Ciudad de México, 29 noviembre (SinEmbargo).- “Ruegue a Dios porque me vaya bien. Rece por mí”, dice al final de la entrevista con SinEmbargo.
No ha pasado mucho tiempo desde que Germán Manuel Loza Domínguez saliera temprano a recorrer las calles de su natal Mexicali para vender las donas que le permitieran mantener a su familia.
Ahora sus preocupaciones son otras: acaba de firmar un contrato con Universal Music y ya ha comenzado a preguntarse las cosas propias de un oficio donde la imprevisibilidad juega sus cartas implacables.
Su álbum debut está a la venta y Larry Donas, tal como se dio a conocer en las redes sociales merced a un video grabado por un admirador espontáneo, ha venido al Distrito Federal para darlo a conocer.
Se trata de El donero, en formato CD+DVD, con temas de reconocidos autores – desde América Jiménez en equipo con Yoel Hernández y Salvador Aponte hasta Espinoza Paz-, así como cinco del propio Larry, nacido en Mexicali el 1 de octubre de 1985.
Buscando un lugar propio en la música regional mexicana, Larry se divierte recordando cómo los vecinos de la colonia lo llamaban el loco por su costumbre de escaparse a las orillas de un lago para componer canciones que luego cantaba en la calle, acompañándose del sonido de la trompeta, dicho esto en sentido literal: el sonido de la trompeta emanado de su garganta, no la trompeta en sí.
“Ahora me han salido amigos por todos lados y ya no me dicen loco”, comenta divertido.
Apenas sabe leer y escribir, dice que le gustaría completar su educación, mientras muestra orgulloso su primer disco grabado con banda en Guamúchil, Sinaloa: “Me siento muy contento, todavía no me ha caído el veinte. Me cambió la vida de un día para otro, mi esposa y mis hijas ahora están mejor”, dice.
– Yo vendía donas montado a un triciclo por las calles de Mexicali. Pasaba días bravos, no lo voy a negar, pero nunca se me cayó el mundo. Cuando vendía pocas donas, me iba a las taquerías a cantar…
– ¿Y ganabas más?
– Sí, claro. Me dejaba mucho más.
– ¿Y de dónde te viene esto de la cantada?
– Mi mamá es la que canta, aunque nunca lo haría en público. Sólo le gusta cantar en la casa, con la familia. Con ella aprendí las canciones de Rocío Dúrcal, que tanto me gustan. También me gustan mucho las de Jenny Rivera, Espinosa Paz, Los Tigres del Norte. Me cantaba al oído cuando yo era un bebé…en la escuela primaria cantaba “Si Adelita se fuera con otro” y así empecé…llegué hasta tercer grado de primaria y cada 10 de mayo me ponían a cantarle a las madres.
– Cantabas bien, ¿pero te iba bien en las materias?
– Bueno, no sé sacar cuentas. No sé sumar ni restar, apenas sé leer y escribir. Le tengo que decir la verdad: tengo muchas faltas de ortografía. Quiero volver a estudiar y echarle muchas ganas.
– ¿Cómo empezaste a hacerte conocido en tu ciudad?
– Llegaba a los lugares donde había ambiente, fiesta y ofrecía mi promoción: con la compra de seis donas la gente se llevaba un corrido gratis con trompeta y todo. Me preguntaban: pero, ¿dónde tienes la trompeta? Y ahí empezaba (imita el sonido de la trompeta)
– ¿Cómo se generó toda esa locura en las redes sociales?
– Hubo un video de la canción “El donero loco de amor”. Me paré frente a un local, empecé a cantar y alguien me grabó. Luego subieron el video a YouTube y así empezó todo.
– ¿Y cómo te sientes?
– Bueno, una de las cosas que me preocupan es no cambiar. Yo me siento todavía un donero. Eso quiero, que la fama no me cambie, seguir siendo el mismo. Aunque también soy cantante, claro. Soy de una colonia que se llama Solidaridad y allí los vecinos me decían loco porque me iba a cantar y a componer a las orillas de un lago. Ahora me salen amigos y compadres por todos lados.
– ¿Tienes miedos?
– ¡Muchos! Fundamentalmente tengo miedo de que las cosas no salgan bien, como esperamos. Lo único que puedo decir es que de mi parte haré todo lo posible por no defraudar la confianza que la gente de Universal Music ha depositado en mí. Voy a pedirle mucho a Dios. Lo que me pone muy nervioso son las cámaras de televisión, hay momentos en que se me va la voz.