Economía
EL SUR

Ejidatarios se unen en contra de los abusos de minera canadiense: le retiran sus tierras

24/02/2018 - 7:29 pm

Ejidatarios de Real del Limón entraron a las tierras arrendadas por la minera Media Luna, para recuperarlas, luego que el comisariado ejidal suspendiera el contrato firmado con la empresa de extracción de minerales.

La irrupción de los ejidatarios provocó altercados con policías municipales, estatales y federales, quienes se encontraban resguardando la mina. Por su parte, representantes de Media Luna intentaron llegar a un acuerdo parcial con las personas de Real Limón, sin conseguirlo.

Los campesinos han señalado que la empresa ha incumplido con los acuerdos establecidos por lo que instaron a Media luna a abandonar el ejido.

Chilpancingo, Guerrero/Ciudad de México, 24 de febrero, (ElSur/SinEmbargo).- El ejido Real del Limón suspendió el contrato de arrendamiento de sus tierras a la minera Media Luna, subsidiaria de la empresa canadiense Torex Gold Resources, que explota la mina Limón-Guajes en el municipio de Cocula, y el pasado jueves los ejidatarios entraron a recuperar sus tierras, entre conatos de violencia con guardias de seguridad de la empresa, policías ministeriales, estatales y federales.

Así lo informó, vía telefónica, el delegado del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana (SNTMMSRM), Indalecio Pérez Morones. Mientras tanto, los ejidatarios de Atzcala suspendieron el suministro de agua a la minera, que se lleva de su núcleo agrario.

El dirigente sindical denunció que, a raíz del acuerdo de los ejidatarios, el comisario ejidal de El Limón, Teodoro Cervantes, y algunos líderes del movimiento de los trabajadores en paro y ejidatarios han recibido amenazas de muerte, vía telefónica.

Pérez Morones responsabilizó a los líderes locales de la CTM, a los representantes de la minera y al Gobierno del estado, de respaldar a la expresa extranjera, a la que puso a disposición policías estatales, ministeriales y agentes de la Gendarmería que siguen dentro de las instalaciones de la mina.

Las tierras que utiliza la minera las arrienda de los núcleos agrarios de Nuevo Balsas y Real del Limón, pero según el delegado del Sindicato Minero, Media Luna extrae el mineral del segundo núcleo agrario, y las tierras que pertenecen a Nuevo Balsas solamente las utilizó para instalar su planta de procesamiento y para sus oficinas administrativas. Es a esa zona a donde fue replegado el personal afín a la minera.

Los trabajadores de la minera Media Luna comenzaron un paro laboral, el 3 de noviembre pasado, en demanda de la cancelación del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) con el sindicato de la CTM, y por el reconocimiento de la relación laboral con el SNTMMSRM; sin embargo, las partes no han llegado a acuerdos.

Pérez Morones informó que desde el mes pasado, los ejidatarios de Real del Limón enviaron un escrito a los representantes de la empresa para que atienda la demanda de los trabajadores, y también pidieron la revisión del contrato de arrendamiento con ellos debido a que denunciaron que no se han cumplido los compromisos que asumió la minera.

Sin embargo, los representantes de la empresa desatendieron la petición de los ejidatarios y comenzaron a trabajar con una parte de los trabajadores en el tajo ubicado en sus tierras.

CONATOS DE VIOLENCIA CON POLICÍAS

El delegado del Sindicato Minero dijo que, a partir del lunes pasado, el ejido de Real del Limón acordó la suspensión del contrato de arrendamiento de sus tierras, y a partir del jueves los ejidatarios subieron a las instalaciones de la mina y se posesionaron de las tierras que pertenecen a su ejido, de donde desalojaron a trabajadores de la minera que ya estaba laborando.

El desalojo se hizo entre conatos de violencia con guardias de seguridad de la minera, con policías estatales, ministeriales y de la Gendarmería, que resguardan las instalaciones.

Empleados afines a la empresa fueron replegados hasta las tierras que corresponden al ejido de Nuevo Balsas, donde, según Pérez Morones, sólo se encuentran la planta de procesamiento y las oficinas administrativas, pero no se extrae mineral.

Después del medio día del viernes se volvió a dar un conato de violencia, cuando representantes de la empresa acudieron, encabezados por el director de operaciones, Jason Simpson, quien llegó a exigirles a los ejidatarios que se retiraran de las instalaciones, pero los ejidatarios le advirtieron que estas son sus tierras y que quien debe salirse es él, según se escucha en un video enviado a El Sur.

En el video se observa al representante de la minera resguardado a distancia por guardias de seguridad de la empresa y policías estatales y ministeriales.

Uno de los ejidatarios advierte, mientras con el dedo índice apunta hacia el ejecutivo, que la minera no ha cumplido con lo que se estableció en el contrato, “y con eso se rompe el convenio, has roto tú con las reglas”, le dice quien parece ser el líder de los campesinos.

Asimismo, lo acusa de “abusivo”, pues reprocha que en el contrato se obliga a los ejidatarios a cumplir el 100 por ciento de los acuerdos, “y tú, no te obligas a cumplir con nada, con eso estás abusando y debes ser equitativo”, le exige.

