El pasado 16 de marzo, en medio de una crisis ambiental no vista en el Valle de México en los últimos 14 años, un millón de autos salió de circulación. Pero los niveles de contaminantes no disminuyeron en el aire. Especialistas en el tema dicen que la respuesta es clara: no son los autos particulares los principales generadores de la crisis. Es el transporte público que, sin control ambiental –aunque sí con control político–, circula sin restricciones y apenas se le toca con el pétalo de una rosa. Organizaciones civiles y especialistas medioambientalistas coinciden en que es un transporte público eficiente y menos contaminante la respuesta a los problemas de la megalópolis, y no castigar a la clase media, que es la que tiene un auto y paga los platos rotos de políticas deficientes.
Ciudad de México, 31 de marzo (SinEmbargo).– Organizaciones no gubernamentales, académicos, expertos, industriales y políticos calificaron de “aislada” e “insuficiente” la medida anunciada el día de ayer por la Comisión Ambiental de la Megalópolis (Came), que ordenó que todos los vehículos que circulan en la Ciudad de México y la zona conurbada del Estado de México permanezcan parados un día a la semana, sin importar su holograma.
La Comisión de la Megalópolis determinó sacar de circulación cerca de un millón de autos en una zona con un serio problema de transporte público, y donde el transporte de carga y de personas agregan la cuota más importante de contaminantes al medioambiente.
El Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, respondió a los reclamos: “Que si somos muy impositivos, ni modo”. Argumentó que es una ciudad donde están conviviendo 5 millones y medio de vehículos y sería mucho más grave “poner en riesgo a la población”.
Los vehículos con holograma cero y doble cero habían estado exentos del Hoy no circula al ser certificado como automóviles de baja emisión de contaminantes. Sin embargo, con las nuevas regulaciones todos el parque vehicular debe acatar la medida, incluso si cuentan con el engomado de excepción. A los autos también se les impedirá circular un sábado al mes.
La medida entrará en vigor el próximo martes y se mantendrá hasta el 30 de junio. No obstante, los vehículos de carga, el transporte público y privado, y los empleados por los servicios de emergencia, médicos, seguridad pública, bomberos, rescate, protección civil y servicios urbanos quedan exentos del programa.
La Senadora capitalina Gabriela Cuevas cuestionó hoy en su cuenta de Twitter: “¿De cuántos automóviles disponen los funcionarios capitalinos que deciden arbitrariedades para salir de la coyuntura? Si @ManceraMiguelMX quisiera arreglar los problemas ambientales de la Ciudad: 1. Respeto usos de suelo, 2. Protección suelo de conservación, 3. Políticas tratamiento de agua, 4. Incentivos a prácticas verdes, 5. ¡Seguridad en transporte público! #HoyNoGobierna”.
“Que [los funcionarios] no puedan utilizar más que el transporte público de #CDMX, a ver si así lo conocen y arreglan”, agregó.
Ayer, el doctor Héctor Riveros, del Instituto de Física de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) dijo que al sacar de circulación a los autos un día a la semana, incluido el transporte público, el tráfico en la ciudad mejoraría pero la contaminación no bajaría. Seguiría igual.
Durante la contingencia ambiental pasada, señaló, el 16 de marzo dejaron de circular más de un millón de autos. Pero los niveles de contaminación fueron muy parecidos ese día a los del anterior.
Este cambio, agregó, fue tan grande debido a las emisiones del transporte público, vehículos que son los más contaminantes.
“El transporte público es el más contaminante. Se deben reducir el azufre en el combustible, limpiar taxis y microbuses, además de usar y crear más líneas de Metro y Metrobús”, concluyó.
También señaló, en entrevista con José Cárdenas, que el día con mayor nivel de contaminación fue el 14 de marzo, pero se declaró contingencia hasta el día 15, y que el motivo del aumento del ozono fue que no había viento y el ozono no se logró diluir.
El historiador Alejandro Rosas dijo en su cuenta de Twitter: “Lo peor del ‘Hoy no circula reloaded’ son las selfies que nos vamos a fumar de políticos orgullosos de usar un día el transporte público”.
Por distintas vías, ciudadanos han mostrado su descontento. Primero salieron los memes del Hoy No Circula, y posteriormente se armaron grupos en aplicaciones de mensajería, como WhatsApp. Uno de los mensajes que más ha circulado en la aplicación dice:
“Un mensaje para ti, que espero llegue a Mancera y sus secuaces: Estamos hartos, sí estamos hartos de sus malos manejos, de su robo descarado, de sus medidas y controles extremistas que solo afectan al nervio de la sociedad que es la clase media. El día de hoy leo en las noticias y mis ojos no lo pueden creer. Durante los próximos tres meses mi libertad de transito estará restringida a pesar de que mi automóvil se encuentra en perfectas condiciones, a pesar de que es casi nuevo y tiene todos sus servicios pagados, a pesar de que he pagado y perdido tiempo y dinero en una verificación innecesaria, sí, innecesaria, ya que mi automóvil no la necesita pero el gobierno de esta ciudad y sus funcionarios se benefician económicamente de esto. A partir del 5 de abril y hasta el último día de junio no podremos circular libremente sin importar que nuestros autos contaminen menos que los camiones del gobierno”.
