Del 1 de enero de 2014 al 30 de abril de 2016, en el país fueron secuestradas 3 mil 555 personas en 29 estados y la Ciudad de México, según cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública. El año en el que se cometieron más secuestros fue 2014, con mil 836.
Por Juliana Fregoso y Juan Luis García
Ciudad de México, 1 de junio (SinEmbargo).– El secuestro del futbolista Alan Pulido en Tamaulipas, el fin del semana pasado, independientemente de las dudas sobre su liberación, puso de nuevo en el ojo público dos realidades: México es uno de los países con el mayor número de secuestros en el mundo y Tamaulipas se convirtió en una de las tres entidades con el mayor número de delitos de este tipo junto con el Estado de México y Veracruz.
Las tres entidades han sido gobernadas desde 1929 por el Partido Revolucionario Institucional (PRI). Tamaulipas y Veracruz votan por Gobernador el próximo domingo.
En 2014, el Observatorio Nacional Ciudadano señaló que México era el país con el mayor número de secuestros a nivel mundial, año en el que registró mil 836 secuestros. Del 1 de enero de ese año al 30 de abril de 2016, cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública apuntan que 3 mil 555 personas fueron víctimas de este delito, que se ha registrado en 29 estados del país y la Ciudad de México.
Durante el mismo periodo, 4.1 personas fueron secuestrados en el país.
Las tres entidades han sido gobernadfas desde 1929 por el PRI.
Aunque entre 2014 y 2015 se muestra una disminución en el número de casos, de mil 836 pasó a mil 307, “el problema es que el mapa delincuencial se han venido modificando: si antes teníamos nada más el secuestro de grandes empresarios, a finales de los 90 eran multimillonarios y eran millones de dólares lo que se pagaba, y ahora, son cantidades mínimas y las personas secuestradas son los que se dedican a veces a trabajos en los que los ingresos son limitados”, expresó a SinEmbargo, Francisco Rivas Rodríguez, director General del Observatorio Nacional Ciudadano de Seguridad, Justicia y Legalidad.
Rivas Rodríguez lamentó que a pesar de ser de los pocos países que mensualmente cuentan con una medición sobre los delitos de alto impacto, en México aún falte información sobre la dimensión del secuestro.
Citó que las cifras oficiales permiten conocer que en el 70 por ciento de los casos en los que se ha pagado algún rescate, la víctima murió. Aunque cuando el responsable es encarcelado, existe el 82 por ciento de posibilidades de que sea sentenciado, “esto nos habla de que hay un alto índice de delincuentes detenidos en flagrancia”.
LOS ESTADOS
Las cifras del Gobierno federal ubican a Tamaulipas como la entidad en la que se cometieron el mayor número de secuestros con 932, en los últimos 28 meses, seguido de el Estado de México con 477 y Veracruz con 318.
“Yo fui Gobernador y sólo hubo un secuestro. Y no volvió a haber otro secuestro en seis años”, dijo en entrevista el ahora Senador por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Manuel Cavazos Lerma, quien fue Jefe del Ejecutivo estatal de 1993 a 1999.
–¿Pero luego se descompuso la situación?
–Pues es obvio, porque el Cartel del Golfo generó un grupo armado que se llamaron los Zetas, y mientras caminaron juntos no hubo problema, pero cuando se separaron y se enfrentan. Y entonces buena parte de los conflictos son parte de ese enfrentamiento. Y obvio las líneas de negocio son diferentes, el Golfo tenía los canales de comercialización del narcotráfico y era su fuente principal de ingresos, y ellos como no tenían este negocio, recurrieron al secuestro, cobro de piso y otros.
-Es un estado fallido?
–No ni siquiera como hipótesis.
Las cifras del Secretariado muestran que en los primeros cuatro días del año, fueron secuestradas en Tamaulipas 69 personas, es decir, 1.7 por día, superado, por primera vez, por el Estado de México, que en el mismo lapso acumula 90 casos de secuestro.
Sin embargo, sigue siendo Tamaulipas el caso que preocupa a la sociedad civil y a legisladores.
“Yo creo que es preocupante que no sabemos qué pasa en Tamaulipas a diferencia de otros lugares donde la violencia está presente. Un ejemplo claro es Guerrero. En Tamaulipas la presencia de la actividad criminal es tan superior a la normalidad democrática, que no tenemos un diagnóstico claro de qué ocurre. Sólo un hecho como el secuestro de un relevante actor como el que sucedió [el fin de semana], hace que se visibilice la situación. Pero después del asesinato de un candidato del PRI [a Gobernador] hace seis años, pues la verdad es que llevamos seis años sin saber qué tan preocupante es la situación de inseguridad que viven nuestros paisanos en aquella parte del país”, expresó Armando Ríos Piter, Senador por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Para la Senadora Independiente, Martha Tagle Martínez, mucha gente ha salido de Tamaulipas porque las autoridades no actúan con la misa diligencia que como actuaron con el futbolista Alan Pulido, quien tras ser liberado, apareció junto al Gobernador Egidio Torre Cantú.
“Es una muestra del estado de descomposición en el que se encuentra. Al final de cuentas todo está dentro del marco de las elecciones. Eso tuvo que ver, fue exactamente seis años después del candidato a Gobernador, resolvieron rápido para dar un mensaje de que sí se actúa, pero te digo, si revisamos las denuncias que hay, y como se ha colocado Tamaulipas entre los índices más altos de secuestro, no deberían de alegrarse sólo de rescatar a uno sino a todos los demás”, expresó.
Consideró que parte de la crisis que se ha desatado por el aumento en los secuestros en México se debe a que el llamado Registro Nacional de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED) todavía no funciona en su totalidad, “es un sistema de la Procuraduría General de la República (PGR) a nivel federal, falta que lo bajen las fiscalías, y también el gran pendiente que tenemos en el Senado es que se apruebe la ley de desaparición forzada, es un tema que urge aprobar”.
A manera de conclusión, el representante del Observatorio Nacional Ciudadano advirtió que en materia de secuestro tampoco existe información sobre cómo manejar una situación de este tipo, porque pocas veces se habla de que el pago del rescate no es la estrategia para resolver el problema, y lo único que se hace es seguir fomentado un delito que se hace redituable en lugar de formar autoridades eficaces en el combate a las bandas.