Ciudad de México, 1 de junio (SinEmbargo).– Los políticos abusivos con sus parejas y sus hijos, que amparados en su poder utilizan y manipulan al aparato de justicia para perjudicarlos, militan lo mismo en la derecha que en la izquierda, aseguró en entrevista la periodista Sanjuana Martínez, autora del libro Las amantes del poder, de reciente aparición y editado por Temas de Hoy.
En su libro, la autora muestra que los abusos de los políticos, que además buscan ocultar bajo el pretexto de que pertenecen al ámbito de la vida privada, son temas públicos, en el momento en que buscan usar el aparato judicial en su beneficio para callar a sus parejas o reducir la pensión de un hijo fuera del matrimonio y dejarlo sin los derechos que le corresponden, como hizo el Presidente Enrique Peña Nieto.
“Si Peña Nieto es capaz de hacerle eso a su pequeño hijo, qué no será capaz de hacerle a los demás mexicanos”, expresó Martínez.
Las amantes del poder se compone de ocho capítulos, cada uno dedicado a un político “abusador”. Inicia con la historia de Peña Nieto, quien desde que estuvo casado con Mónica Prettelini ya sostenía una relación con Maritza Díaz Hernández, que mantuvo cunado falleció su primera esposa, y alargó todavía un año después de haberse casado con su actual pareja, la actriz Angélica Rivera, según el texto.
Pero fue descubierto por la actriz, quien, de acuerdo con lo narrado por la autora del libro, le pidió a Peña Nieto dejar de ver a su amante y desentenderse del hijo que tuvo con Díaz. Ya como titular del Poder Ejecutivo, el Presidente demandó a su ex amante para reducirle la pensión a su hijo, a quien no ve desde hace dos años.
Un comportamiento similar tuvo el actual Gobernador de Jalisco, el priista Aristóteles Sandoval Díaz, quien también demandó a su supuesta amante, Christian Mildred Flores Campos, para evitar darle pensión al hijo procreado por ambos.
La obra incluye también la historia de quien fuera Gobernador del Estado de México, Arturo Montiel Rojas, quien se casó con Maude Versini y posteriormente se divorció. A causa de ello, el mexiquense ha maniobrado ante el Poder Judicial para impedirle a la francesa ver a sus hijos.
En las filas panistas también hay hombres abusivos con sus parejas. Es el caso de Iván Peña Neder, ex coordinador de Asesores del Subsecretario de Gobierno de la Secretaría de Gobernación durante la administración calderonista, Abraham González Uyeda.
Peña Neder, admirador del nazismo, está involucrado en el escándalo de la autorización de permisos para casinos ocurrida durante el ocaso del gobierno de Felipe Calderón Hinojosa. El ex funcionario federal fue acusado por su esposa, Talía Vázquez, de haber abusado de ella manera tumultuaria junto con amigos porque decía que así lo practicaban los nazis.
Otra historia incluida en el libro es la del ex consejero del desaparecido Instituto Federal Electoral (IFE), Sergio García Ramírez, jurista respetado hasta que el año pasado se excusó para no votar en el caso del uso de tarjetas Monex en la campaña de Enrique Peña Nieto. Su retiro inclinó la balanza a favor de una resolución que dejó sin sanción esa forma de compra de votos.
María Gómez Rivera, quien estuvo casada 28 años con el también ex Procurador General de la República (PGR), le compartió a Sanjuana Martínez que detrás del funcionario de lentes y aspecto apacible, se esconde un hombre irascible, violento, bebedor y desapegado de la familia, que la llevó a divorciarse de él y que como en los otros casos citados, ella sufrió el uso del aparato de justicia a favor del funcionario.
“En casi todos hay un reflejo de que el sistema de justicia está podrido, que es inoperante, que necesita una reforma de la justicia, porque cómo es posible que los jueces se sometan a los poderosos. Lo demostramos en el caso de Góngora Pimentel, una sorpresa terrible, Arturo Montiel, Peña Nieto o del mismo Peña Neder, Sergio García Ramírez, el Gobernador de Jalisco, están todos ahí y todos tienen esa constante, esa manipulación terrible, descarnada de la ley y de la justicia”, señaló la autora.
Escrito durante poco más de un año, la periodista incluyó la historia de la actual Secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, quien vivió un romance con el empresario argentino Carlos Ahumada Gurtz.
