Ciudad de México, 28 de julio (SinEmbargo).- Las cifras oficiales en México reconocen únicamente a una sexta parte de los desplazados en el país, principalmente por la violencia, destaca el último reporte del Centro de Vigilancia del Desplazamiento Interno (iDMC) y el Consejo Noruego para los Refugiados.
Desde el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (1994) hasta 2012, México registra un aproximado de 160 mil desplazados de sus comunidades, quienes huyen principalmente de los conflictos armados y la violencia generada por los enfrentamientos entre criminales.
De estos desplazados, 141 mil 900 (según un dato de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez citados en el informe) correspondería a la cifra de personas que han abandonados sus hogares a raíz de guerra contra los cárteles del narcotráfico emprendida por la anterior administración, en 2006.
Sin embargo, el año pasado, Fidel López, investigador del Instituto José Luis Mora, señaló en una conferencia que la cifra podría rebasar el millón de personas.
El documento del iDMC, fechado en abril, destaca que del total de desplazados, el Gobierno federal solamente reconoce 25 mil.
“El vínculo entre la violencia de los cárteles de drogas y el desplazamiento fue aún más claro en el nivel municipal”, menciona.
El informe resalta que, los estados más afectados por este fenómeno son Baja California , Chihuahua, Coahuila, Durango, Guerrero, Michoacán, Nuevo León, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Veracruz.
Ciudad Juárez, en Chihuahua, es la comunidad con más desplazamientos en los últimos años. Desde 2007, los desplazados suman 115 mil, de acuerdo con datos de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, citados por el iDMC.
También reconoce que además de los enfrentamientos entre cárteles existen otras causas para el desplazamiento como las condiciones económicas, la urbanización, demográficas o los fenómenos naturales; sin embargo, las personas que viven en municipios violentos abandonan 4.5 más veces sus comunidades.
Un punto que ubica la organización como causa de desplazamiento en 2012 fue el sismo del 20 de marzo, que obligó a un número aún no determinado de familias a abandonar poblaciones en Guerrero y Oaxaca.
“El carácter incompleto de los datos sirve como un fuerte indicio de que el Gobierno mexicano debe hacer esfuerzos sistemáticos para reunir información más completa”.
En México, al igual que en Colombia, “las amenazas a la integridad física y a la seguridad” son la principal causa por la que las personas abandonan sus comunidades en búsqueda de resguardo.
Ambos países son los únicos en América Latina que presentaron nuevos desplazamientos en 2012.
PEOR QUE EN LIBIA Y KOSOVO
Según el informe, alrededor del mundo existen 28 millones de desplazados, principalmente en las regiones de África del Norte y Medio Oriente. El año pasado se registraron 6.5 millones de nuevos desplazamientos.
En el caso de América Latina, el año pasado, Colombia registró 230 mil nuevos desplazamientos, mientras que en el caso de México aún no ha sido posible determinar el número.
Sin embargo, con las cifras disponibles es posible comparar que el número de desplazados en México es superior al registrado en países que enfrenta crisis humanitarias o viven conflictos armados como Libia, que registra una cifra de 50 mil desplazados, Kosovo tiene 18 mil, Líbano 44 mil 600, Ángola 20 mil y Uganda 30 mil.
No obstante, el país se encuentra muy por debajo de Colombia que registra un aproximado de entre 4 millones 900 mil a 5 millones 500 mil personas que han abandonado sus lugares de origen a raíz del conflicto armada en la nación sudamericana.
¿QUÉ EXPULSA A LA GENTE DE SUS COMUNIDADES?
El documento menciona que en el caso de México, la seguridad física de las personas se ve afectada de varias maneras, incluyendo enfrentamientos entre diferentes grupos armados y entre los grupos armados y las fuerzas gubernamentales, tanto en zonas rurales como urbanas, las amenazas directas por parte de grupos armados contra la población civil, el reclutamiento forzado, que afecta especialmente a los jóvenes, y la presión sobre la población civil a participar en las actividades ilegales de los grupos armados no estatales.
“En México, los datos del censo mostraron que las personas que se trasladan de municipios violentos a los municipios no violentos en busca de seguridad tenían menos acceso a los medios de subsistencia como la educación y la vivienda. Los datos también mostraron que, en algunos casos, los desplazados de las ciudades tenían necesidades de protección relacionadas con la propiedad que dejaron atrás”, detalla.
Destaca el caso particular de Chiapas, entidad en la que los indígenas constituyen la mayoría de los desplazados internos des el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) el 31 de diciembre de 1994, y que a la fecha ha dejado una cifra aproximada de 20 mil desplazados.
Alaba el hecho de que en esta entidad se haya aprobado, el año pasado, una ley sobre la protección de los desplazados internos, la primera de su tipo en el país, que se elaboró con el apoyo de varias agencias de la ONU y las organizaciones de la sociedad civil.
“En diciembre se presentó un proyecto de ley en el Senado mexicano para establecer una legislación sobre la prevención del desplazamiento interno, la asistencia de los desplazados internos y la facilitación de soluciones duraderas. Esta fue una buena iniciativa en un país que aún carece de un marco nacional sobre el desplazamiento interno”, anota el informe.