Daniela Olmedo estudiante de la ENES realizó la música del cortometraje Ticho: la locura crece bajo el progreso, filme que es una crítica social sobre la relación humana con la naturaleza, esencialmente destructiva.
Ciudad de México, 29 de junio (SinEmbargo).- Mayra Daniela Olmedo Garrido, estudiante de la licenciatura de Música y Tecnología Acústica de la Escuela Nacional de Estudios Superiores de Morelia (ENES), musicalizó el cortometraje de animación Ticho: la locura crece bajo el progreso.
Olmedo pertenece a la primera generación de la licenciatura de dicha carrera y en mayo viajó al Festival de Cannes junto con la directora del filme, Adriana Ronquillo Vásquez, maestra de Artes Visuales de la UNAM a presentar este cortometraje de 17 minutos.
El film Ticho: la locura crece bajo el progreso además de exhibirse en el Festival de Cannes, participó en el “Haifa Independent Film Festival” de Costa Rica y en el “Animasivo” festival más importante de este tipo de cortos en México.
El DVD de este film se volverá público hasta 2019, pero en esta liga: www.lafuriaestudios.com se puede acceder a él.
REALIDAD EN FANTASIA
La historia de Ticho está basada en un acontecimiento real que sucedió hace varios años en Delicias, Chihuahua y se ha comunicado de generación en generación.
El reato comienza cuando un minero que está por casarse, va a trabajar, al estar dentro de la mina, explotan materiales tóxicos que lo llevan a la locura.
Este funesto acontecimiento trunca su matrimonio y la salud mental del protagonista quien se asocia con una ave, la garza morena, especie que ha desaparecido por la contaminación que causa la extracción minera.
Ticho es una crítica social a la relación que existe entre el ser humano y la naturaleza ya que recalca el dañó que causan las personas en los lugares que habitan como la extinción de otros seres vivos, la contaminación de los ríos y la autodestrucción.
Esta película carece de dialogo por lo que se necesitaba una música emocional, explicó Olmedo.
Se utilizaron instrumentos com el duduk (instrumento armenio), saxofón, requinto jarocho, chelo, violín, acordeón, quinta huapanguera, guitarra, trompeta, corno francés, tuba, trombón, percusiones, clarinete, voces femeninas y masculinas.
Para crear la música se recurrió a la tradicional oaxaqueña pero también se usó la base del blues, la música llanera venezolana mezclada con décimas y son jarocho. En algunas partes de la animación se usan cantos armónicos de Mongolia y también realizaron un arreglo sobre la marcha fúnebre de la Sierra Juárez de Oaxaca.
Daniela Olmedo en entrevista con la Gaceta de la Unam dijo que ella elige el canto como expresión perosnal además planea seguir componiendo música para cine de animación.