Ciudad de México, 24 de mayo(SinEmbargo).- En México, aunque a muchos les cueste creerlo, hay personas que se dedican a la robótica. El Torneo Mexicano de Robótica (TMR) es un evento que se realiza anualmente y en el que se unen robotistas de todo el país: desde niños de primaria hasta adultos cursando niveles de Maestría y Doctorado se enfrentan con sus creaciones. Este torneo es la fase nacional para ganarse pase a dos torneos internacionales y en esta ocasión, por primera vez, un equipo de San Luis Potosí logró el pase a RoboCup, uno de los torneos de robótica más importantes del mundo.
ChaBots, el equipo conformado por cuatro jovencitos de entre 12 y 14 años, originarios de la entidad potosina, ahora tienen la misión de representar a México en la ciudad de Heféi, China, en donde se enfrentarán a equipos de todo el mundo.
“Creo que hay muchísima capacidad”, dice Rodrigo Molina Domínguez, director Operativo de Intelirobots, la escuela de robótica en donde este grupo jóvenes que ahora pretenden ir a Asia se formó. “Generalmente cuando a la gente le platicas que hay niños que están programando robots, no se la creen y dicen: ‘está fácil, ¿no?’”
Sin duda, un pensamiento del que luego muchos se arrepienten.
Ahora, Erick Terán, Toño de Anda, Yoalli Rodríguez y Diego Vitales, los ChaBots, buscan ir a tierras orientales. Sin embargo, antes deben costear un viaje que está fuera de su alcance. Para ello buscan ayuda mediante el sitio de financiación en masa denominado "Fondeadora".
No obstante, los ChaBots no se encuentran solos en esta aventura que piensan emprender. Detrás de los niños que forman el equipo hay un grupo de asesores entre los que se encuentra Molina Domínguez, quien hace hincapié en la necesidad de apoyo, más allá del que amigos y familia pueden proporcionar.
“Se sigue necesitando apoyo para poder sacarlos adelante”, dice Molina Domínguez. “Son una materia prima excelente para lo que podrían ser científicos e ingenieros del futuro.”
“Todavía falta en México apoyarlos más para que desarrollen cosas que se vienen presentando en otros países… Definitivamente hay talento”, agrega.
–¿Crees que hay un interés natural que pueda servir al momento del aprendizaje de robótica?
–Todo depende de cómo se les llegue a los chicos… Cuando a un chico le gusta algo, lo va hacer sin necesidad de que tú se lo digas. En lo personal estoy un tanto en contra de la educación tradicional. Nunca se ve como algo divertido, algo interesante el estudiar.
–¿Qué te ha dejado como experiencia haberle enseñado a niños y adolescentes?
–Es curioso que mientras más chavitos están los alumnos, es más padre la enseñanza. Porque son más libres de pensar lo que se les antoje. Un niño no te va decir ‘no se puede’. He tratado de tomar mucho eso de los niños: cuando necesito resolver un problema, pienso como un niño y se vienen un montón de ideas locas a la cabeza.
–Y, por otro lado, ¿qué es lo más difícil de enseñar a niños?
–Enseñarles no es difícil una vez que ya le encontraron el gusto. Lo complicado tal vez es una cuestión de cultura. Estamos muy acostumbrados a que cuando eres maestro tienes que tener el control total de las cosas que están ocurriendo en tu salón de clases. Y no, no es así. Me costó trabajo entender que no todos aprendemos de la misma forma.
–Esa una de las cosas que más padece la educación básica: la figura del maestro autoritario que quiere que todos aprendan al mismo ritmo...
–Y eso no existe. Es algo que no sé si en algún momento lo va entender el sistema educativo. Los niños son diferentes. Todos tienen diferentes gustos y diferentes necesidades.
–¿Crees que, en general, le hace falta un enfoque más lúdico a la educación?
–Definitivamente. Hace falta un cambio de paradigmas… Los niños necesitan crear y no pueden estar simplemente sentados y esperar a que aprendan.
Los planes de RoboCup son ambiciosos y, pese a lo rudimentario que a algunos les puedan parecer los autómatas que aparecen en este certamen, se han hecho un propósito muy claro para el futuro: construir un equipo de futbol que le gane al mejor equipo humano del mundo en el 2050. Algo que podría volverse realidad gracias las competencias que organizan anualmente, en las que, año con año, se ven nuevos y mejorados robots. Tomando esto en cuenta, los ChaBots podrían formar parte de ese desarrollo.
–¿Por qué enseñar robótica?
–No es que sea la robótica la herramienta perfecta para la enseñanza. Es simplemente que se adapta al gusto de muchos chavitos. Es algo súper padre, pero tal vez no lo sea para todos.
–Entonces, ¿qué es lo que se busca mediante su enseñanza?
–Generar habilidades en equipo que normalmente no se enseñan en la escuela como la lógica, la resolución de problemas, la creatividad… Y obviamente lleva un fuerte contenido de cuestiones de ingeniería, programación, electrónica, mecánica y, por lo tanto, de física y de matemáticas. Entonces todas esas habilidades, en algún punto, van hacer que tengamos una fuente de chicos interesados en ciencias exactas, una fuente mucho mayor a la que actualmente existe.