Israel, con el mayor porcentaje de población vacunada en el mundo, puede brindar un vistazo de la eficacia real de las vacunas y la vacunación masiva para el control de la pandemia. Con el 30 por ciento de su gente inoculada en un mes, los primeros resultados preliminares de la efectividad de la vacuna de Pfizer y BioNTech resultan muy alentadores y dan cuenta de efectos secundarios casi insignificantes.
Por Pablo Duer
Jerusalén, 1 feb (EFE).- Con más del 30 por ciento de su población inoculada en tan sólo un mes y medio, Israel está funcionando como un laboratorio global de la vacuna: las primeras cifras demuestran su efectividad pero los expertos insisten en que aún falta información concluyente.
“Debemos esperar más tiempo para poder analizar más información”, aclaró a Efe Nachman Ash, actual coordinador nacional para la pandemia en Israel, país líder mundial en porcentaje de población inoculada.
Sólo 317 de 715 mil 425 israelíes, un 0.04 por ciento, contrajo coronavirus pasada una semana de recibir la segunda dosis de la vacuna. Y de los 317, únicamente 16 debieron ser hospitalizados.
Estos son los primeros resultados difundidos por el Ministerio de Sanidad tras inocular a más de tres millones de personas con la primera dosis de la vacuna de Pfizer, y a casi dos millones también con la segunda.
Uno de los principales proveedores de servicios de salud del país, Maccabi, informó de que de unas 248 mil personas que recibieron la segunda dosis, tan sólo 66 contrajeron el virus pasada una semana y ninguna evidenció síntomas severos ni debió ser hospitalizada.
Maccabi comparó estas cifras con un perfil demográfico similar que no había recibido la vacuna e identificó que quienes no habían sido inmunizados tenían 11 veces más de posibilidades de contraer coronavirus.
Según estos números, la efectividad de la vacuna se ubica por ahora en torno al 92 por ciento, aunque restan aún semanas para poder compararla con el 95 por ciento previsto por Pfizer, medido 28 días después de administrada la segunda dosis.
“Estos son números muy prometedores”, señaló a Efe Arnon Shahar, encargado del área de Maccabi que se ocupa del coronavirus.
Shahar destacó la responsabilidad de Israel en proveer al mundo de cifras actualizadas sobre la efectividad de la vacuna, ya que “hay un interés muy importante por ver cómo resulta. “Si esperamos a ver qué pasa con la vacuna en Europa pasarán meses”, explicó.
“Si terminamos la vacunación en un mes y medio y logramos la inmunidad colectiva creo que esto será un impulso importante para Europa y eso acelerará sus campañas de vacunación”, agregó.
La difusión de estas cifras, de las que se han hecho eco autoridades en todo el mundo, también ha generado una reacción de cautela por parte de algunos especialistas, entre ellos Nadav Davidovitch, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad Ben Gurión y asesor del Gobierno en la gestión de la pandemia.
“Creo que son números preliminares y debemos esperar a los definitivos, analizar bien la metodología y considerar múltiples factores”, dijo a Efe, e insistió en que los resultados importantes serán los que se difundan en publicaciones científicas con revisión de pares.
Davidovitch pidió precaución en la difusión de informaciones, tras la polémica que generó en Israel la publicación de resultados de efectividad sólo con una primera dosis, que posteriormente fue desmentido.
Porque “muchos países tienen escasez de vacunas” y esta información les resulta fundamental, explica, ya que “pequeños cambios en porcentajes de efectividad pueden hacer mucha diferencia”.
Otros, como el excoordinador nacional para la pandemia, Roni Gamzu, o el presidente del centro médico Shaare Zedek de Jerusalén, Jonathan Halevy, creen que los resultados obtenidos hasta el momento son lo suficientemente sólidos no sólo para definir las políticas del Gobierno israelí sino también para compartirlos.
“La información es fiable y es de vital importancia para Israel y para el resto del mundo”, mencionó a Efe Gamzu.
Todos los especialistas consultados, además de mostrarse entusiasmados con los resultados iniciales, coinciden en dos cosas: los efectos adversos de la vacuna de Pfizer son prácticamente insignificantes y la información disponible hasta el momento es insuficiente para comenzar a sacar conclusiones sobre el efecto que pueda tener en la transmisibilidad del virus.