Para finales de junio, se determinará la capacidad máxima de espectadores para cada evento y se dispondrá al personal de seguridad necesario para controlar el cumplimiento de las normas y asegurar una entrada y salida ordenada de los asistentes.
Ciudad de México, 1 de junio (RT).- El Gobierno de Japón está diseñando un nuevo paquete de medidas para evitar que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que comenzarán el próximo 23 de julio, se conviertan en un foco de contagio masivo. Los espectadores tendrán que presentar una prueba negativa de COVID-19 realizada en la semana en la que asistan a la competición o un certificado de vacunación, según informa el periódico Yomiuri Shimbun citando a fuentes oficiales. Asimismo, será obligatorio llevar siempre el tapabocas en los espacios donde tengan lugar las pruebas.
El borrador también contempla prohibir los abrazos, chocar las manos, animar a los deportistas en voz alta, así como tomar comidas y bebidas en las gradas, de acuerdo con el diario.
Todas estas restricciones afectarían únicamente a espectadores locales, ya que el pasado mes de marzo el comité organizador decidió prohibir la asistencia de fanáticos extranjeros, una medida inédita en la historia.
Para finales de junio, se determinará la capacidad máxima de espectadores para cada evento y se dispondrá al personal de seguridad necesario para controlar el cumplimiento de las normas y asegurar una entrada y salida ordenada de los asistentes. Con este reforzamiento de las medidas, el Comité Olímpico y las autoridades niponas buscan garantizar al máximo la seguridad y despejar definitivamente los temores sobre una posible cancelación o nueva suspensión de las Olimpiadas.
Desde el comienzo de la pandemia, Japón ha registrado 741 mil 674 casos coronavirus, con 12 mil 920 muertes, según los datos proporcionados por la Organización Mundial de la Salud el 30 de mayo. La nación se encuentra en medio de la cuarta ola de coronavirus, con nueve regiones en todo el país bajo restricciones de estado de emergencia. El viernes, el Gobierno extendió el estado de emergencia en Tokio y otras áreas hasta el 20 de junio.