El martes pasado, la agencia calificadora Moody’s redujo sus expectativas de crecimiento para México de 2.2 a 1.7 por ciento para el 2019, principalmente por la desaceleración de la inversión privada, informó Jaime Reusche, analista para México. Un día antes, el banco estadounidense Goldman Sachs informó el recorte de sus pronósticos para el crecimiento económico de México durante 2019.
Ciudad de México, 1 de marzo (SinEmbargo).- La calificadora Standard & Poor’s (S&P) revisó su perspectiva de calificación para México de estable a negativa por las previsiones de menor crecimiento económico y los cambios en la política pública para el sector energético, lo que implicaría una posible reducción a la nota de México en una siguiente evaluación.
La agencia dejó la calificación soberana del país en BBB+. Sin embargo consideró que hay un tercio de posibilidades que la rebajé el año próximo.
En un comunicado, difundo por medios nacionales, la calificadora anunció que su revisión negativa refleja su opinión “de que los potencialmente mayores pasivos contingentes y una menor previsión de crecimiento económico podrían erosionar el perfil financiero del soberano”.
“De tal forma que esto podría llenarnos a bajar la calificación”, previó.
La firma también detalló que las políticas del Gobierno Federal que están encaminadas a reducir la participación de la iniciativa privada en el sector energético “aunado a otros eventos que han disminuido la confianza de los inversionistas, podría aumentar los pasivos contingentes del soberano y reducir el crecimiento económico”.
También dijo que la nueva estrategia para el sector “pone una carga financiera adicional sobre Petróleos Mexicanos, la cual tiene un legado de débil desempeño operativo y financiero”.
“Pemex continúa soportando una pesada carga fiscal, a pesar de una reciente cambio en su política tributaria que modestamente mejora su flujo de caja”, alertó.
Por ello, añadió, espera “que la administración López Obrador implemente pragmáticamente políticas económicas que equilibren las prioridades sociales con la necesidad de la estabilidad macroeconómica en México”.
El martes 26 de febrero, la agencia calificadora Moody’s redujo sus expectativas de crecimiento para México de 2.2 a 1.7 por ciento para el 2019, principalmente por la desaceleración de la inversión privada, informó Jaime Reusche, analista para México.
“Hay una relación en una desaceleración y la recaudación del gobierno. Si vemos una mayor desaceleración a la que proyectamos nosotros esto podría presionar la recaudación y por ende el buen manejo de sus finanzas, lo cual presionaría la perspectiva crediticia de México”, advirtió el analista.
Explicó que si bien se tiene un periodo de pausa en el crecimiento de un país siempre que hay un nuevo gobierno, pero en particular éste lo ven más prolongado.
Un día antes, el banco estadounidense Goldman Sachs informó el recorte de sus pronósticos para el crecimiento económico de México durante 2019.
Goldman Sachs observó que el panorama para las tasas de interés para México disminuirá en 1.7 por ciento y prevé que la economía nacional crezca un 1.5 por ciento
El 22 de febrero Moody’s afirmó que las medidas de apoyo y rescate para Pemex, anunciados en días pasados por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, son negativas para la calificación crediticia del país.
La calificadora Fitch Ratings, misma que rebajó la calificación de Pemex consideró insuficiente el plan de rescate, por lo que anunció que la calificación crediticia de la empresa se mantiene sin cambios.