LLAMAS: BEISBOLISTA DE CUNA QUE LLEGÓ A LA NBA

02/06/2013 - 12:00 am

Horacio Llamas creció jugando beisbol en Sinaloa. Es un verdadero fan del Rey de los Deportes, pero su físico lo llevó al basquetbol, deporte que lo convirtió en el primer mexicano en pisar una duela de la NBA.

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Foto: http://mexicanazo.blogspot.mx

Ciudad de México, 2 de junio (SinEmbargo).– Con sólo 12 años el niño ya medía dos metros de altura y era muy bueno pegando home runs. Desde Rosario, Sinaloa, en su equipo, los “Peli-canos”, y como cuarto bat comenzó a probar su potente y largo brazo. Sin embargo, su gran tamaño le pasó factura en el mundo del beisbol para inclinarlo por el deporte que lo catapultó en la historia del deporte en México.

Es Horacio Llamas Grey, el primer basquetbolista mexicano en jugar en la NBA (National Basketball Association), la mejor liga del mundo del baloncesto, quien comparte sus inicios deportivos con historia beisbolera a SinEmbargo, mientras en cada palabra denota pasión y alegría, como si aquellos home runs, los grandes batazos y hasta los ponches, volvieran a su mente con la misma fuerza. Es la historia, que pocos conocen, “sólo mis vecinos y amigos”, dice.

Recuerda su largo trayecto por el mundo del beisbol, antes de cambiar los cuadrangulares por las clavadas.

“Desde que estaba chiquito fui muy bueno para conectar home runs, pero conforme fui creciendo mi zona de strike también fue aumentando”, platica Horacio Llamas, el mexicano que hizo historia cuando el 2 de marzo de 1997 saltó a la duela con los Suns de Phoenix de la NBA. Horacio fue el primer jugador mexicano en participar en la liga de las estrellas, esa donde Michael Jordan rompió todos los récords habidos y por haber.

Pero Horacio, quien nació el 17 de julio de 1973, es beisbolista de origen, “de cuna”, asegura.

llamas_dato1aJugó beisbol de los cinco a los 15 años, antes de cambiar de disciplina. “Jugaba la primera base y era cuarto bat, aunque siempre tuve la espinita de lanzar, pero no pude controlar mis rápidas pichadas”, recuerda y esboza una sonrisa.

“Jugué beisbol desde la categoría pingüica hasta instruccional. Estuve 10 años en ese deporte, pero cuando me comenzaron a ponchar más seguido dije: ‘hasta aquí’”, recuerda el sinaloense al tiempo que comparte una anécdota que, dice, le parece ocurrente:

“Fuimos a jugar a Mazatlán. Cuando para ganar un partido el manager me mandó a tocar para que avanzara un jugador quise hacerlo a la primera pichada y fallé. Lo volteo a ver y me hace la seña de que vuelva a tocar; no hice caso y cuando el pitcher me lanzó la bola decidí que le pegaría con todo”, dice Horacio y rápido agrega orgulloso: “El resultado fue el home run más larga que había pegado. Tenía 11 años y creo saqué la bola del estadio. Tenía buen brazo”.

–¿Por qué terminó esa etapa, si pegabas tan fuerte?

–Lo más triste fue cuando me comenzaron a ponchar más de lo que le pegaba a la bola y era peor cuando uno de mis mejores amigos me ponchaba. Me enojaba tanto que me agachaba a recoger piedrecitas y le tiraba a darle.

El primer basquetbolista mexicano que pisara una duela en la NBA sonríe abiertamente y añade: “En serio lo hacía, hasta que mi mamá se metía a detenerme”.

Se reconoce amante del beisbol por crecer en tierras 100% beisboleras y aunque no podía ir seguido a Mazatlán para ver a los Venados, estaba pendiente de los juegos y reconoce: “Por alguna Razón siempre me gustaron los Tomateros de Culiacán, pero más adelante –cuando ya estaba en Arizona, en Estados Unidos– iba mucho a Hermosillo; me gustaba ver a los Naranjeros”.

llamas_dato2aHoracio Llamas Grey cuenta que tiene muchos amigos peloteros. Especialmente conoce a Karim García y sobre todo a Erubiel Durazo, con quien compartió escuela.

“Erubiel y yo fuimos al mismo colegio al mismo tiempo, en Tucson (Arizona). Tomamos clases juntos y nos hicimos buenos amigos desde entonces”.

