Por Shaila Rosagel y Sergio Rincón
Ciudad de México, 27 de mayo (SinEmbargo).– Luego de ocho meses de impunidad en el caso de los 43 alumnos desaparecidos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos en Ayotzinapa, Guerrero, los padres salieron a marchar por las calles del Distrito Federal, en medio de un movimiento social diluido.
En total fueron alrededor de unas 500 personas las que llegaron al mitin del Hemiciclo a Juárez en la Alameda Central, provenientes de cuatro puntos distintos de donde partieron continentes de entre 150 y 200 manifestantes. Ahí, ante los asistentes, la mayoría jóvenes, los familiares de los estudiantes pidieron: “no nos dejen solos”.
“Ya ocho meses de que el Gobierno se llevó a nuestros hijos y que no tiene respuestas. Los padres estamos unidos, no nos estamos dividiendo y no vamos a parar. Podemos dar la vida por nuestros hijos. Sabemos que estamos más pocos que antes, pero los que están, sabemos que sienten el dolor con nosotros, por eso no nos sentimos solos en verdad. Si no estuvieran ustedes aquí, estaríamos muy tristes”, dijo el padre del normalista Jorge Álvarez Nava.
Luego subió al templete la madre del joven: Blanca Luz Nava Vélez y pidió a los asistentes: “No nos dejen solos, no nos dejen solos”.
“Me fui a Estados Unidos a buscar apoyo, porque si [Enrique] Peña Nieto no sirve, que deje su cargo. Son ocho meses y nuestros hijos desaparecidos. Se lo hemos pedido de mil maneras, pero no nos hace caso. No quieren aceptar que es un crimen de Estado, es desaparición forzada”, dijo.
La madre de Jorge Álvarez agradeció a la asistencia de los jóvenes que gritaban para animarlos. Les decían: ¡No están solos! ¡No están solos!
En el mitin hablaron papás y mamás de los estudiantes desaparecidos. El común denominador fue la exigencia de la renuncia del Presidente Enrique Peña Nieto, en una avenida Juárez atiborrada de granaderos.
Había policías y tanquetas. Unos 500 impidiendo el paso hacia calle Madero y al Zócalo capitalino. Otros 200 dispersos a lo largo de la calle, resguardando bancos, el hotel Hilton Alameda, librerías y otros comercios.
Sin embargo el operativo de seguridad no impidió que los padres llamaran a evitar la colocación de las casillas electorales en todo el país. En Guerrero, dijeron, es un hecho que impedirán las elecciones del 7 de junio.
“Hoy ha iniciado una revolución. En el extranjero se han manifestado, aquí hubo manifestaciones en distintos lugares. Vamos a impedir las elecciones, no podemos permitir que se instalen las casillas, porque sabemos cómo hacen fraude. Necesitamos que nadie vaya a votar. La consigna del mexicano consciente debe ser evitar que se instalen las casillas, los que lo permitan, los que creen en esos perros políticos, son parte de ellos”, dijo Felipe de la Cruz.
El vocero de los padres de los estudiantes indicó que el proyecto alternativo para Guerrero, es un Asamblea Popular, compuesta por dos delegados de cada comunidad.
“Ya basta de estar manteniendo parásitos”, sentenció.
Al finalizar el mitin, los padres de los normalistas prendieron fuego a un montón de propaganda política, que fueron arrancando de las fachadas y los postes durante las distintas marchas.
“De esta manera serán quemados los políticos, de esta manera terminarán, si creen que el pueblo está dormido”, dijo Felipe de la Cruz.
Pronto un humo negro y una llamarada abundante empezó a consumir la propaganda política amontonada en medio de la avenida.
Así permaneció durante 15 minutos. El humo se elevó varios metros, mientras se disipaba, según la corriente de aire, hacia uno y otro lado.
Duró así, hasta que empezó la trifulca.
GRANADEROS Y MANIFESTANTES SE ENFRENTAN
Cuando el fuego casi consumía el total de la propaganda política y los padres se encontraban abordando los autobuses para retirarse de la Alameda Central, tres granaderos llegaron en motocicletas y rociaron polvo de extintor para apagar, lo que restaba del incendio.
Entonces el lugar se llenó de humo y algunos de los manifestantes se pusieron nerviosos y lanzaron bombas molotov a los pies de los granaderos.
Minutos después encapuchados comenzaron a lanzar objetos en su contra e inició una gresca.
Los encapuchados lanzaron gasolina contra los policías y prendieron a un uniformado. Más elementos de seguridad arribaron a la zona y se detuvo a tres personas.
El granadero incendiado fue reportado con quemaduras leves.
En un lapso de seis a diez minutos, hubo varios enfrentamientos. Los jóvenes manifestantes lanzaban palos y piedras. Los granaderos los enfrentaron. En la trifulca salió lastimado con un golpe en la mandíbula Luis Rosales Gamboa, conocido como “Jefe Apolo”, Secretario de Seguridad Pública del Distrito Federal.
También fueron detenidos Héctor Vargas, Aldar Fragoso y un hombre identificado como Toni.
Felipe de la Cruz anunció en un primer momento que no se movería del lugar, hasta que fueran liberados los tres detenidos. Pero alrededor de las 7:15 de la tarde se retiró del lugar.