La periodista explicó que la idea de escribir este libro es “romper este velo de silencio que existe en torno a los abusos del poder político con sus parejas”.
LO PERSONAL ES POLÍTICO
Ganadora de Premio Nacional de Periodismo en 2006, del Ortega y Gasset en 2008, Martínez explica que su nuevo libro busca mostrar que lo personal también puede ser político.
–¿Cómo nace la idea, qué busca aportar o desnudar su libro?
–La intención era romper este velo de silencio que existe en torno a los abusos del poder político con sus parejas. Siempre se ha creído que el grupo dominante ha mantenido sometidas a las mujeres argumentando que todo lo que suceda puertas adentro es personal. Así hemos construido imágenes de prohombres de políticos honorables, paterfamilias que puertas afuera son aparentemente buenos políticos, buenas personas, pero puertas adentro llegan a ser unos auténticos monstruos. Entonces esta dicotomía de lo público y lo privado se ha utilizado por las feministas de los años sesenta, es el lema con el que titulo mi introducción: “Lo personal es político”. Era para precisamente romper esta dicotomía de lo privado que se queda oculto y lo público es otro, que era como dos hombres, dos personas, Doctor Jekyll y Mister Hyde.
[…] Simone de Beauvoir lo dice, mientras una sociedad democrática no defina el lugar que le corresponde a la mujer, no será una democracia real, no avanzará, y por eso México no avanza, la mujer sigue teniendo dificultades para acceder a las cuotas de poder en todos los ámbitos, en el plano empresarial, político y personal, no se respetan las cuotas políticas, 50 y 50, se inventan trampas como las juanitas, esto tiene que ver con ese lugar que no se le proporciona, con el lugar por detrás del hombre. Lo que se busca es la igualdad, la equidad en términos de una lucha de género.–¿Por qué estos temas que se decían privados, deben ser públicos, como los que trata en la obra, o el de la salud?
–Todos los ricos mueren de un paro cardíaco, como Lorenzo Zambrano [empresario regiomontano, presidente de Cemex, fallecido el 12 de mayo en Madrid, España].
–¿Qué aspectos privados deberían abrirse más a la sociedad?
–Privados que son públicos. ¿Cuándo deja de ser privada la vida de un hombre público? Cuando comete arbitrariedades y abusos de este tipo, delitos incluso.
–¿Cuál de los casos que relata le sorprendió más, el más brutal?
–Por supuesto el del nazi panista Iván Peña Neder y Talía Vázquez. Es un capítulo terrible titulado “Un nazi casinero con Calderón”. Es terrible porque implica una violencia extrema contra la mujer, física y psicológica al grado de incluir una violación tumultuaria. Todos los capítulos están novelados para que sean más amenos al lector. Todo es realidad, no ficción, porque luego me preguntan si esto realmente existió. Claro que sucedió porque no se lo puede uno inventar. Imagínate que tengas una imagen de la Virgen de Guadalupe, y de pronto venga tu marido y la quita y pone una de Hitler. ‘Oye, ¿pero por qué quitas a la Virgen?’. ‘Porque yo soy nazi’. Hasta dónde hemos llegado. O que una noche llegue y te diga ‘mi amor te pones la bata que te regalé, quiero que atiendas a mis amigos’, y ella no le entiende, y entonces saca la pistola y con el arma la baja y la obliga, la acomete. Es una violación tumultuaria entre él y sus amigos, porque los nazis practican el sexo en grupo, era el argumento.
Es interesante porque detrás de cada caso hay una trama de corrupción, de traición, de tráfico de influencias, de malversación, de caudales públicos. En esta trama de Talía hay toda una historia de corrupción en el otorgamiento de permisos de casinos y la mafia casinera del Partido Acción Nacional [PAN] ahí presente. Se van desarrollando estas historias paralelas que primero empiezan como historias de amor y luego terminan como de terror. Es muy interesante ver cómo se va transformando en historia terrorífica, aterradora que por atrás trae un entorno político que tenemos, una descomposición de la clase política y este libro lo demuestra.
–¿Si no hubiera un entorno político de abuso e impunidad, estas historias privadas serían menos comunes?
–Exacto. ¿Quién habla del hijo fuera del matrimonio de Enrique Peña Nieto? En otro país ya hubiera provocado la renuncia de un Presidente, al descubrirse que mantuvo a su amante por nueve años, que fue cambiando de esposa, se murió Mónica, se casó con Angélica Rivera y aún casado, un año más, le duró la relación con ella hasta que “La Gaviota” se dio cuenta. Ella es la responsable de desplazar del entorno familiar al niño que no tiene culpa de nada, no quiere al hijo de Enrique.
