El PAN tiene al PRI como nunca: lo controla en el tablero. Los grandes escándalos de corrupción están en manos de sus gobernadores: Borge, Duarte uno, Duarte dos, Eugenio Hernández, Fidel Herrera y otros miembros de la “generación podrida” están en territorio panista, en donde hubo transición.
Pero el PAN viene negociando desde casi siempre. O al menos desde la llamada “modernidad”. Don Luis negoció con Salinas; Fox perdonó a todos, incluyendo a Labastida y a Romero Deschamps; Calderón se sentó con ellos a la mesa. Eso hace dudar si el PAN será capaz de aplicar la guillotina. Y si esa guillotina hundirá al PRI, ahora sí.
¿Se resistirá la nueva cúpula panista a honrar la tradición o hará lo que Fox y Calderón no hicieron: dar el jaque mate al partido de la Revolución?
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Ciudad de México, 23 de diciembre (SinEmbargo). — Una serie de denuncias y acusaciones en contra de gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) han sido promovidos por el Partido Acción Nacional (PAN) en los estados a los que ha llevado la alternancia. Los casos más recientes y más mediáticos son Veracruz, Quintana Roo y Chihuahua.
Pero analistas ven más un interés por obtener beneficios políticos, que de verdaderamente llevar ante la ley a los políticos corruptos: la historia del PAN ha mostrado que está acostumbrado.
“Ha servido poco, la alternancia viene desde mucho tiempo atrás. Desde el 89 y apenas en el último se está generando esa presión para que se vigilen a los partidos”, sostuvo José Antonio Crespo Mendoza, profesor del Centro de Investigación y Docencia Económicas (Cide).
El reciente escándalo del partido tricolor que implicó al ex Secretario General del Comité Ejecutivo Nacional del PRI Alejandro Gutiérrez Gutiérrez por el presunto desvío de 250 millones de pesos federales a las campañas del tricolor es el último de una lista promovida por la oposición en lo que va del sexenio.
El 12 de septiembre, el Gobernador panista Javier Corral Jurado presentó ante la Procuraduría General de la República (PGR) 10 órdenes de aprehensión en contra del ex Gobernador tricolor César Duarte Jáquez. Las denuncias acusaban el desvío de mil 200 millones de pesos. Hoy, los señalamientos contra Gutiérrezhan traído a nuevos implicados sobre la mesa, entre ellos, el ex Presidente del PRI Manlio Fabio Beltrones.
En Veracruz, el Gobernador Miguel Ángel Yunes Linares se dedicó a hacer públicas las denuncias en contra del ex Gobernador Javier Duarte de Ochoa, a quien prometió llevar a la cárcel como principal bandera de campaña. Hacia mayo la Contraloría General de Veracruz informaba de la existencia de 82 denuncias en contra de ex funcionarios de Duarte. El 15 de abril, Javier Duarte de Ochoa fue detenido en Guatemala, y hoy guarda proceso por los delitos delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita en el Reclusorio Norte, Ciudad de México.
Por presión de los Estados Unidos y el Gobierno de Italia el ex Gobernador de Tamaulipas Tomás Yarrington Ruvalcaba sería detenido en este último país el 10 de abril, también por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Más señalamientos de corrupción vendrían para este estado. El 1 de octubre el Gobernador panista Francisco García Cabeza de Vaca tomó protesta en Tamaulipas, y cinco días después el ex Gobernador Eugenio Hernández Flores era detenido en Ciudad Victoria; bajo las acusaciones de la Fiscalía de peculado y operaciones con recursos de procedencia ilícita. El Gobierno de Estados Unidos solicitó su extradición, pues lo acusa de operar para Los Zetas en el trasiego de drogas cuando era mandatario en funciones.
Una vez acabado el Gobierno del PRI en Quintana Roo, el ex Gobernador Roberto Borge Ángulo huyó del país. Al menos seis denuncias penales, cuatro a nivel federal y dos estatales, lo perseguían por diversos delitos, entre ellos la venta ilegal de bienes públicos, según informó en abril el sucesor en el cargo Carlos Joaquín González, de la alianza PAN-PRD. El 2 de agosto Borge fue detenido en Panamá.