Agrega: “No es una cadena para alarmarte. Entra a cualquier periódico en este momento vía Internet y corrobora la información. Supongo que durante 3 meses el transporte público será gratuito, ¿cierto? Supongo que en tres meses una Línea de Metro me llevará a Santa Fe [en donde no hay Metro]. Supongo que este año no debo pagar verificación. Supongo que el Gobernador de la CDMX solo tiene un auto y se verá afectado. Supongo que el nuevo reglamento de transito será examinado.
“Hagamos algo. No te quedes callado. Alza la voz transmite este mensaje, que la sociedad se organice y no se deje pisar por medidas populistas que no resuelven el problema. POR FAVOR SE SOLIDARIO Y MANDA ESTE MENSAJE A TUS GRUPOS A TUS CONOCIDOS QUIZA PODAMOS HACER ALGO POR NUESTRA SOCIEDAD”, concluye.
EL NEGOCIO DEL TRANSPORTE
Daniel Zamudio, coordinador de Transporte Eficiente en El Poder del Consumidor, explicó recientemente a SinEmbargo que los “pulpos” del transporte en el Estado de México tienen, además de negocios rentables, el poder para frenar acciones gubernamentales que afecten sus intereses comerciales o incluso partidistas.
“Hay complicaciones políticas con ellos. Para los proyectos debe haber negociaciones entre autoridades y transportistas, por ejemplo, hace unos años el corredor Toluca-Lerma-Zinacantepec, que iba a ser un Mexibús y que ya tenía recursos federales, se canceló porque no llegaron a ningún acuerdo. De hecho por eso en muchas entidades no se avanza en movilidad por estas negociaciones”, dijo Zamudio.
El experto en movilidad aseguró que hoy los líderes transportistas tienen más poder que antes “porque las autoridades no los han frenado al no tener control de las concesiones o un monitoreo en la calidad del servicio que están ofreciendo”. Por otra parte, detalló que las diferencias políticas entre los “pulpos” y nuevos gobiernos también crean conflictos que terminan en infraestructura detenida.
El doctor Bernardo Navarro Benítez, del Observatorio de Transporte y Movilidad Metropolitana y catedrático de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) afirmó que el control político-corporativo de los transportistas no es reciente y siempre ha estado cercano a grupos muy poderosos.
–¿Estas organizaciones son más poderosas que el Gobierno? –se le preguntó.
–No lo sé porque no lo he investigado, pero diré lo que sí he investigado: y pongo un ejemplo, que es el tren Suburbano, el cual es, después de la Línea 12, uno de los proyectos más grandes que se ha hecho en el país. Bien, este tren ha sido un mal negocio porque no ha cumplido con expectativas pensadas y esto es básicamente porque el transporte público no lo alimenta, porque los transportistas decidieron por sus intereses, y eso ha provocado que [el Suburbano] se haya chupado ya un fideicomiso bastante considerable que otorgaron el gobierno del estado y el federal. Y este dinero se gastó porque durante mucho tiempo el tren llevó menos pasajeros de lo que se esperaba. Eso ilustra un poco lo que me pregunta [sobre el poder de los transportistas].
En un análisis sobre el Hoy No Circula, difundido recientemente, el Doctor en Física, Héctor Riveros Rotgé refirió que con este programa parte de la población que utilizaba coches nuevos poco contaminantes se ve forzada a usar “el transporte público altamente contaminante, lo que ocasionó que las emisiones totales fueran prácticamente las mismas”.
El investigador indicó que el estudio de la contaminación en el aire de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) en 1989 no mostró reducciones asociadas a la implantación del “Hoy no circula”
“El programa ‘Hoy no circula’ oficialmente se considera un éxito. Sin embargo, un análisis de la información disponible hace dudar sobre esta interpretación, e incluso puede considerarse que los resultados son muy pobres comparados con los costos incurridos”, indicó Riveros.
Rotgé cita un estudio publicado por la Secretaría del Medio Ambiente en 2006 sobre las emisiones vehiculares, el cual concluye que los vehículos más contaminantes son los microbuses, seguidos de los taxis y coches de provincia.
“Si los microbuses y taxis cambiaran cada año sus convertidores catalíticos, bajarían las emisiones en un factor considerable. Estos transportes recorren al año más de 100 mil kilómetros, por lo que degradan los dispositivos anticontaminantes mucho antes que los vehículos particulares”, refiere el investigador sobre el informe.
El Doctor en Física menciona que hay aspectos de esta propuesta que sí podrían funcionar, como cambiar los vehículos de transporte público por nuevos modelos, lo que implica convertidores catalíticos nuevos, mucho menos contaminantes.
“Desgraciadamente, para estos transportes el convertidor pierde eficiencia en un año: de nada sirve cambiar a modelos nuevos si no se controla que se cambien cada año los convertidores catalíticos. Idealmente, los taxis deberían tener un número limitado de años de vida, por ejemplo diez, con cambios anuales de convertidor”, refiere.