–¿Hay un abuso del poder para usar a los juzgados…?
–De la manipulación de las leyes. En casi todos hay un reflejo de que el sistema de justicia está podrido, que es inoperante, que necesita una reforma de la justicia, porque cómo es posible que los jueces se sometan a los poderosos. Lo demostramos en el caso de Góngora Pimentel, una sorpresa terrible, Arturo Montiel, Peña Nieto o el mismo Peña Neder, Sergio García Ramírez, el Gobernador de Jalisco, están todos ahí y tienen esa constante, esa manipulación terrible, descarnada de la ley y de la justicia.
–¿En la historia del Presidente, recibió alguna llamada incómoda?
–No, pero sí fue que se me cerraron todos los espacios. Cuando sacamos en SinEmbargo.mx las primeras grabaciones personales a las que tuve acceso, entre Peña Nieto y Maritza Díaz, nadie las transcribió, ni siquiera Carmen Aristegui. Nadie, ninguna radio de este país las transmitió y finalmente fueron los periodistas internacionales los que se interesaron, es el caso de Jorge Ramos [de Univisión], que abrió su espacio a Maritza sobre el tema. Era paradigmático, no es que estemos hablando de la vida privada del Presidente, sino de sus abusos de poder en su vida privada y eso lo convierte en vida pública, porque está afectando no solamente a su pareja sino a su hijo legítimo, que lleva sus apellidos desde el 2010. Esa historia me costó mucho, como madre lo vivo así, el tema de la discriminación que esa criatura está viviendo por parte de Angélica Rivera.
–La describe poseedora de una voz aguda cuando se enoja
–Es una descripción de la voz de ella, que es una voz rencorosa, llena de ira al enterarse que su marido le es infiel con esta mujer, pero que lanza sus dardos envenenados con una criatura que no tiene la culpa. Diego no puede convivir con sus hermanos porque ella no se lo permite. Otra discriminación es el hecho de que no tiene guardia del Estado Mayor Presidencial, cuando él es hijo legítimo del Presidente. Otra anomalía es que su padre le rebajó su pensión de 200 mil pesos a 40 mil pesos, hazme el favor, ese niño que vive en el anonimato, que lo esconde su papá, también su madrastra, la esposa del inquilino de Los Pinos, es quien paga las consecuencias.
Es lo que quiero dejar ver, que estos prohombres dañan incluso a su sangre, como en el caso de Góngora Pimentel. En este caso fue muy difícil porque era un hombre al que admiraba mucho en todos los sentidos. Es como de esta línea progresista y enterarme de lo que hizo con su ex pareja, encarcelarla por año y medio por un delito que no existió realmente, fue un montaje. Otra vez, la manipulación de la justicia. ¿Cómo fue capaz de reducirle la pensión a sus hijos argumentando que eran autistas?
–Algo que aborda es el aislamiento de las amantes del poder, la desesperación que hay y enfrentar al sistema de justicia, como ocurre con Maude Versini, Maritza, Ana María Orozco y Christian Mildred Flores, ¿cómo lo viven ellas?
–Es todo un sistema de complicidades. Por ejemplo el caso de Maritza, cuando da a conocer un video, ¿por qué no es noticia para la mayoría de los periódicos de México? Porque se trata del Presidente. Cuando va y busca a un abogado, porque es demandada por Peña Nieto, nadie quiere tomar su caso. Uno le dice ‘mire señora, usted no va a encontrar un despacho de abogados que la defienda, sencillamente porque está usted litigando contra el Presidente de la República’. En el caso mediático igual, porque la televisión nunca le va dar espacio, la radio igual, son muy pocas, contadas. El caso no se pudo dirimir públicamente porque el Estado controla parte de la prensa, que está arrodillada. SinEmbargo.mx rompió el esquema.
ROBLES, VERGÜENZA PARA EL GÉNERO
–¿Recibió presiones de algunas personas?
