Un estudio reveló cómo con la COVID-19 la desigualdad en Silicon Valley creció dos veces más rápido que en todo Estados Unidos en los últimos 10 años. La pandemia propició además el incremento en la renta de algunas casas y apartamentos, lo que afectó severamente a familias de bajos ingresos.
Silicon Valley, 1 de enero (SinEmbargo).– La guatemalteca María García trabaja limpiando oficinas en el Silicon Valley, una de las zonas con mayor concentración de riqueza en el mundo. Y sin embargo, la vivienda García, una casa rodante que comparte con su esposo e hijo de 2 años, no cuenta con los servicios más básicos: agua potable y drenaje.
Este reportaje gráfico, con fotografías captadas a lo largo del 2020 y 2021, recoge los estragos en los migrantes latinoamericanos que radican y trabajan en el Silicon Valley, como María García, causados por la crisis de vivienda que se agudizó con la pandemia de COVID-19.
Silicon Valley se ubica al norte de California y se le considera la meca de la tecnología mundial. Aquí se encuentra la sede de algunas de las compañías más lucrativas del planeta, como Google, Facebook (ahora Meta) y Apple, las cuales, por cierto, han multiplicado sus fortunas durante la pandemia.
Es una región dispersa entre las ciudades de San José y San Francisco, donde hay múltiples suburbios en constante remodelación, oficinas semi vacías ultramodernas, lujosos vecindarios y algunas de las universidades de mayor prestigio en el país.
Una de las características del Silicon Valley es su gran diversidad étnica que incluye a miles de latinoamericanos, la mayoría centroamericanos y, sobre todo, mexicanos de Michoacán, Oaxaca, Morelos, Jalisco y el Estado de México.
El trabajo de este sector de la población suele ser en servicios —con bajos sueldos comparados con el alto costo de vida en la zona— tales como: preparación de alimentos, mantenimiento, limpieza, construcción, manufactura y transporte.
Según el Índice de Silicon Valley 2021, publicado por el Instituto de Estudios Regionales de Joint Venture Silicon Valley, la COVID-19 profundizó las enormes desigualdades que ya existían en Silicon Valley antes de la pandemia.
El documento muestra que la desigualdad en la zona creció dos veces más rápido que en el país en los últimos 10 años. Esto, según el estudio, generó que problemas como el desempleo, el hambre y la falta de vivienda se magnificaran en el contexto de la COVID-19.
Nazanin Salehi, abogada del Programa de Vivienda de Servicios Legales Comunitarios, aseguró que los latinoamericanos y afroamericanos son las comunidades más afectadas por la crisis de vivienda en la región.
Paradójicamente, mientras la COVID-19 dejó a millones de personas endeudadas, sin empleo o con ingresos menores a los que tenían antes de la pandemia, el costo de la vivienda en Silicon Valley incrementó sustancialmente.
Un informe de la Asociación de Agentes Inmobiliarios del Condado de San Mateo (en el Silicon Valley) indica que el costo promedio de las viviendas en esta zona pasó de 1.4 millones de dólares en el 2019, a 1.7 millones de dólares a finales de 2020.
Este fenómeno generó incrementos en la renta de algunas casas y apartamentos, lo que afectó severamente a familias de bajos ingresos.
El alquiler promedio de un apartamento de una habitación en el Silicon Valley es de 2.700 dólares. Debido a la pandemia “la gente ya no puede pagar esas cantidades. Algunas personas tienen deudas de entre 10 y 20 mil dólares en concepto de alquiler”, dijo Salehi.
“Mi esposo y yo vivíamos en un cuarto, pero la renta iba subiendo y subiendo, hasta que comenzó la pandemia y ya no teníamos cómo pagar las facturas”, señaló García.
Sin más opciones, García y su compañero decidieron vender su auto y pedir un préstamo para comprar, por 10 mil dólares –que aún siguen pagando–, una casa rodante modelo 1995. Pensaban vivir en un tráiler park –estacionamiento para RV privados–, pero su vehículo no fue admitido ya en estos lugares únicamente aceptan modelos 2010 en adelante.
Así fue como ella, su compañero y su bebé, terminaron viviendo con su vehículo en el “estacionamiento seguro”, un programa de la ciudad de Redwood City que consiste en un lote cercado con una valla, suelo de tierra y sin servicios de agua potable, drenaje ni electricidad, creado de manera provisional para que las personas que viven en sus vehículos no pernocten en las calles.
Silicon Valley ha sido siempre una amalgama de opulencia y miseria. La opulencia ha estado a la vista. La miseria, en cambio, se mantenía oculta, a puerta cerrada, en el closet, pero la pandemia por COVID-19 la destapó.