Ciudad de México, 29 de julio (SinEmbargo).- En el plano cartesiano político de México el electorado tradicionalmente identifica al Partido Acción Nacional (PAN) como un partido de derecha, al Partido de la Revolución Democrática (PRD) como de izquierda y al Revolucionario Institucional (PRI) como de centro.
Sin embargo, las recientes alianzas electorales entre derecha e izquierda, así como el respaldo que estas dos fuerzas han dado al Pacto por México, podrían haber desdibujado el papel del PAN y PRD como oposición, al menos en la imagen que tienen los mexicanos de ellos.
En otras palabras, la ideología política habría sido derrotada por el pragmatismo de obtener el poder, el interés de colocar temas propios en la agenda nacional o por el objetivo de ganar una elección, a costa de desdibujar la identidad generada durante décadas ante el electorado.
Así lo consideran analistas y especialistas en materia política.
“Tenemos a un sistema de partidos fragilizado, cada vez más desdibujado, porque parte del electorado considera que todos los partidos políticos son lo mismo, y por eso también tiene a los partidos en tan bajo aprecio. Cuando se mide en las encuestas a las instituciones del país, los partidos políticos, no alguno en particular, sino los partidos como institución, aparecen en las valoraciones más bajas de la sociedad”, opinó el ex consejero electoral del Distrito Federal, Eduardo Huchim May.
A decir del periodista y escritor, considerar que la ideología ha sido derrotada por el pragmatismo, no implica una descalificación para los partidos políticos, pues no deben considerarse instituciones monolíticas.
No obstante, es evidente que la imagen de los partidos políticos sí se ha visto afectada entre el electorado, aunque el fenómeno no es nuevo. Eduardo Huchim analizó el caso panista desde que el partido blanquiazul dejó de lado sus principios elementales al convertirse en Gobierno.
“Se dio una pérdida por parte del PAN de principios y de prácticas que lo habían caracterizado como partido democrático. Siendo Gobierno, el PAN fue absorbido por lo más nefasto de la cultura priista y en ese sentido el PAN se desdibujó, perdió muchísimo de cara al electorado, de aquel partido caracterizado como el más democrático del país, como el más respetuoso de la ley, se transformó en otra cosa”, apuntó.
Para el estudioso de la política, el partido más representativo de la izquierda, el PRD, también ha visto deslavada su imagen. Huchim destacó la unificación de la izquierda en la elección presidencial de 1988, cuando Heberto Castillo, abanderado del Partido Mexicano Socialista (PMS) declinó a favor de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, en aras de propiciar la unidad.
Lamentablemente, agregó, lo que siguió después fue el tradicional divisionismo de la izquierda mexicana.
“Con relación a lo que hubo en ese momento fundacional del PRD, el partido desde luego que ha perdido, y digamos que después de las elecciones locales más recientes, sí se ve como un partido débil, como un partido fragmentado. Una división alimentada con la salida de Andrés Manuel López Obrador”, indicó Huchim.
Para Eduardo Huchim, el partido más camaleónico es el PRI porque tradicionalmente ha seguido la línea que se traza desde la Presidencia de la República. Los 12 años que el PRI fue oposición no fueron suficientes para que el tricolor se asumiera como partido político y no sólo como el partido en el poder.
Los expertos coinciden en que los ciudadanos perciben la ideología política como un conjunto de mensajes por parte de los partidos políticos, que los definen en centro, derecha o izquierda, la mayoría de esos mensajes son congruentes con sus documentos básicos, sus estatutos y las plataformas electorales, pero también tienen que ver con las acciones políticas diarias que realizan.
Por su parte, Sergio Bárcena, Profesor del Departamento de Estudios Jurídicos y Sociales del Tecnológico de Monterrey, campus Ciudad de México, coincidió al señalar que “los partidos políticos tienen definido en sus documentos básicos los elementos que los caracterizan y los distinguen del resto de los partidos políticos. Las ideologías están plasmadas de acuerdo con lo que generalmente se entiende por izquierda, derecha y centro”, indicó
PACTO POR MÉXICO DESDIBUJA A LA OPOSICIÓN
En el actual sexenio, se conformó el Pacto Por México, un acuerdo político que incluye a las tres fuerzas políticas más fuerte de este país, lo que ha sido considerado por analistas como un éxito en la administración del Presidente Enrique Peña Nieto, mismo que lo ha catapultado en su imagen como reformista a nivel nacional e internacional. Igualmente, este acuerdo permitió a los partidos políticos de oposición colocar sus temas en la agenda nacional.
Sin embargo, el Pacto por México ha tenido costos muy altos, principalmente para el PAN y el PRD. A pesar de que las encuestas patrocinadas por los propios partidos políticos revelan que la mayoría de sus electores avalan su apoyo al Pacto, existe otra parte del electorado en el que se disparó el desencanto social.