Y agrega: “Dado que los taxis son una concesión que se considera redituable (se compra), deben establecerse condiciones que aseguren un buen servicio. Por lo pronto, es mucho más sustentable permitir sólo a la circulación del transporte público que cuente con convertidores catalíticos funcionales, y no pretender las grandes inversiones que implican comprar vehículos nuevos”.
Al igual que Riveros Rotgé, el Centro Mario Molina indicó en sus “Políticas integrales para mejorar la calidad del aire en la ZMVM. Programa Hoy No Circula” que una encuesta realizada por esa agrupación, que el uso del transporte público, que utiliza cerca del 75 por ciento de la población, se vuelve determinante para asegurar la salud pública.
“Sin lugar a duda, es imperante que se mejore la eficiencia, calidad y oferta de este modo de transporte [público] en la ZMVM a fin de disminuir el congestionamiento y de reducir las emisiones contaminantes. Más de dos tercios de los 22 millones de viajes diarios se realizan en transporte público y el 65 por ciento de los usuarios considera que la calidad del servicio es pésima o mala”, recomendó desde hace dos años el Centro.
“Disminuir las emisiones contaminantes y mantener los niveles establecidos por normas y recomendaciones nacionales e internacionales solo será posible si se llevan a cabo múltiples medidas dentro de un esquema integral a nivel de la Megalópolis. Es por esta razón que el HNC no puede funcionar de manera aislada y debe aplicarse conjuntamente con iniciativas como la ampliación y el mejoramiento del transporte público, con políticas que garanticen la movilidad de las personas, con el mejoramiento de la calidad de los combustibles, con un plan conjunto de la Megalópolis orientado al transporte, y con un desarrollo urbano compacto sustentable que privilegie a los peatones y al transporte limpio”, concluyó en junio de 2014 el Centro Mario Molina.
UNA MEDIDA AISLADA
La organización ambientalista Greenpeace dijo que la modificación hecha al Hoy No Circula “se trata de una falsa solución, una medida aislada que no es suficiente para solucionar de raíz el problema de la congestión crónica que colapsa la movilidad en la Ciudad de México y Zona Metropolitana y que generan la contaminación atmosférica que deteriora la calidad del aire”.
La agrupación civil dijo que las estrategias para mejorar la movilidad y la calidad del aire en el Valle de México deben contemplar: más y mejor transporte público que sea cómodo, seguro, accesible y energéticamente limpio y eficiente; una extensión del transporte eléctrico, así como la regularización y modernización del transporte público de microbuses.
Greenpeace también planteó desalentar el uso particular del automóvil, incrementar la infraestructura que estimule la movilidad no motorizada, renovar las flotas oficiales por vehículos eléctricos o bajos en emisiones, garantizar la confiabilidad y rigurosidad de los sistemas de verificación vehicular y revisar los actuales sistemas de monitoreo y medición de la contaminación ambiental en el Valle de México.
“Las soluciones de fondo deben formar parte de un conjunto de acciones en conjunto y como parte de un proyecto integral, deben estar encaminadas hacia una mayor sostenibilidad y mejoramiento de la calidad de vida en la megaciudad”, dijo la organización.
En ese sentido, el Doctor Gustavo Sosa, investigador del Instituto Mora, dijo que la medida “no basta para resolver el problema” y refirió que por el contrario y está creando molestia entre los capitalinos.
De acuerdo con el investigador, hacer obligatorio el programa “Hoy No Circula” a vehículos con calcomanía cero y doble cero no solucionará el problema y su temporalidad llama la atención, “además de que ya creó roces entre la población por la relevancia de la verificación vehicular”.
Gustavo Sosa dijo asimismo que la desaparición de la Fase de Precontingencia “es un desatino. La inversión de 40 mdp para monitorear contaminantes infiere que esta actividad no se realizaba adecuadamente, que es el caso, pero la problemática del monitoreo radica más en las metodologías”.
“Si bien es cierto que lo presentado hoy es un paso en la dirección correcta, es necesario implementar políticas a mediano y largo plazo que lo complementen”, refirió mediante un posicionamiento difundido a la prensa.
El Centro Mario Molina, fundado por el Premio Nobel de Química, planteó desde hace dos años, en junio de 2014, que “la aplicación de este programa de manera aislada no resuelve el problema de la contaminación atmosférica; es una de múltiples medidas necesarias dentro de una estrategia integral para garantizar el bienestar y la salud de la población”.
La industria automotriz aseguró a su vez que el marco regulatorio y el Programa Hoy No Circula en la megalópolis debe reconocer la contribución en emisiones contaminantes que tiene el transporte de carga y de pasajeros, las flotillas de servicios gubernamentales y el resto del parque vehicular en circulación en la región.
También, dijo en un comunicado, debe tomar en cuenta el alto desempeño de los vehículos nuevos, los cuales son cada vez más amigables con el medio ambiente, resultado del importante esfuerzo de desarrollo tecnológico que llevan a cabo las empresas de la industria automotriz e incorporar los incentivos necesarios para impulsar la renovación vehicular en la región.
La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) no participaron en la construcción del plan de contingencias instrumentado por la autoridad en medio ambiente.