De acuerdo con los investigadores, la precontingencia registrada en días pasados es un problema de dispersión de contaminantes a causa de las malas condiciones climáticas y las emisiones de los 5.5 millones de automóviles ligeros, camiones de carga y de pasajeros que circulan en la Ciudad de México, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Transporte y Movilidad (AMTM), lo que provoca que los gases se procesen en la atmósfera y se produzca ozono y aerosoles.
Ciudad de México, 24 de febrero (SinEmbargo).- Expertos del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) concluyeron que el alto número de vehículos en la Ciudad de México se registró tras promover el tránsito de carros nuevos que, según el programa Hoy No Circula, reduciría la polución, pero este nuevo factor ha contribuido a la elevada contaminación atmosférica.
En conferencia de prensa, los expertos dijeron que la solución al problema de la elevada contaminación atmosférica en la Ciudad de México está en reducir el alto número de vehículos en circulación, sin embargo, "no se ha reducido, sino que se mantiene”.
Para que se registre una mala calidad del aire en la Ciudad de México se requieren emisiones contaminantes y condiciones meteorológicas adversas. El pasado viernes, la Comisión Ambiental de la Megalopolís (CAMe) anunció fase de precontingencia para la zona metropolitana del Valle de México y para la capital al registrar un valor de 157 puntos en el índice de calidad del aire en el Estado de México y 153 puntos en la Ciudad. Hasta el día de hoy los noveles de contaminantes no han disminuido significativamente.
La calidad del aire en la Ciudad de México también depende de las urbes que hay alrededor, por eso se creó la Comisión de la Megalópolis, que considera a otras cinco entidades del centro del país: Puebla, Morelos, Tlaxcala, Hidalgo y Estado de México.
De acuerdo con los investigadores, lo registrado en días pasados es un problema de dispersión de contaminantes, que con las condiciones invernales como los frentes fríos, los sistemas de alta presión –aire frío muy denso-, sin viento y cielos despejados, provoca que las emisiones de los vehículos se procesen en la atmósfera y se produzca ozono y aerosoles, explicó Agustín García, del Departamento de Físico-química Atmosférica.
García señaló que los principales contaminantes primarios que existen en la atmósfera son monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno y dióxido de azufre. Otros, los secundarios, se producen por la reacción de los primeros, es el caso del ozono.
Los expertos reconocieron que si bien los niveles se han acumulado y son “relativamente altos”, no son comparables a los de hace 15 o 20 años.
"En 2006, las contingencias se activaban al alcanzar los 200 puntos del Índice Metropolitano de Calidad del Aire (IMECA), para 2012 se disminuyó a 150. Además, en 2014 se publicó la nueva norma de calidad de aire para ozono, que actualizó el nivel permisible, de 110 partes por billón (ppb), a 95. De ese modo, el cálculo del nivel de precontiningencias tiene valores más estrictos para su aplicación, y éstas se han vuelto a registrar".
Es decir, explicaron, si tuviéramos los niveles de 2006, en estos días no se habría registrado precontingencia ambiental y "se creería que no tenemos problemas de contaminación, y no es cierto”.
Reconocieron que hay avances “como los programas ProAire, el cambio de combustibles, el control de compuestos orgánicos volátiles o las nuevas tecnologías” y que la Ciudad de México tenga una de las redes de monitoreo más grandes e importantes de Latinoamérica. Eso ha permitido a los especialistas hacer un seguimiento puntual de la contaminación. Sin embargo, "debemos estar conscientes de que una cosa es el monitoreo y otra el control”, señaló Ricardo Torres Jardón, integrante de dicho Departamento.