“Es un mal necesario, tanto para el PAN como para el PRD, porque sí afecta su papel de partidos de oposición al actuar del lado del Gobierno, pues obviamente, (a la vista ciudadana) ya no son oposición”, consideró Eduardo Huchim.
“Y (esto) se agrava por el hecho de que aún cuando el Gobierno del partido en el poder, los está agrediendo con prácticas antidemocráticas en las pasadas elecciones, aún con esa situación, el PAN y el PRD no supieron hacer valer su presencia en el Pacto por México en pro de mayor limpieza en los procesos electorales”, recalcó.
Por otro lado, estas coaliciones han generado que los partidos políticos que no están en el poder, tengan mayores posibilidades de integrar a la agenda del Gobierno, los temas que propusieron ante su electorado.
“En los sistemas presidenciales como el que tenemos en México, no es muy común que se generen coaliciones, por una sencilla razón: las propias demandas institucionales del sistema, no exigen que se generen coaliciones como sucede en los sistemas semi parlamentarios europeos”, precisó Sergio Bárcena, Profesor del Departamento de Estudios Jurídicos y Sociales del Tecnológico de Monterrey.
ALIANZAS DEBEN EVALUARSE POR SU EFECTIVIDAD
Caso contrario sucede con las alianzas electorales entre los partidos políticos con ideologías distantes, como las que actualmente protagonizaron PAN y PRD, en algunos estados del país.
Salvador Mora, Académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que las alianzas electorales, no deben descalificarse por unir polos diferentes, sino que deben ser valoradas por su efectividad, es decir, la esencia de los partidos políticos no se pierde por la búsqueda de poder, aunque sí han producido una afectación de sus principios básicos, reconoció.
“Un partido político se constituye para alcanzar el poder. Ese principio sigue vigente pero se volvió más descarnado, lo que hemos perdido es qué es lo que distingue a un partido de centro o de derecha, de otro de centro izquierda, eso es lo que hemos perdido, es decir, cuáles son las posiciones estratégicas para colocar temas en la agenda nacional. No hay una distancia entre sus propuestas”, indicó el profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
La alianza electoral que más ha llamado la atención en los últimos años ha sido la coalición entre derecha e izquierda cuyo objetivo es enfrentar al aparato electoral del PRI.
Llamó la atención en 2009, cuando Andrés Manuel López Obrador seguía utilizando en su discurso la versión de que Acción Nacional le había robado la presidencia, y muchos perredistas todavía llamaban “espurio” al entonces Presidente panista Felipe Calderón Hinojosa.
A nivel de percepción ciudadana, coinciden los expertos, salieron afectados ambos partidos, principalmente el PRD, sin embargo, en términos generales, sus posturas políticas no se pierden por estas alianza momentáneas.
“El PAN sigue defendiendo y creo que lo seguirá haciendo y está bien que lo haga, los postulados de una ideología muy parecido a lo neoliberal y el PRD seguirá con los postulados de izquierda. El PRI es un caso especial como decíamos, porque allí no existe una ideología, y por eso podría ser caracterizada su posición como centro dicho esto creo que defenderá su respectiva ideología”, argumentó Eduardo Huchim.
En el 2013 se observó una alianza electoral en Baja California que incluía al PAN, PRD y Nueva Alianza, el partido del magisterio que no logra desprenderse de las prácticas heredadas de la ex lideresa magisterial Elba Esther Gordillo Morales. En Oaxaca se presentó una alianza del PAN, PRD y el Partido Verde Ecologista de México, aliado incondicional del PRI de Peña Nieto.
Estas coaliciones electorales, indicó Sergio Bárcena, del Tec de Monterrey, son un fenómeno de reciente aparición y cada vez cobran mayor relevancia, por los problemas que se generan al interior de los partidos políticos.
“Curiosamente dos de esas coaliciones se dieron porque dentro del PRI había grupos que querían postular a un candidato y ese candidato no tuvo espacio dentro de la cartera de candidatos. En este sentido, lo que hicieron estos candidatos fue tomar su capital político y los llevaron a una coalición de dos partidos que sabían que necesitaban de esa alianza para poder ser oposición competitiva y resultó esa alianza”, explicó.
Desde su punto de vista, esas alianzas momentáneas o coyunturales se han sostenido muy bien en los estados de Puebla y Oaxaca, salvo en el caso de Sinaloa, en donde la alianza PAN-PRD no generó buenos resultados.
Por lo pronto, las dirigencias de los partidos políticos han salido victoriosas en la mayoría de las elecciones locales que han disputados unidos, lo cual podría generar más coaliciones de este tipo, en próximos procesos electorales.