–No, fíjate que las entrevisté a ellas, me pareció muy importante ofrecer la posibilidad de darles voz a estas mujeres que han sido sometidas a los abusos de poder de sus parejas y dije: ‘como lo cuentan así lo voy a contar’. Es un libro muy libre y abierto que cuenta cosas terribles como que Arturo Montiel se hacía pipí en los pantalones o que García Ramírez es bisexual y su esposa tenía que soportar a sus amantes hombres y mujeres. Que Peña Neder además de violador nazi es pornógrafo e hizo cosas terribles en términos políticos, llegó a tener 2 millones de dólares en la caja fuerte; había que contarlo todo y tuve acceso a los expedientes judiciales. Lo que más me costó fue contar esa historia de supuesto amor entre Rosario Robles y Carlos Ahumada.
–¿Cómo decide contar la historia donde la que abusa del poder es una mujer?
–Pareciera que la trama de los videoescándalos está cerrada, cuando aún queda mucho por contar. Entonces obviamente Robles no me va a dar una entrevista, pero sí fui con su enemigo René Bejarano y él me dio una muy buena parte y aparte tuve acceso a los expedientes judiciales donde pude conseguir las cartas de amor, que son un auténtico tratado de cursilería. ‘Como dice la canción de Ana Belén: aunque me encontrara un ángel dudaré que me haga volar tan alto como tú porque contigo he volado alto, he recuperado mis sueños, mis fantasías y mis deseos, por eso si es necesario y llega el momento de hacerlo soy capaz de hincarme [risas], de arrodillarme, de firmar mi carta de rendición para que a tí no te toque’.
Es la vergüenza del género, había que exhibirla para que no dijeran que era un libro feminista, aunque lo es. Hay que reconocer que yo tomo partido por las mujeres por obvias razones, no las pongo como víctimas, son mujeres que coloco en su sitio, que en algún momento se sintieron deslumbradas por esos hombres, y el aura de poder y dinero es muy importante. En el caso de Montiel es importantísimo decir que Maude no se hubiera casado si él no hubiera sido multimillonario después de saquear las arcas del Estado de México. Cuento eso donde ella es también parte de esta trama de corrupción. Por eso ella no lo descubre en sus cosas sucias. Había que reflejar todo como estaba, es un libro feminista hasta cierto punto, dejo que el lector coloque a cada quien en su sitio.
– En el caso de Rosario Robles, ¿qué halla sobre la mezcla de amor, poder y traición, en un caos en el que Ahumada aún reclama sus millones de pesos que le prestó al PRD?
–Lo entrevistaron hace como un mes y le preguntaron si seguía enamorado de Robles. Su respuesta fue fría y contundente: No. Esta loca fue la que se le rindió y se le postró a los pies. Puso la excusa de que se enamoró. Ya hablando seriamente, nadie encierra tanto odio en México, un país machista, como Robles, una mujer que tiene todos los componentes de la ignominia, la traición a su gente, a sí misma, a su ideología. Ella era trotskista y comunista en sus inicios. Traiciona en todos los sentidos, se convierte en todo aquello que había combatido y que es capaz de lanzar al vacío a su propio grupo político, la traición en su máxima expresión, luego de convertirse en Secretaria de Desarrollo Social de Peña Nieto. Es la cereza del pastel.
–Pero algunos de los que presenta en el libro seguirán en el poder, como Peña Nieto, Aristóteles Sandoval, la propia Robles…
–Y no sabes qué les darán, porque esa gente no puede vivir sin estar pegado a la ubre.
–¿Qué pasa cuando no se cuestionan estas prácticas, que en otros países sí cuestan el puesto, pero acá los casos se meten debajo de la alfombra?
–Es parte de la impunidad endémica y de la tolerancia de la sociedad y los electores. Si Peña Nieto fuera Presidente de Francia ya todos los ciudadanos sabrían que le fue infiel a Angélica Rivera todo un año, no sabemos si ahorita lo es, al menos con la misma. Se hubiera convertido en una gran noticia. Este libro se hubiera convertido en un best seller. A lo mejor se convierte, no hay que descartarlo. Rompe con ese tabú y tiene elementos muy sabrosos.
–¿Intentó tener una versión de ellos?
–Fíjate que sí, como periodista se busca el equilibrio.
–¿Cómo los buscó, qué le dijeron?
–Todos con la misma respuesta. Cuando al periodista se le cierra una puerta tiene que abrir muchas otras.
–¿Alguien le dijo el pretexto de que es ‘vida privada’?
–Fíjate que no, no de entrada, pero lo argumentarán luego de leerlo, será una de las acusaciones que voy a tener seguramente.
–¿Que otro caso destacaría?
