En su programa de entrevistas por internet, el comediante Zach Galifinakis (el gordito de la película “¿Qué pasó ayer?”) habló con la candidata demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton. Por supuesto el ambiente es de chascarrillo, aunque entre broma y broma se deja entrever una crítica al magnate inmobiliario Donald Trump y una reafirmación de las posturas más representativas de la campaña de la otrora Secretaria de Estado. En resumen, un video que no te puedes perder.
Ciudad de México, 24 de septiembre (SinEmbargo).- El actor y comediante estadounidense Zach Galifinakis entrevistó a la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton durante una de las más recientes entregas del programa en línea “Between Two Ferns” (“Entre dos helechos”).
Durante la conversación, Galifinakis le hace preguntas jocosas y de tinte político a Clinton, entre las que figuran: ¿como Secretaria de Estado cuántas palabras por minuto podías teclear, y cómo le gusta a Obama su café… cómo él… Débil?; o ¿qué pasa si te embarazas, estaremos atascados con Tim Kaine [candidato demócrata a la vice presidencia de Estados Unidos] por nueve meses. Cómo funciona?; además de ¿cuándo piensas qué tan bien le funciona a Trump, no piensas “quizá yo debería ser más racista”?; o de ¿cuando él [Trump] se convierta en Presidente y Kid Rock [cantante que apoya al magnate republicano] en vice presidente, te mudarás a Canadá o a uno de los “árticos”?
A esa última pregunta Hillary responde que se quedaría en los Estados Unidos “para evitar que Trump destruya al país”, a lo que el comediante respondió con una pregunta, cuestionando si ella entonces lideraría la guerra civil. “No”, responde ella, aunque él insiste, “claro […] le quieres quitar las armas a todo mundo”.
Asimismo, entre broma y broma Hillary refrendó que la política principal de su presidencia, si llegara a ganar las elecciones de noviembre próximo, sería la economía: “generar empleos”, dijo.
Además, volvió a posicionarse en contra del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por su sigla en inglés). “Yo me opongo ahora, me opondré tras las elecciones y me opondré como Presidenta”, dijo mientras recalcaba que “los Estados Unidos no pueden aislarse del resto del mundo”.
Cabe destacar que el TPP es un acuerdo de “libre comercio” firmado el 5 de octubre de 2015 por 12 representantes de diferentes naciones –Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam-, países que en conjunto representan el 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial y un tercio del comercio global, de acuerdo con Forbes México.
Según Forbes, el acuerdo “levanta desconfianza” ya que promete “que protegerá los intereses de grandes empresas transnacionales”, siendo que si eso no es malo, el problema radica en que buscarán la influencia de los gobiernos para “proteger sus intereses”. “Eso no es mercado libre […] sino intervencionismo puro disfrazado de aquél […]. El problema es que el TPP […] parece todo menos querer un mercado internacional más libre”, ahonda el medio citado.
El problema señalado por Forbes también forma parte de los argumentos por los que Hillary Clinton no apoya al TPP, ya que como dijera el medio, “huele a neomercantilismo, y eso es muy negativo” porque los países estarían impulsando sólo “expandir sus [propios] mercados”, o sea, se enfocarían únicamente en exportar, vender, “sin contemplar la parte de la compra, es decir, de crecer las importaciones, más temprano que tarde las tensiones entre países podrían exaltarse”.
En ese sentido, Clinton ha atacado en varias ocasiones el plan económico de su rival republicano, Donald Trump, mismo que ha tildado de ser un proyecto de caridad para los ricos y un peligro para la economía estadounidense.
“Basados en lo que sabemos de la campaña de Trump, él quiere que los Estados Unidos trabajen para él y sus amigos, a expensas del resto de la gente”, dijo durante su visita de campaña a la planta de la compañía Futuramic Tool & Engineering, en Warren, Michigan.
En contraste, la otrora Secretaria de Estado ha propuesto un gran proyecto de obras públicas; derogar exenciones impositivas para empresas que envían empleos al exterior; no aumentar los impuestos que paga la clase media; más dinero para la educación; un sueldo mínimo federal más alto y apoyo a la pequeña empresa; entre otros.
Finalmente, durante la entrevista Galifianakis le preguntó a Clinton acerca de lo que Trump podría vestir en el próximo debate presidencial, a lo que la demócrata contesto que “asumo que usará esa corbata de poder rojo” -color que alude al Partido Republicano-. Y Galifianakis respondió: “O quizá una corbata de poder blanco”. “Esa es incluso más apropiada”, agregó Clinton.
Esta entrevista es una genialidad cómica que sólo los estadounidenses logran realizar tan bien, además de ser rescatable la tendencia de muchos de los políticos estadounidenses, quienes a través de la comedia, encuentran un medio adecuado para transmitir sus respectivas posturas al pueblo americano. Una estrategia muy inteligente, sin dudas.