En Bogotá, en donde mucha gente pasa hambre porque perdió su trabajo en medio de la pandemia de coronavirus, la cadena de restaurantes Sierra Nevada, sirve hamburguesas y malteadas.
Ciudad de México, 1 de abril (AP/SinEmbargo).- En medio de la crisis provocada por el COVID-19, en donde las medidas para contener su propagación implican el cierre temporal de empresas, centros comerciales, establecimientos y comercios, entre ellos, restaurantes. En Bogotá, en donde mucha gente pasa hambre porque perdió su trabajo en medio de la pandemia de coronavirus, la cadena de restaurantes Sierra Nevada, sirve hamburguesas y malteadas.
Emiliano Moscoso, dueño de la cadena, llora por esta gente. Pero se seca las lágrimas y se pone manos a la obra.
Creó un “Menú Solidario” en sociedad con el servicio de entregas Rappi. La gente puede hacer pedidos de comida y pagar por la internet, que sus empleados preparan y llevan a familias de barrios pobres.
Moscoso calcula que más de la mitad de las hamburguesas que prepara van a migrantes venezolanos que le escaparon al hambre en su país. Muchos corren más peligro de contraer el virus porque viven en albergues hacinados o no tienen techo. A menudo trabajan en el sector informal de la economía colombiana, vendiendo desde flores hasta lapiceras en las calles de las ciudades grandes.
“Hice una entrega de 600 hamburguesas en dos barrios complicados de Bogotá”, relató Moscoso. “Había familias que llevaban días sin comer”.
“Es muy fuerte lo que ya está pasando con solo nueve días de paro. No quiero pensar qué va a pasar con 20, 30 o 40 días, y la gente que no va a poder salir a la calle a buscar algún sustento”.
Hasta ahora, según cifras oficiales, hay 798 personas contagiadas y 14 muertes en Colombia.
Igual que en otras naciones de América Latina, el sistema de salud pública está abrumado y le cuesta encontrar camas para los pacientes, respiradores y personal para atender a todas las personas que presentan complicaciones.
“Aquí en América Latina hay mucha preocupación porque el estado no tiene los recursos para alimentar a la población. Entonces un poquito lo que estamos haciendo es apelar a la solidaridad de las personas tal vez un poco más pudientes, para que puedan comenzar a comprar menús solidarios para las personas que lo van a requerir”, señaló Moscoso.
Colombia ha tomado severas medidas para controlar el virus, suspendiendo los vuelos internacionales, cerrando escuelas y ordenando una cuarentena nacional hasta el 13 de abril.
Restaurantes, cafés y tiendas sufren un duro golpe. Moscoso cerró sus restaurantes voluntariamente el 16 de marzo, aunque sigue ofreciendo comidas para llevar y haciendo entregas a domicilio.
Dice que no gana dinero con el Menú Solidario y que piensa mantener a su personal activo. No quiere despedir a nadie, incluidos algunos empleados con el síndrome de Down o que están sordos.
Moscoso afirma que le sorprende la solidaridad de extraños, entre ellos dueños de restaurantes y otros que le han ofrecido sumarse a su iniciativa.
“Nuestras líneas están a reventar de gente buscando ayudar. Es muy fuerte. Muy fuerte”, expresó. “Entre todos tenemos que construir cosas mejores. Tomar esto como una oportunidad, hacer un stop, replantear algunas cosas, y seguir para adelante construyendo un mundo mejor”.
En México, la respuesta de las empresas ante la contingencia por el coronavirus ha sido diferente.
Ante la implementación de las medidas de distanciamiento y aislamiento social decretadas para frenar los contagios del virus, la operadora de restaurantes de comida rápida y cafeterías Alsea planteó a sus trabajadores la “opción” de ausentarse voluntariamente durante 30 días sin goce de sueldo.
“Hemos establecido un programa para colaboradores dispuestos a tomarse una ausencia de 30 días sin goce de sueldo”, explicó la operadora como parte de una serie de medidas financieras para contrarrestar el impacto por el COVID-19.
En un comunicado enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), Alsea -que opera marcas como Domino’s, Starbucks, Burger King, Vips y otros- también estableció reducir “un número importante” de puestos en centro corporativo, limitar los gastos generales, disminuir las horas de trabajo y la plantilla según la demanda.
La compañía opera cerca de 4 mil 500 unidades y cuenta con más de 85 mil colaboradores en México, España, Argentina, Colombia, Chile, Francia, Portugal, Holanda, Bélgica, Luxemburgo, y Uruguay.
-Con información de Luis Andrés Henao, AP