Para lavarse las manos correctamente con agua y jabón la OMS subraya que hay que dedicarle más de 20 segundos. En concreto, la autora de "No tocar" recuerda que hay que hacer hincapié bajo las uñas, las muñecas, entre los dedos, frotándolos y entrelazándolos, además de secar con papel o con una toalla limpia a toquecitos.
MADRID, 1 de mayo (EuropaPress) .- Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), lavarse las manos con frecuencia a través de un desinfectante a base de alcohol o con agua y jabón mata el virus SARS-CoV-2 responsable de esta pandemia, siempre que éste esté en tus manos.
Así, la científica explica que la higiene de manos es eficaz contra el COVID-19 porque virus como el de la gripe o el actual coronavirus SARS-CoV-2 cuentan con una envoltura vírica, formada por una bicapa lipídica, es decir, por una especie de grasa que rodea al virus.
En concreto, García Bello indica que los jabones y demás tensioactivos (sustancias surfactantes) son capaces de solubilizar el virus, es decir, de disolver la grasa de su envoltura vírica, con lo que el virus deja de ser viable, se muere, y es arrastrado por el agua de lavado.
Eso sí, García Bello llama la atención sobre el hecho de que no todos los jabones son iguales, ni todos son jabón. Según indica, por sus propiedades químicas, los jabones son capaces de encapsular la suciedad de la piel, sobre todo la grasa, y solubilizarla fácilmente en el agua. Sin embargo, avisa de que tienen una detergencia muy elevada, es decir, que pueden limpiar demasiado, de forma que, aparte de arrastrar la suciedad que pudiera haber en la piel, también quitan el manto lipídico, dejando la piel desprotegida.
Aquí la investigadora recuerda que los jabones que comercialmente se denominan "sin jabón" o "syndet" no contienen carboxilatos en su composición (una sal de un ácido graso) y son productos de higiene especialmente diseñados para las pieles sensibles. Además, dice que suelen contar con otros ingredientes emolientes, humectantes y calmantes, por lo que están especialmente indicados para pieles atópicas, dermatitis, psoriasis, o pacientes oncológicos y bebés.
"Los "syndet" o sin jabón son igual de efectivos contra el coronavirus que cualquier otro jabón. El mecanismo de acción contra el virus es el mismo. Son una respuesta eficaz para mantener la higiene y la seguridad, al mismo tiempo que ayudan a mantener la hidratación", según insiste, al mismo tiempo que recuerda que previenen y curan las agresiones causadas por el uso de guantes, y por el uso frecuente y continuado de geles hidroalcohólicos desinfectantes. "Además, son una alternativa idónea a los jabones convencionales", resalta García Bello.
Para lavarse las manos correctamente con agua y jabón la OMS subraya que hay que dedicarle más de 20 segundos. En concreto, la autora de "No tocar" recuerda que hay que hacer hincapié bajo las uñas, las muñecas, entre los dedos, frotándolos y entrelazándolos, además de secar con papel o con una toalla limpia a toquecitos.
"Frotarse las manos con gel desinfectante durante al menos treinta segundos mata el 99.9 por ciento de las bacterias. También es efectivo frente a los hongos y los virus con envoltura, como los de la gripe o el actual coronavirus. Sin embargo, no protege frente a otros virus, como el de la rabia o los norovirus que producen gastroenteritis", alerta. Aquí la OMS precisa que estos geles de lavado seco, para ser útiles contra el SARS-COV-2, tienen un contenido mínimo de un 60 por ciento de alcohol.
Por último, García Bello reseña también a EuropaPress que se desconoce si este virus es capaz de penetrar por las lesiones cutáneas, por eso insiste en que cuanto menos agresivo sea el jabón que se emplee para esa higiene con frecuencia, mejor, por aquello de evitar lesiones cutáneas.
"Lavarse las manos frecuentemente con agua y jabón altera la composición y la estructura del estrato córneo, causando inflamación y mayor permeabilidad. En pieles sensibilizadas, el jabón puede causar irritacioón neurosensorial cutánea (NSI): picazón, prurito, ardor, hormigueo y opresión", señala la divulgadora científica.