Sobre su equipo favorito de la liga mexicana de beisbol, Horacio acepta: “Aquí en Cancún mi familia y yo vamos mucho a ver jugar a los Tigres. He llegado a tomarles mucho cariño y me tocó ir a casi todos los juego de la post temporada cuando quedaron campeones”, dice el basquetbolista de origen beisbolista.

“Conozco a varios de los jugadores así como a su manager Matías Carrillo, quien ha hecho un trabajo enorme con el equipo. Me gusta mucho la organización de Tigres”, reconoce el ahora fan Tigre.

BASQUETBOL, EL DEPORTE QUE LO DIO A CONOCER

Aunque Horacio acepta que fue mucho mejor basquetbolista, piensa que el beisbol es un deporte más importante que el baloncesto y que muchos más.

“Creo que el beisbol es el deporte que más se practica en el norte, por algo es el Rey de los Deportes.Tienen una dinámica impresionante, los peloteros juegan cinco días a la semana y sólo tienen dos días de descanso, y muchas veces lo usan para viajar; es pesado pero es el mejor”.

Recuerda como a sus 12 años, y con dos metros de estatura, comenzó a voltear al deporte ráfaga, ya que sus condiciones físicas eran evidentes para practicarlo. “Algunos amigos de la secundaria me invitaron a jugar basquetbol y de ahí ya no lo dejé. Al poco tiempo estuve jugando con personas mayores que yo, lo que me hizo mejorar mucho más rápido”.

“El Becerro”, como lo apodan, es hijo de un veterinario sinaloense y una maestra jubilada, de quienes recibió siempre apoyo, no sólo económico sino emocional.

llamas_dato3aHoracio llegó a la NBA después de demostrar su valía en diversos momentos de su proceso previo. Llamas Grey se trasladó a Estados Unidos en su adolescencia. Jugó durante dos años en el Pima Community College en Tucson, Arizona, donde ganó los honores de la Arizona Community College Athletic Conference, durante su primera y segunda temporadas. No asistió al College NCAA, como la mayoría de jugadores de la NBA; en cambio escogió la NCAA Division II Grand Canyon University, donde consiguió ser el jugador del año de la NCAA división II durante la temporada de su último curso.

Con el equipo nacional mexicano participó en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1993, organizados en  Puerto Rico.

Y aunque su paso por la NBA fue efímero, Horacio será siempre recordado por ser el primer mexicano en llegar a esa liga. Con los Soles de Phoenix tuvo dos temporadas, 1996-1997 y 1997-1998, donde jugó 28 partidos. Tuvo un total de 143 minutos en los dos años.

Actualmente forma parte de los Pioneros de Quintana Roo, equipo de la liga mexicana de basquetbol y asegura que ve a este deporte en México con atención, pero también con una gran preocupación.

EL BASQUET MEXICANO EN CRISIS

“En México no hay planeación, ni seguimiento, menos capacitación a niveles nacionales e internacionales de alto nivel. Últimamente se dice que el basquetbol ha mejorado en varios aspectos, pero yo pienso que hasta que se haga una planeación a mediano y largo plazos con su seguimiento se podrán exigir resultados”, afirma.

Horacio Llamas estudio “Recreatión” en los Estados Unidos, que en México es “como la educación física” y quiere ayudar desde su persona. “En el verano me gusta ayudar a los niños y jóvenes a que mejoren en este deporte. Lo hago aquí en Cancún (lugar donde radica) y en Sinaloa, además de otros estados en campamentos y clínicas que hacemos todos los veranos”.

“El Becerro” ve una solución sencilla para el baloncesto, ya que afirma que el talento de los mexicanos sólo necesita seguimiento.

“Se debe observar y acompañar a los niños desde temprana edad hasta que salgan de la universidad, además de que, al mismo tiempo, debe atenderse todas las áreas, desde jugadores, entrenadores y administrativos”.

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–¿Cuál es el principal problema que enfrentan los jóvenes que tienen talento?

–Muchos se quedan a jugar en la liga nacional, quizás porque se les ofrece un contrato a temprana edad y esto puede ser un motivo por el cual varios se queden aquí en lugar de ir a estudiar a Estados Unidos, y ser detectados por un cazatalentos de la NBA.

El basquetbol de México sólo ha exportado a tres jugadores aztecas a la mejor liga del mundo, y parece que este ritmo seguirá.

Por eso Llamas advierte: “Debe trabajarse desde los niños, ahí empieza todo, sino será muy difícil ver más mexicanos en la NBA.. seguirán dándose jugadores a cuentagotas”.

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