Fue en el Estado de México, el gobernado por Alfredo del Mazo Maza. Era 5 de octubre del 2017 cuando Miguel Miguel Ángel Ángeles Valadez, de 37 años de edad, fue plagiado. A la fecha, seis meses después, no se sabe qué ocurrió después de que los secuestradores cortaron el enlace con la familia.
Ciudad de México, 31 de marzo (SinEmbargo).- Pasaron seis meses desde que plagiarios pidieron un millón de pesos para liberar a Miguel Ángel Ángeles Valadez.
Los criminales se pusieron en contacto uno, dos, tres días seguidos. Intimidaron a la familia. Apresuraron el pago, pero antes de que la negociación pudiera avanzar, dejaron de llamar…
A las seis de la mañana del 5 de octubre del 2017, Miguel Ángel, de 37 años de edad, salió de su domicilio en el municipio de Zumpango de Ocampo, en el Estado de México. Debía caminar unas cuatro cuadras para recoger un vehículo de la casa de Manuel, su hermano mayor, pero algo ocurrió.
Dos horas después de que el joven dejara su puerta en la colonia C.T.C. Pinturas, en territorio mexiquense, su madre intentó localizarlo. No obtuvo noticias hasta que el teléfono sonó. Ahí comenzó la pesadilla.
“Llaman a mi mamá. Le dicen que ya tenían secuestrado a Miguel. Ella le dice a mi hermano Manuel lo que había pasado, que se saliera a dar una vuelta para ver si lo alcanzaba o si lo veía. Sale Manuel, con su carro, y lo busca, pero ya no ve nada”, relató Cynthia Guadalupe, hermana de Miguel Ángel, el año pasado a SinEmbargo.
El crimen ocurrió en una entidad en la que se registraron 163 casos de secuestros en 2017, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
MIGUEL ÁNGEL
Tez morena clara. Ojos mediados, cafés. Cabello negro, lacio. Mancha oscura del lado derecho de la espalda y lunar en lado izquierdo de la boca. Así es descrito Miguel Ángel en la ficha de registro (222/DS/2017), emitida por la Procuraduría General de la República (PGR).
El joven nació el 26 de octubre de 1980, estaba a días de cumplir los 38 años cuando desapareció. Es administrador de empresas. Pero se dedica a la docencia -no frente a grupo-. Sus papás son profesores y ellos fueron los que, de cierta manera, lo involucraron.
Trabajó mucho tiempo para el magisterio estatal. Ejercía las funciones de vinculador y con su actual ascenso desempeñaba la función de subdirector escolar. Recorrió escuelas desde Tlapanaloya hasta Ozumbilla. Su esfuerzo estaba encaminado, decía, a un día poder irse al frío de Canadá.
En su currículum se apuntan, además, la gerencia en TFI México, una empresa transnacional que se dedica a la transportación nacional e internacional de fletes. También fue consultor senior y laboró para Competitividad XXI, en el Estado de México.
“Es un chico tranquilo. Tiene mucha fortaleza espiritual y física. Siempre le echa muchas ganas a todo lo que hace. Me han llegado mensajes y mucha gente se expresa muy bien de él. Era muy bromista. Era muy relajiento. No se dejaba de nadie, pero no tenía problemas con nadie”, describió Cynthia Guadalupe, su hermana.
Miguel llegó a pesar hasta 115 kilos, recordó Cynthia. Sin embargo, y después de dedicar sus tiempos libres al deporte, recuperó su salud. El baloncesto y las carreras de Spartan se convirtieron en sus hobbies. Incluso llegó a colgarse medallas. De eso dan cuenta las fotografías, los recuerdos que guardan los integrantes de la familia, quienes hoy están desesperados por saber qué pasó.
“Nosotros tenemos la esperanza de que él está con vida. No sabemos si está bien o mal porque es una persona que tienen en cautiverio, pero la verdad tenemos mucha esperanza y mucha fe en que él va a regresar. Nosotros lo vamos a recibir para que él esté bien”, aseguró Guadalupe.
SE CORTÓ LA COMUNICACIÓN
En su toma de protesta, el priista Alfredo Del Mazo Maza dijo que en 90 días entregaría resultados en materia de seguridad en el Estado de México, pero los mexiquenses aún son presa de la criminalidad. En las jornadas 20, 21 y 22 del plazo, por ejemplo, la familia de Ángeles Valadez estuvo al tanto de una voz que sólo hablaba para amenazar y exigir el pago.
“Fueron tres días que tuvimos comunicación con ellos. De ahí, a la fecha, no sabemos absolutamente nada de mi hermano. Inicialmente pidieron 1 millón de pesos. Al día siguiente se bajaron al medio millón. Y ya después no supimos. Se perdió la comunicación total”, relató la hermana, quien abrió la página de Facebook Buscando a Miguel Ángel Ángeles Valadez para difundir su caso y otros.
Desde el primer momento, el círculo cercano de Miguel Ángel acudió ante las autoridades.
Cynthia y Manuel, los hermanos, intentan que el rostro de Miguel Ángel llegue a más personas. Además de la página en redes sociales, se pusieron la tarea de colgar lonas, repartir volantes y visitar los lugares que frecuentaba el joven. Buscan pistas. Indicios que los lleven hasta su paradero.
