Durante la ceremonia de los SAG Awards el pasado domingo, Salma Hayek y Michael Keaton protagonizaron una escena que la propia actriz mexicana considera que fue muy vergonzosa.
Por Pilar del Castillo
Los Ángeles, 1 de marzo (LaOpinión).- La noche del pasado domingo 27 de febrero se llevaron a cabo los SAG Awards en Los Ángeles, y como cada año, reunió a un sinfín de estrellas del cine y la televisión. Tal fue el caso de la mexicana Salma Hayek y el estadounidense Michael Keaton, quienes terminaron protagonizando un incómodo momento sobre el escenario.
Todo ocurrió cuando a la protagonista de Frida y Eternals presentaba el premio a Mejor actor en una película de televisión o mini serie, pues una serie de inconvenientes desataron la incomodidad de la famosa.
El primero de ellos sucedió cuando la actriz cometió un pequeño error al pronunciar el nombre del ganador, el actor Michael Keaton por su papel en Dopesick: Historia de una adicción.
Sin embargo, la cosa no acabó allí. Luego de dar a conocer el nombre del ganador en esta categoría, el silencio reinó en la sala por la ausencia de Keaton. Como era de esperarse, esto desató el nerviosismo de Salma Hayek.
Los minutos transcurrían y la famosa oriunda de Veracruz continuaba parada en el escenario frente a sus colegas sosteniendo el premio, mientras miraba a todos lados en búsqueda del actor. Incluso bromeó sobre la posibilidad de que se tratara de una broma.
“¿Esto es una broma? Tengo pánico escénico”, dijo desatando la risa del resto de los actores, y unos segundos más tarde Michael Keaton apareció corriendo hacia el escenario, desatando una ola de aplausos durante su “entrada triunfal”.
“Lo siento, tuve que hacer una visita rápida al baño, y estaba lleno, por cierto”, relató acomodándose el smoking y tomando el premio de las manos de Hayek, quien se hizo a un lado para que el actor tomara su lugar frente al micrófono y comenzara con sus agradecimientos.