–El caso de Luis Téllez Kuenzler, cuenta una historia de las telecomunicaciones que aún estamos padeciendo con la Ley Televisa y este monopolio dela telefonía. Entrevisté a Purificación Carpinteyro que es nuestra gran dama en este territorio de las telecomunicaciones y me dice cosas extraordinarias. Cuenta que a Luis Téllez le grabaron todo lo que puedas imaginar y muestra la historia de infidelidad de Téllez con su esposa, que sigue casada con él y Diana Pando. Igual que todos, es la historia de amor entre el príncipe y la princesa, toda esta parte oscura de manipulaciones para favorecer a los mismos monopolistas en el terreno de las telecomunicaciones, al duopolio televisivo, a Carlos Slim Helú, a todos ellos. Cuento este capítulo narrado novelísticamente, cómo se da esa historia de amor y cómo Purificación desvela cosas aun sin agotar.
–¿En el ámbito de la alcoba se tratan temas públicos?
–Exactamente, porque ahí tenemos las grabaciones entre Diana Pando y Luis Téllez, a quien le decía “Osito de peluche”. Él ahora es el director de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
EN TODAS LAS IDEOLOGÍAS
–Al final los casos se dan lo mismo bajo un contexto priista o panista…
–Fíjate que cuido mucho ese aspecto, y como hay grandes ejemplos en todos los partidos, no es privativo de uno. Hay hombres abusadores en todas las ideologías y en todos los partidos y quise que fuera un abanico. Entonces hay dos priistas, dos panistas, dos perredistas, tenía que haber de todo para que no dijeran que era un libro partidista. Pero en este momento se da mucho en el partido en el poder que es el PRI [Partido Revolucionario Institucional]. ¿Cómo es posible que la asesora de campaña de Aristóteles Sandoval fuera la reina del reggaetón del Canal 2 de Monterrey? Tenía 22 años, guapísima, ¿pero que fuera asesora de campaña? El PRI, con el caso Cuauhtémoc Gutiérrez, con la comercialización del cuerpo de las mujeres demuestra que tiene una gran asignatura por atender en cuanto a igualdad. Tener a las chicas de adorno, esculturales, que son utilizadas, es toda una red de trata, así se configura como delito.
–¿Hay una historia pendiente?
–Muchas, podría haber hecho una enciclopedia porque me llevó más de un año, por las entrevistas y después que hablaba con uno y otro y todo mundo me decía ‘oye, el Gobernador de Veracruz, Javier Duarte, el de Oaxaca [Gabino Cué]’. Dije, ‘no puedo’. ¿Cómo los elegí? Fueron los casos paradigmáticos que distinguen distintas violencias, física, económica, sicológica y judicial ejercida por los hombres públicos en la vida privada.
–¿Cree que en nuestra sociedad premiamos al hombre macho?
–Sí, de hecho Mónica Lavín escribe el prólogo porque ella tiene un libro que se llama La casa chica sobre los presidentes, desde Gustavo Díaz Ordaz, con Irma Serrano ‘La Tigresa’; José López Portillo con Sasha Montenegro, las amantes de nuestro pasado democrático, es interesante. Se ve que tener varias mujeres es un síntoma de orgullo, lo consideran como un elemento que dignifica al político. Es una razón vergonzosa, se fomenta desde el Estado y desde los estamentos institucionales la violencia contra ellas. El libro empieza con una frase lapidaria de Rosario Castellanos al respecto.
–¿Cuándo se utiliza esto?
–El señor Enrique Peña Nieto ha utilizado durante su mandato los abusos que ha cometido contra su pareja Maritza Díaz escudándose en el poder que tiene y cometer todo tipo de abusos y arbitrariedades contra su hijo. Un hijo que desde que nació está estigmatizado por su propio padre porque permitió que por órdenes de Arturo Montiel fuera dado a luz en Estados Unidos, ella no pudo parir en México, Montiel no se lo permitió. Todo mundo sabemos que la entrega de Florence Cassez fue intercambio entre Peña Nieto y Hollande. ‘Tú dame a la francesa encerrada por secuestro y yo te dejo a los hijos de la otra francesa’. Terrible porque qué culpa tienen los niños.
VACÍO MEDIÁTICO
–¿Habrá una segunda parte?
