Los efectivos disiparon a los manifestantes con gas lacrimógeno a los que los indígenas respondieron capturando a policías a quienes golpearon con palos, también les arrojaron piedras.
Ciudad de México, 27 de abril (SinEmbargo).– Cientos de indígenas tsotsiles de Chenalhó, Chiapas, tomaron desde ayer martes la sede del Congreso estatal. Exigían la destitución de la Alcaldesa Rosa Pérez Pérez y que en su lugar sea designado el síndico Miguel Sántiz.
Luego de que policías llegaran al Congreso y disiparan a los inconformes, el Gobierno del estado intervino en el conflicto: instaló una mesa para entablar diálogo con los manifestantes.
Los efectivos disiparon a los manifestantes con gas lacrimógeno a los que los indígenas respondieron capturando a policías a quienes golpearon con palos, también les arrojaron piedras.
El saldo que dejaron los enfrentamientos por la toma del congreso fue de siete policías heridos y al menos 20 personas detenidas.
Eduardo Ramírez, presidente del Congreso estatal, ha reiterado que no iban a aceptar la renuncia de la Alcaldesa porque presuntamente ella fue obligada a firmar su dimisión.
Los disturbios se extendieron hasta locales y viviendas del municipio, incluso a una casa habitación propiedad de Manuel Pérez, padre de la edil, a la cual se le prendió fuego. También tomaron como rehén al pastor Mariano Hernández Pérez, colaborador de la Alcaldesa.