Visiblemente molesto, el representante de los campesinos le reclama al ejecutivo de Media Luna que la empresa quiera tener todo a su favor, “eres un explotador, quieres tener esclavos, desafortunadamente tienes a las autoridades a tu favor, pero no será por mucho tiempo”, le advirtió.

Jason Simpson, quiso intervenir con un dificultoso español y pidió que los ejidatarios se retiraran de las instalaciones de la minera, pero fue acallado por otro ejidatario, quien le dijo que él es el menos indicado “para venir a negociar con nosotros, eres tú el que ha incumplido el contrato”.

Le recordó que el convenio de arrendamiento de las tierras establece que serán indemnizados todos los habitantes del pueblo, “y eso no ha sido cierto”.

También le recordaron que le habían advertido que ya no querían a la empresa en su ejido, “y que has hecho, te has burlado de nosotros, metiste al personal y has metido camionetas a nuestro ejido”.

Asimismo, le reclamaron que el jueves les mandó a la fuerza pública y que les exigieron que se retiraran de la mina o se los llevarían detenidos, por lo que le advirtieron: “si tocan a alguno de nosotros, te vamos a responsabilizar a ti”.

Durante el altercado que duró unos 15 minutos, el representante de la empresa insistió en que se retiraran de la mina y que revisaran juntos el contrato de arrendamiento, pero la respuesta fue que, “de aquí no nos vamos a quitar”, y le exigieron que se instalara la mesa de diálogo allí, y que, además, fuera alguien que hablara español y que realmente resuelva los problemas.

Por tercera vez, pero ya en tono menos agresivo, Jason Simpson, pidió: “por favor, bájense de aquí”, pero la respuesta de un ejidatario fue que se fuera él con su gente a las tierras que son de Nuevo Balsas.

Uno de los que acompañaba al ejecutivo de Media Luna intervino para proponer que las negociaciones fueran por separado, “lo que sea del sindicato que se arregle con el sindicato, y lo que sea de tierras con los ejidatarios”, pero los inconformes rechazaron la propuesta y pidieron que sea todo en conjunto.

Consultado vía telefónica, el delegado del SNTMMSSRM, Pérez Morones, explicó que las tierras que recuperaron los ejidatarios de El Limón son donde se encuentra el tajo para la extracción del mineral.

Informó que allí, el jueves instalaron un nuevo plantón, y que se mantienen el de la puerta 3 y el de la salida de Atzcala.

Aseguró que en el tajo ubicado en las tierras de El Limón ya no está trabajando nadie, a “la gente que estaba empezando a barrenar la echaron fuera”.

Denunció que el gerente “se quiso poner al brinco acompañado por los policías, pero la gente lo rebasó. La Policía se replegó al ejido Balsas, ya que Real del Limón le impidió a la empresa que siga trabajando hasta que no se resuelva el problema de la mina con los trabajadores”, dijo.

Agregó que el conflicto ha escalado porque ya no se trata de un problema solamente de los trabajadores, sino también del contrato de arrendamiento de las tierras.

Informó que los ejidatarios de El Limón están trabajando con abogados para que se anule definitivamente el contrato con la minera Media Luna, “quieren echar abajo esos convenios porque todas las cláusulas están a favor de la empresa, no hay beneficio para las comunidades. Los pocos beneficios que tenían, la empresa no los ha cumplido”, dijo.

LÍDERES CAMPESINOS SON AMENAZADOS POR TELÉFONO

Pérez Morones denunció que, tras la suspensión del contrato de arrendamiento, el comisariado ejidal de Real del Limón, Teodoro Cervantes, así como algunos dirigentes de los trabajadores que se encuentran en paro, y ejidatarios, han sido amenazados de muerte por teléfono.

Dijo que al comisariado ejidal, primero le ofrecieron dinero para que se desistiera, y como no aceptó, comenzaron con las amenazas de muerte. “Les dijeron que si no se retiraban de la mina van a ir a chingar a sus familias al pueblo”.

Dijo que a partir de esta semana los ejidatarios de la comunidad de Atzcala, en donde se encuentra otro plantón, suspendieron el suministro de agua a la minera, y que eso es lo que tiene desesperados a sus representantes.

El dirigente responsabilizó a los líderes de la CTM local, a la empresa y al Gobierno que solapa los atropellos e injusticias que está cometiendo. “El Gobierno tiene protegida a la empresa con policías estatales, Gendarmería y Policía Ministerial, en lugar de que esa gente trabaje en el estado para garantizar la seguridad”, criticó.

“Al Gobernador se le está cayendo el estado por la violencia y se está preocupando mejor por cuidar los intereses de la minera Media Luna”, reprochó.

Dijo también que los ejidatarios y trabajadores entraron a la minera con amparos porque a petición de la empresa pretendían detenerlos con el argumento de que estaban entrando a una propiedad privada, “pero la empresa no es dueña de las tierras, son los ejidatarios, y los trabajadores subieron apoyados por los ejidatarios, porque muchos también son trabajadores, y los que no son trabajadores son papás de trabajadores o hermanos de trabajadores”.

Terminó afirmando que el acuerdo entre ejidatarios y trabajadores es que la minera “no va a dar ni un martillazo más en sus tierras”, mientras no se resuelva el conflicto laboral”.

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