Ciudad de México, 29 may (SinEmbargo).- Nacido en Jerusalén en 1939, Amos Oz es el escritor israelí más conocido fuera de su país. Y no ha alcanzado esa grandiosa fama literaria –que lo ha hecho además candidato al Nobel- a causa de las condenas morales de que lo hicieron víctima los fanáticos sionistas y ortodoxos.
A no dudarlo: si algo diferencia a Oz, por ejemplo, del eterno perseguido Saldman Rudshie, es la calidad de escritor. Oz es probablemente uno de los autores más importantes de los últimos tiempos y para comprobarlo existe la ardiente y apasionada novela Un descanso verdadero.
Joni, Zaro y Rimona conforman un trío de jóvenes que se busca a sí mismo en el amor, en la verdad, en la mentira, en la pregunta., Viven en un kibbutz. Joni quiere irse. Zaro, quedarse. Rimona, la fantástica Rimona, no necesita irse ni quedarse. Bordando carpetas a la luz que entra por la ventana de su casa pequeña, evoca las costumbres de los naturales de Namibia que ha leído en los libros de ciencias naturales.
El hombre mata. El hombre corre como un búfalo por la pradera. Lleva una lanza en la mano y no entiende ni escucha al corazón cansado. La mujer sabe que después del invierno llega la primavera y que hoy estás triste, pero mañana se te pasará, que todo forma parte de un ciclo armonioso e irrefutable.
En medio: la diáspora, el sentir judío y el presentir, junto con Amos Oz, que la vida no tiene nada que ver con la justicia.
EL PREMIO FRANZ KAFKA
Amos Oz acaba de recibir el premio Franz Kafka, un galardón que se entrega desde el 2001 y que se suma a los muchos del que ha sido merecedor el también autor de Quizás en otra parte, Mi querido Mijael, No digas noche y Una pantera en el sótano, entre otros.
El anuncio fue realizado en Prafa por la Sociedad Franz Kafka, que en un comunicado explicó que “Amos Oz está a la vez orgulloso y manifestó su humildad al ser este año receptor del galardón, orgulloso porque entra a formar parte de ese grupo de excelentes escritores que lo obtuvieron con anterioridad”.
Escritor, ensayista y periodista, Oz es uno de los intelectuales más comprometidos con el proceso de paz en Oriente Medio y da clases de Literatura en la Universidad Ben Gurion de Beerseba (Israel).
Su obra ha sido traducida a más de treinta lenguas y entre ellas destaca Hasta la muerte (1971), en la que hace una anatomía del fanatismo, señalando las raíces nihilistas de este fenómeno social, informó la agencia EFE.
Oz, que ya ostenta entre otros reconocimientos el Premio Príncipe de Asturias de las Letras, recogerá el galardón en una ceremonia que se celebrará en octubre en Praga, una ciudad a la que acude habitualmente y a la que él y su esposa se refieren como la “capital mundial del humor”.
Antes que Oz recibieron el Franz Kafka autores como Philip Roth, Elfriede Jelinek, Haruki Murakami, Peter Handke, Václav Havel, John Banville y Daniela Hodrová.
Cuando recibió el Premio Nacional de Literatura en Israel, le dijo a la periodista española Yolanda Delgado: “Los premios literarios son algo extraño porque se reciben por algo que yo haría de todas formas. Yo inclusive hubiese pagado por escribir. No es un premio por haber rescatado a una mujer de las llamas de un incendio; es como si me hubiesen dado un premio por el mero hecho de respirar. Pero está muy bien, me siento complacido. Además no está nada mal para mi cuenta bancaria...
Estoy bastante satisfecho porque el premio desencadenó un escándalo en Israel. Algunos de la derecha se quejaron, incluso el caso llegó al Tribunal Superior de Justicia. Ellos argumentaron que mis escritos les causaban dolor. Tenían toda la razón, mis escritos molestan. Estaban en su derecho de elevar el caso al Tribunal Superior de Justicia, que finalmente desestimó el recurso. A mí todo aquello me pareció un gran carnaval”.