Ciudad de México, 31 de octubre (SinEmbargo).– Al conflicto de seguridad, violencia e indefensión que viven los michoacanos desde hace años y que se ha agudizado en 2013, especialmente en los últimos días, se suma una batalla política que ya había enfrentado desde el martes al Gobernador priista Fausto Vallejo Figueroa con el Partido Acción Nacional (PAN), pero que ayer alcanzó niveles de insultos y acusaciones mutuas.
Para Vallejo Figueroa, el conflicto de violencia e inseguridad en la entidad se reduce a unos cinco o seis municipios de la entidad y, además, está siendo enfrentado con eficiencia gracias al apoyo del gobierno federal, encabezado por Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, para los políticos miembros del PAN y del Partido de la Revolución Democrática, la crisis se extiende por todo el estado y es urgente que tanto el gobierno local como la Presidencia de la República asuman el problema y ofrezcan soluciones inmediatas.
La fracción del Partido Acción Nacional (PAN) pidió desde hace dos días la desaparición de poderes en el estado a causa del recrudecimiento de la violencia, mientras que el PRD, a través de los legisladores michoacanos como Silvano Aureoles Conejo, criticó el abandono en el que está sumida la entidad y pidió analizar la propuesta panista "si hay ingobernabilidad".
Pero no todos los políticos han reclamado a Fausto Vallejo con diplomacia. Ayer, la Senadora panista Luisa María Calderón acusó a Vallejo de engañar a la ciudadanía al decir que la violencia se concentra sólo en cinco o seis municipios y denunció que su regreso al gobierno local fue pactado, incluso, con el crimen organizado.
“Son todos. Son los 113 municipios los que tienen problema y así me lo han dicho los alcaldes”, aseguró la legisladora, quien compitió en 2011 contra Vallejo por la gubernatura de Michoacán.
El Gobernador reviró a la ex candidata a la gubernatura de Michoacán y hermana del ex Presidente Felipe Calderón Hinojosa con el calificativo “mujer miserable”.
“Yo estaba enfermo, ya superé la enfermedad, pero esta mujer está enferma del alma, es una mezquindad, se me hace miserable lo que está señalando”, dijo en una entrevista en MVS.
Al PAN le respondió que no puede aceptar que le haya ganado la contienda electoral a “Cocoa” Calderón, aun cuando ésta contó con toda la maquinaria del Estado en las elecciones pasadas.
Por su parte, el presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) de la Cámara de Diputados, Aureoles Conejo, afirmó que "los michoacanos esperan de la clase política responsabilidad, madurez, compromiso, por encima de cualquier otro interés", y llamó a encauzar la energía en ese sentido.
El perredista hizo un llamado a Luisa María Calderón y a Fausto Vallejo a serenarse y unir esfuerzos en pro de la entidad y aseguró que Michoacán enfrenta un momento de crisis, donde el gobierno estatal se ha visto rebasado por la violencia e inseguridad por la influencia del crimen organizado y el narcotráfico.
La situación del estado requiere reconciliación, construcción de alternativas, consensos y acuerdos "para encontrarle la mejor salida a la crisis".
Abundó que este "momento de quiebre" debe aprovecharse para convocar a los ciudadanos, organizaciones sociales, empresarios y académicos "a retomar el camino de la construcción" estatal.
PIDEN QUE REGRESE LA PAZ
Pero mientras las acusaciones entre los personajes de la política se vierten, los habitantes de Michoacán exigen que cuanto antes se restablezca la paz.
De acuerdo con el Obispo de Apatzingán, Miguel Patiño Velázquez, la ola de violencia que azota a Michoacán ha cobrado la vida de cinco sacerdotes y ha complicado la labor social de la iglesia en el estado.
Para el representante católico, Michoacán tiene todas las características de un Estado fallido y los hechos que han ocurrido en los últimos días confirman que el gobierno no tiene el poder para regresar la tranquilidad al estado.
“Desde mayo tenemos la presencia de las fuerzas federales (policía federal, ejército y marina) con una estrategia para devolver la paz a Michoacán. Su presencia se constata por todas partes, pero hasta la fecha no hemos visto la efectividad de su estrategia porque no se ha capturado a ninguno de los capos principales del crimen organizado, aun sabiendo dónde se encuentran; prácticamente en su presencia se extorsiona, se cobran cuotas, se secuestra y se levanta a personas”, publicó en una carta el Arzobispo.
Tan sólo el fin de semana, según el líder comunitario de Tepelcatepec, José Mireles, se registraron 23 muertes luego del enfrentamiento de Apatzingán el sábado y la serie de ataques a instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Además, el martes pasado se dio a conocer el asesinato de cinco hombres en el municipio de La Piedad.
A mitad de año, el gobierno mexicano implementó una estrategia de seguridad en la entidad en la que desplegó miles de militares y policías en el área para que contrarrestar las acciones del crimen organizado. Pero la violencia no ha frenado.
MICHOACÁN, OTRA VEZ EN LA AGENDA NACIONAL
A mitad de año, el nacimiento de las guardias comunitarias que evidenció la crisis en la que viven miles de michoacanos en la entidad, se montó a la agenda no sólo nacional, también la prensa extranjera retomó la situación que se vivía.
En julio de este año, el líder general del Consejo Ciudadano de Tepelcatepec aseguró que desde hace meses los habitantes de la comunidad se baten a diario contra Los Templarios y denunció los problemas a los que se enfrentan a diario.
Sin embargo, con los ataques del fin de semana y los muertos reportados, el tema de Michocán volvió –junto con el Gobernador Fausto Vallejo– a ocupar las primeras planas de los diarios.
La delincuencia organizada ha sido una constante desde el sexenio pasado comandado por Felipe Calderón Hinojosa. La entidad es presa de ataques, enfrentamientos y extorsiones que van desde el cobro de un peso por kilo a cortadores de limón y aguacate que incendiar bodegas y camiones de grandes empresas como Sabritas.
En 2006, Calderón Hinojosa puso en marcha en el estado el “Operativo Conjunto Michoacán” en el que participaron 10 corporaciones federales estatales y municipales con la intención de combatir el narcotráfico en la entidad “por cielo, mar y tierra”.
Este año, el Presidente Enrique Peña Nieto, también eligió a esta entidad como uno de los puntos clave de su combate a la seguridad, pero los resultados no saltan a la vista y los comunitarios siguen en las calles.
Sin embargo, la situación no ha cambiado en casi 7 años de estrategias para frenar la violencia en Michoacán y por el contrario la presencia de guardias comunitarias ha repuntado en la entidad como medida para defenderse de grupos criminales.
Las policías comunitarias nacieron en febrero pasado en la región de Tierra Caliente, llamada así por sus temperaturas de hasta 40 grados centígrados, ante la ola de secuestros, homicidios, extorsiones y otros delitos cometidos en la zona por Los Caballeros Templarios.
Cherán fue una de las primeras localidades en levantarse en armas, debido a que se niegan a servir o asociarse con La Familia Michoacana o Los Caballeros Templarios para producir aguacate o marihuana.
Los Templarios exigen 1.50 pesos por pie de la planta de aguacate cultivada en vivero; mil 500 pesos por hectárea para los productores que no exportan y hasta 3 mil pesos para quienes han enviado su producto fuera del país en el pasado sin importar que en la temporada hayan producido o no.