“En realidad este tipo de casos, no creo que obedezcan a la lógica presidencial, sí a la electoral, pero esa es una de las virtudes de la democracia. Si antes no lo hicieron, ahorita hay muchas razones para que lo hagan. Está en el interés de ellos como políticos demostrarlo”, opinó Nicolás Loza Otero, investigador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
PASADO CUESTIONABLE
El 6 de julio de 1988 con las manos entrelazadas para protestar por un fraude electoral, el PRI y su candidato declarado de vencedor Carlos Salinas de Gortari habían ganado en un proceso poco transparente.
Más tarde una fotografía controvirtió lo que hasta entonces había manifestado la oposición. La quejas sobre el fraude electoral se terminaron de diluir cuando el líder panista Luis H. Álvarez se reunió con el Presidente electo Raúl Salinas de Gortari.
En el 2000 esta tendencia se mantuvo. El panista Vicente Fox de Quesada se convirtió en el primer Presidente de alternancia en el país.
Días antes de su elección, el 8 de junio del 2000 un cheque de Petróleos Mexicanos por 640 millones de pesos para el Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) terminarían en apoyo a la campaña presidencial del priista Francisco Labastida Ochoa. El famoso “Pemexgate”
“En el Gobierno de Fox hubo un debate en su mismo Gabinete, entre Jorge Castañeda y Santiago Creel, porque Castañeda quería purgar el partido. Y sin embargo, Creel prefirió pactar para pasar en el Congreso las reformas y el presupuesto”, explicó el analista político Enrique Toussaint Orendain.
El analista jalisciense lamentó que el sexenio panista dejara pasar la oportunidad de realizar una comisión de la verdad por lo ocurrido en décadas atrás. Desde la controvertida elección de 1988 hasta la masacre de Tlatelolco del 68.
Una vez elegido del PAN en el poder. Felipe Calderón Hinojosa no terminó de acabar con los beneficios de los que gozaban los sindicatos protegidos por el PRI.
En los años de Calderón, Elba Esther Gordillo Morales consolidó su posición al frente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y Carlos Romero Deschamps al frente del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
“Cuando cambia el partido, creo que sí hay normalmente una inquietud para un tratamiento más severo del pasado. En cambio cuando entra Calderón hay un ritual sucesorio. Yo pensaría que Zedillo hizo con Salinas un tratamiento más radical, que lo hizo Fox [con su antecesor]”, señaló Loza Otero.
Uno de los primeros hechos de trascendencia durante el Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto fue la caída de Elba Esther Gordillo el 26 de febrero del 2013; a la sindicalista se le acusó de malversación de fondos.
Hace una semana Gordillo salió del hospital para cumplir su condena bajo prisión domiciliaria. “En el caso de Elba Esther Gordillo, cuando el PRI y el PANAL se pusieron de acuerdo, salió”, consideró Toussaint.
Por su parte, Romero Deschamps celebrará su cuarta reelección como Senador y al frente del sindicato. Ésta última será su cuarta reelección consecutiva , ahora para el periodo 2019-2024. En 1993 se convirtió en el Secretario General del STPRM, luego de que Joaquín Hernández Galicia, “La Quina” fuera detenido y encarcelado.
La falta de castigos se debe a la colusión entre los partidos, apuntaló el profesor Vidal Fernando Romero León del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM).
“Puede haber 100 gobernantes. Pero, si la oposición no está dispuesta, no vamos a ver consecuencias. Así se sostienen los sistemas democráticos, pero el principal problema es la colusión entre partidos”, dijo Romero León.
Toussaint señaló que “el PAN es un partido que entiende la política en esta forma del pacto […]. Dime un sólo caso en el que los gobiernos panistas hayan purgado o expulsado a sus militantes. Ni siquiera en el de Guillermo Padrés. Lo defendieron hasta las últimas consecuencias”.
Hoy, los partidos se encuentran en campañas para la elección de 2018. La corrupción es un lastre señalado por organizaciones sociales y organismos internacionales y que le cuesta a México 347 mil millones de pesos al año (un 9 por ciento del PIB nacional) de acuerdo con Transparencia Internacional.
“Detrás de estas cuestiones por la rendición de cuentas, están los cálculos rumbo al 2018. Buena parte van a decir sobre quién creen que puede combatir mejor la corrupción, y el PAN después de 12 años se quedó ante el electorado con un discurso de poca credibilidad en el materia de combate a la corrupción”, consideró el analista político Enrique Toussaint Orendain.