Las personas han decidido tomar algunas medidas para evitar el contagio, debido a esto hay escasez de cubrebocas y gel antibacterial en farmacias y tiendas de conveniencia, por lo que la mejor alternativa es hacerlos de forma casera.
Ciudad de México, 1 de marzo (SinEmbargo).- Después de la llegada del coronavirus a México y cuatro casos oficialmente confirmados, muchas personas han decidido tomar medidas de precaución para cuidarse del contagio.
Cabe destacar que también han realizado algunas compras de pánico y por dicha cuestión hay desabasto de cubrebocas y gel antibacterial en diversas farmacias del país, por lo que una gran alternativa es hacerlos de forma casera.
Otra de las recomendaciones es lavarse de forma continua las manos, pero eso no siempre es posible por muchas razones, por lo que también un gel desinfectante hecho en casa podría ser una gran alternativa.
CUBREBOCAS
Para realizarlo es necesario tela magitel o pellón, tijeras, resorte, regla y lápiz. Posteriormente se cortará la tela en medidas de 20 centímetros de largo y 15 de ancho si es para niño o 18 por 12 si es para adulto.
Se hace un doblez de aproximadamente un centímetro en los costados, se realiza un agujero en las esquinas para que a través de ese espacio pueda pasar el resorte que tiene que medir de 60 a 70 centímetros para la máscara infantil o 50 a 60 para adultos, se queman los extremos para evitar que se deshilache, se cose y finalmente se amarra.
El tapabocas se ajustará a cada persona dependiendo su rostro, es necesario que cuando se vaya a desechar sea de forma segura e higiénica, además no se debe tocar la parte frontal de la mascarilla.
Al terminar este proceso se deben lavar y desinfectar las manos.
GEL ANTIBACTERIAL
Para hacer el desinfectante se requieren 90 mililitros o de 6 a 13 cucharadas de alcohol etílico, 3/4 de cucharadita de carbopol, 1/4 de cucharadita de glicerina pura y 1/4 de cucharadita de trietanolamina, todos los ingredientes se pueden conseguir en farmacias o droguerías.
Los utensilios que se utilizarán son un tazón grande de vidrio, un colador de malla fina, un recipiente chico de vidrio, un agitador de globo y un envase de plástico con botón a presión con capacidad de 100 mililitros.
El colador se coloca arriba del tazón chico, se vierte el carbopol y con la ayuda de una cuchara se deshacen los grumos; en el recipiente grande se vacía, posteriormente se va agregando el carbopol, la glicerina y se va revolviendo poco a poco.
Después de que todo esté disuelto y ya no se vean grumos, se agrega la trietanolamina y se va a comenzar a formal el gel.
Se guarda el antibacterial en la botella de plástico y se tapa; si la textura se siente muy espesa, se puede echar un poco más de alcohol hasta que tome la consistencia requerida.
Para mantener las medidas de higiene es importante lavarse las manos y después utilizar el gel cubriendo principalmente las palmas de las manos y las yemas de los dedos, dejando que se seque y agitando las manos.