–Sí, hay claros ejemplos, Manlio Fabio Beltrones es un caso paradigmático, el otro acusado de pederastia por Lydia [Cacho], Emilio Gamboa Patrón. Yo los llamo don Gamboa y don Beltrone, son auténticos poderes oscuros en esta democracia movidos por el más oscuro que es Carlos Salinas de Gortari. Hay personajes muy importantes en la vida política que tienen el mismo esquema.
–¿Cómo ha sido recibido el libro?
–Muy bien en las redes sociales, aunque ha habido un vacío mediático, nadie me quiere entrevistar, nada más SinEmbargo y La Jornada. Creo que porque toca temas delicados, hay un vacío mediático, los tiempos en la democracia mexicana son arcaicos, muy lentos y lo vimos con la pederastia clerical. Cuando salió el primer libro fue muy difícil romper el cerco mediático, de hecho había compañeros que me entrevistaban pero me advertían: ‘te voy a entrevistar pero no saldrá publicada, contra la Iglesia no podemos publicar nada’. Ahora ya ves, todo mundo publica. Es un tema igual, se está rompiendo un tabú, el de la vida personal de los políticos y que se tiene que romper porque no es posible que consideremos a un buen político como tal si en su casa es un monstruo, no es posible que pensemos que es un buen empresario cuando en su casa es un golpeador, no podemos desasociar esos elementos que tienen que ir siempre unidos, el hombre únicamente es uno, no es indivisible, entonces no se puede separar en dos vertientes, es uno, si es bueno en casa será bueno afuera, y al revés.
–¿Piensa que no podríamos tener un buen Presidente si de entrada no quiere ver a su hijo?
–Si Enrique Peña Nieto es capaz de hacerle eso a su pequeño hijo, que no será capaz de hacerle a los mexicanos. Ya lo estamos viendo con esta batería de reformas nefastas, que lastiman a los mexicanos.
–¿Lo mismo podríamos pensar de Rosario Robles?
–Claro. Estamos funcionando bien en el boca a boca, en las redes, porque publico algunas cosas y la gente lo busca y dice ya está agotado, lo cual es lo que salva al libro, la isla de libertad que salva a Internet.
–¿Qué prepara ahora?
–Un texto de trata.
–¿Sobre Cuauhtémoc Gutiérrez?
–Es un caso paradigmático de trata de personas y no lo pienso desaprovechar. Además ya lo investigamos en SinEmbargo.
–¿Ha recibido amenazas?
–Siempre hay riesgos y en México hay que asumir que para ser periodista independiente y crítica tienes que asumirlos, que significan amenazas, persecución de muy distinta índole, por ejemplo la amenaza de Jesús Ortega [ex dirigente del PRD por un texto sobre sus constantes visitas a un centro nocturno] es un síntoma de la falta de voluntad política de respetar la libertad de expresión, como los tiempos favorecen ese tipo de abusos judicialmente contra la libertad de expresión.
–¿Cómo ve al periodismo mexicano?
–Veo a una parte de la prensa arrodillada ante el poder político o ante el poder del narco en otros estados de la república, es una lástima. Hay casos extraordinario de libertad de expresión como SinEmbargo, medios serios como La Jornada, Reforma, Vanguardia a nivel nacional pero en general hay esta especie de guardia pretoriana, de merólicos pseudoperiodistas que se dedican a aplaudir al Presidente, se dedican a proteger sus decisiones. Es como si existiera una romería de editorialistas pagados para desacreditar primero el trabajo independiente de los periodistas y aplaudir las decisiones del Presidente en turno.
–¿En redes sociales le atacan?
–Por supuesto. Y tengo que dormir todavía con el teléfono descolgado
–¿Le llamaban?
–A las dos o tres de la mañana. Lo descuelgo para tener un sueño reparador. En alguna ocasión se me ha olvidado y contesto como Eduardo Galeano: ‘Mire, aquí las amenazas se reciben de ocho de la mañana a seis de la tarde, horario de oficina, por favor no me despierte’.
Es terrible porque son mensajes por email, te persiguen, a veces te dejan un auto afuera con dos tipos despiertos, paso y les toco el vidrio, ‘¿no quieren un cafecito?’. Son de Gobernación pero merecen uno. Una los tiene que atender, pobrecitos.
Los teléfonos están pinchados porque vigilan a periodistas críticos. Es una vergüenza que tengamos teléfonos intervenidos, nos han obligado, sí, a una cosa muy padre, que es la comunicación interpersonal. Ver a los ojos a los amigos, juntarte otra vez.