La mujer conocida popularmente como “Marichuy” gozó este martes de un auténtico baño de masas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la más importante del país, donde miles de estudiantes la arroparon a ella y al Concejo Nacional Indígena en su intento de concurrir a los comicios de 2018.
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Por Eduard Ribas
México, 29 noviembre (EFE).- Por primera vez, una candidatura indígena intentará concurrir a las elecciones presidenciales mexicanas, pero la aspirante María de Jesús Patricio no solo se encomienda a los llamados pueblos originarios sino que también ha encontrado en la comunidad universitaria un caladero de apoyos.
Como prueba de ello, la mujer conocida popularmente como “Marichuy” gozó este martes de un auténtico baño de masas en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la más importante del país, donde miles de estudiantes la arroparon a ella y al Concejo Nacional Indígena en su intento de concurrir a los comicios de 2018.
La explanada de la rectoría, donde los estudiantes suelen descansar entre clases, fue durante toda la tarde el escenario de una fiesta multicultural donde se representaron bailes prehispánicos y se vendía todo tipo de “merchandising” zapatista.
Tras visitar diferentes facultades, cuyas paredes están engalanadas con carteles del rostro de “Marichuy” desde hace semanas, la candidata indígena subió entre ovaciones al escenario principal, donde leyó un discurso lleno de guiños hacia los universitarios.
“Es un honor encontrarnos con todos ustedes en este lugar tan simbólico en la historia de las transformaciones de la nación mexicana”, comenzó “Marichuy”, quien sostuvo que México necesita una “educación crítica y acorde con esta nación multicultural en la que las culturas originarias han sido negadas”.
Y es que la reivindicación indígena fue una constante de las alocuciones de la tarde, entre las que se pudieron escuchar discursos en lengua náhuatl y cánticos tradicionales.
Mientras iba oscureciendo, Marichuy pronunciaba un discurso que no solo aludía a las comunidades indígenas sino también a los movimientos estudiantiles como colectivos desfavorecidos por el sistema capitalista.
“Ustedes, la juventud, son una gran luz entre la muerte y la oscuridad. Son un motivo para seguir luchando por lo que los poderosos más temen: la democracia, la justicia y la libertad”, dijo entre aplausos.
A cada alabanza hacia los estudiantes, estos respondían con cánticos como “Todos somos Marichuy” o el tradicional “Zapata vive, la lucha sigue”.
Precisamente, los estudiantes serán clave para que Marichuy logre recoger antes del 19 de febrero del año próximo las más de 800 mil firmas requeridas por la ley para que una candidatura independiente pueda presentarse a las elecciones presidenciales.
Por ello, la explanada de la UNAM estaba rodeada de puestos habilitados para firmar en favor de su candidatura y los distintos grupos musicales que actuaban en el escenario requerían al público que fuera a estampar su firma.
“Es un sistema brutalmente injusto”, dijo Carlos López, profesor de la UNAM y recolector de firmas para la candidatura, puesto que “muchos de los simpatizantes de la causa indígena no tienen acceso a la tecnología para firmar”, que requiere de un teléfono celular.
Por su parte, el estudiante Diego Luz, miembro de la Red Universitaria de Apoyo al Concejo Indígena, argumentó que la candidatura indígena pone encima de la mesa temas que afectan a los jóvenes mexicanos como la pobreza, el racismo y el machismo.
Algunos estudiantes se acercaron al acto para escuchar las propuestas de la candidata antes de firmar por ella. Es el caso de Nayeli Orozco, quien destacó que “Marichuy” “es una mujer y habla de feminicidios”.
Y es que una de las banderas que con más fuerza levanta la aspirante indígena es la del feminismo, que despierta empatía especialmente entre los universitarios en un país donde los asesinatos de mujeres alcanzan cifras récord.
“Llegó la hora de las mujeres. Que nadie dude de que nosotras también vamos por todas”, exclamó Marichuy tras recordar el asesinato de la joven Lesvy Osorio en la UNAM en mayo pasado, a lo que el público respondió “¡Ni una asesinada más!”.
La sensación generalizada era la de que “Marichuy” debe poder concurrir a las elecciones para que sus denuncias tengan un altavoz, aunque no tenga posibilidades de ganar los comicios.
El emblemático grupo de rock mexicano Botellita de Jerez lo expresó de la siguiente manera: “Van a ser las elecciones más cerdas del país pero vamos a tener una esperanza chingona con Marichuy”.