desembolsó 120 millones de euros (entonces 134 millones de dólares) para activar la cláusula de compra en el contrato de Griezmann con el Atlético, club con el cual emergió como uno de los mejores delanteros de Europa.
En sus cinco temporadas en el Atlético, Griezmann anotó 133 goles y coleccionó títulos de la Liga Europa, la Supercopa de España y la Supercopa de Europa.
El plan era que Griezmann se encargaría de tapar el hueco abierto desde 2017 por la salida de Neymar al Paris Saint-Germain.
Esa inversión se le consideró como un buen negocio en el mercado pre pandemia.
Ahora, el Barcelona afronta la posibilidad de otro gran fichaje que le sale torcido. Pagaron una cifra récord para el club de 160 millones de euros (192 millones de dólares) Philippe Coutinho en 2018, y lo cedieron a préstamo apenas un año y medio después.
La temporada arrancó con buenas prestaciones para Griezmann, con ocho goles antes del parón de invierno. Pero su rendimiento empezó a decaer y no ha marcado desde que el torneo doméstico se retomó tras el parón de tres meses por la pandemia de coronavirus.
Al decaer los goles, sus minutos también han mermado. Ha sido titular en sólo dos de cinco partidos desde el reinicio del torneo. No se le ha tomado en cuenta frente a los grandes rivales, con apenas 11 minutos de acción en el empate 0-0 frente al Sevilla.
Setién se ha decantado por Puig, Martin Braithwaite y el adolescente Ansu Fati sobre Griezmann.
El Barcelona ahora depende de algún tropiezo del Madrid y de que pueda reaccionar para poder conquistar un tercer título de liga consecutivo.
La interrogante es si Griezmann recuperará protagonismo en lo que resta de temporada.