Han transcurrido más de tres meses desde la desaparición de Amayrani. Sus familiares denuncian que las autoridades han sido omisas y que no hay avances en la averiguación.
Amayrani desapareció en el Estado de México, un estado donde el número de feminicidios pasó, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de 117 víctimas en 2018 a 125 en 2019, lo que representa un alza de 6.83 por ciento.
Por Beda Peñaloza
ECATEPEC, Estado de México, 1 de febrero (AFondo).- Una pesadilla vive la familia de Amayrani, quien desde hace más de tres meses desapareció misteriosamente después de visitar a una amiga en la colonia Pajaritos.
Amayrani Dichi Alcocer, de 24 años, salió acompañada de su hijo de 5 de la unidad habitacional Urbi Villas de Ojo de Agua, en el municipio de Tecámac, rumbo a la zona de Ciudad Cuauhtémoc a visitar a una amiga el 7 de octubre de 2019.
Anastasia, abuela de Amayrani, dio a conocer que solo supieron que su nieta dejó encargado a su pequeño con una amiga a la que visitó y la que la vio por última vez.
Amiga que después de la medianoche, al ver que Amayrani no regresaba por su hijo, se trasladó a la casa de los abuelos paternos que viven en esa zona de Pajaritos, cerca de Ciudad Cuauhtémoc, y les entregó al menor.
Ante esta noticia, su familia se preocupó al saber que Amayrani había desaparecido de manera extraña.
Trataron de localizarla a través de llamadas a su celular pero fue en vano porque el teléfono siempre estuvo apagado.
El martirio comenzó al buscarla con amigos y familiares quienes no tenían noticias del paradero de la madre, por lo que se trasladaron al Centro de Justicia de San Cristóbal centro, donde se encontraron con la apatía de servidores públicos quienes se negaron a iniciarles la denuncia y los enviaron al MP de San Agustín, de ahí a Tecámac y luego a Zumpango donde por fin les realizaron la carpeta por la desaparición.
Expediente que no fue tomado en cuenta por el desinterés que mostraron empleados de la Fiscalía para apoyar a la familia en la búsqueda y dejaron pasar días prioritarios que ayudarían a su pronta localización.
Sus familiares han visitado hospitales y Semefos, además han recorrido varios municipios y la Ciudad de México e inclusive han participado en marchas de desaparecidos, con la esperanza de encontrarla.
Han transcurrido más de tres meses y no hay pistas sobre el paradero de Amayrani. La última vez que se le vio vestía pantalón de mezclilla, blusa a cuadros y una chamarra color morado.
Doña Anastasia recalcó que a pesar de las autoridades omisas, que no tienen no tienen avances en la averiguación, continuarán buscando a su nieta Amayrani y no descansarán hasta localizarla.
