Ciudad de México, 25 de junio (SinEmbargo).– Mariagna Prats Donovan, ex esposa de Marcelo Ebrard Casaubón y la Constructora Enalser, empresa propietaria del inmueble donde vivía el ex Jefe de Gobierno del Distrito Federal, aseguraron ser perseguidos por las autoridades federales a causa de su cercanía con el ex mandatario capitalino.
El día de ayer, el diario Reforma informó que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ordenó congelar las cuentas Prats y Enalser. El reporte citaba registros judiciales los cuales indicaban que la Constructora y la ex cónyuge de Marcelo Ebrard promovieron el 18 de junio pasado amparos para impugnar el aseguramiento.
Al respecto, Mariagna Prats Donovan aclaró, por medio de una misiva enviada al diario capitalino, que no existe ninguna conducta ilícita que haya realizado por la cual se haya ordenado el congelamiento de sus bienes.
"[Esto] pone en evidencia que el congelamiento de mi cuenta bancaria, obedece al acoso del cual soy víctima -únicamente- por haber sido esposa del señor Marcelo Ebrard, pues de antemano es notoria la guerra mediática en contra de su persona y de aquellos que lo rodean", refiere Prats Donovan.
Por su parte, Sergio Fuentes Calderón, de Constructora Enalser y propietario de la casa que renta Ebrard en la Colonia Roma, deslindó a su empresa de las acusaciones.
"Enalser se encuentra al corriente de sus declaraciones y obligaciones fiscales, por lo que resulta ilegal que la Unidad de Inteligencia Financiera haya congelado sus cuentas bancarias solamente por la relación contractual que tiene con el Lic. Marcelo Ebrard", aclaró Fuentes Calderón también en una carta enviada a Reforma.
El reporte dado a conocer ayer refería que el Juez Décimo Primero, Agustín Tello, concedió a Enalser una suspensión provisional contra el congelamiento, la cual no liberaría a la empresa de ser investigada por posibles ilícitos. En tanto, la Juez Séptima de Distrito, Laura Gutiérrez de Velasco, declinó conocer del amparo de Mariagna Prats y lo envió a un juzgado federal de Cuernavaca.