Ciudad de México, 29 enero (SinEmbargo).- Aunque el disco triple Mi gran noche. 50 éxitos de mi vida salió en España el pasado 16 de diciembre, fue en los primeros días de enero cuando Sony Music recargó todas las baterías de promoción, destinada a dar cuenta de un magno proyecto alrededor de uno de sus artistas mimados, Raphael.
Se trata, el español, de uno de esos extraordinarios casos de perdurabilidad en una carrera que sólo ha tenido descanso cuando el Divo de Linares debió hacer frente a una grave enfermedad y posterior trasplante de hígado, tras lo cual regresó con más fuerza y energía que nunca.
Mi gran noche es, como dijimos, un disco triple que entre otras cosas ofrece un primer sencillo histórico, el hit “El tamborilero” que el cantante interpreta acompañado por la Orquesta Sinfónica de Bratislava.
“Es el tema que abrió el camino a los demás, nuevamente grabado con un arreglo espectacular de Jacobo Calderón (hijo de Juan Carlos Calderón, fallecido en 2012)”, afirmó el artista en el boletín de prensa distribuido por su casa disquera, que en un inicio no participó de un proyecto que Raphael primero impulsó en forma independiente.
“Como fue mi primer hit, me da la sensación de estar volviendo a empezar mi ya larga carrera de nuevo y eso me tiene entusiasmado”, agregó.
“Si ha de ser así” y “Poco a poco”, dos de los temas de finales de los ‘70, versiones de clásicos americanos como “Te llevo en el corazón” (2010) y clásicos del repertorio “raphaelino” como “Yo soy aquel”, “Que sabe nadie” y “Escándalo” celebran los 50 años de carrera de un artista popular que parece no tener fecha de vencimiento.
COMO UNA SINFONÍA DE BEETHOVEN
“Las joyas de la corona nacieron así y así tienen que morir. (…) Son como una sinfonía de Beethoven, tienen que estar ahí intocables”, dijo Raphael en el pasado abril en una entrevista otorgada a la agencia efe.
El disco Mi gran noche, con 14 temas, fue producido por Jacobo Calderón, hijo de Juan Carlos Calderón, y también con el asesoramiento de Manuel Martos, hijo menor del artista, a quien considera “un músico nato; tiene mucha intuición y además él puede decirme cosas que otras personas no se atreven”.
A finales de año, esa noche individual del cantante se convirtió en disco triple, Mi gran noche. 50 éxitos de mi vida como “consecuencia natural de la energía acumulada por Raphael a lo largo de su gira”, informó Sony Music en un comunicado.
En la portada del álbum, un Raphael íntegramente vestido de negro, como es su costumbre, luce vital y sonriente. Se trata de una imagen que evoca el cartel de uno de sus célebres conciertos en el Palladium de Londres y que sirve para expresar la vigencia de un artista que ha declarado en varias oportunidades no ser un adorador de la nostalgia, sino alguien “siempre interesado en lo que viene”.