Ciudadanos lanzaron una petición en Change.org para exigir al Gobierno de Rafael Moreno Valle que “frene [la] sintomática serie de feminicidios y, sobre todo, que ahonde, analice y materialice una estrategia que contenga la aterradora ola de homicidios contra embarazadas”.
Ciudad de México, 23 de febrero (SinEmbargo).– Ciudadanos urgieron al Gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas, a frenar “la sintomática serie de feminicidios” que se han registrado en los últimos días en la entidad, además de crear una estrategia que contenga la ola de homicidios contra embarazadas.
“Urge que gobierno de Rafael Moreno Valle frene sintomática serie de feminicidios y, sobre todo, que ahonde, analice y materialice una estrategia que contenga la aterradora ola de homicidios contra embarazadas”, dice la petición subida a la plataforma Change.org y que hasta el momento ha recabado más de 900 firmas.
En los últimos dos años, seis casos de hombres que no quisieron afrontar su paternidad y mataron a sus novias embarazadas han cimbrado a Puebla.
Samaí Márquez Salgado, Gudelia N., Paulina Camargo, Mireya Pérez, Iraís Ortega y Karla López, son las mujeres que defendieron su decisión de ser madres solteras y por ello perdieron la vida a manos de quienes serían los padres de sus hijos.
El caso más reciente es el de Márquez Salgado, quien tenía dos meses de embarazo, y cuyo cuerpo fue encontrado el 20 de febrero en la zona de Valsequillo. La Fiscalía del Estado de Puebla han detenido como principal sospechoso a su pareja, Rafael Portillo Abundis.
Según las primeras indagatorias, Rafael citó a Samaí para darle dinero en apoyo a sus gastos de maternidad y la mató de un disparo en la cabeza.
Otro de los casos que aún siguen en investigación es el del feminicidio de Paulina Camargo. La Fiscalía aún no ha podido encontrar el cuerpo de la joven supuestamente asesinada a manos de su novio, José María Sosa, el pasado 25 de agosto.
El parteaguas de los casos de hombres que han matado a sus parejas para evitar responsabilizarse de sus hijos, fue el homicidio de Karla López Albert en enero de 2014. La joven tenía 6 meses de embarazo cuando fue asesinada por el padre de su hijo, Manuel Forcelledo.
Ayer, SinEmbargo reprodujo una nota del Periódico Central en donde se recopilan los casos más recientes de feminicidios en Puebla. Todas embarazadas y asesinadas por los futuros padres de sus hijos:
El 20 de febrero fue encontrado en Valsequillo el cuerpo de Samaí Márquez Salgado, quien tenía dos meses de embarazo. La Fiscalía General de Puebla detuvo al padre de su hijo, Rafael Portillo, como el principal sospechoso del crimen.
Según las investigaciones de la Fiscalía General del Estado, a las que tuvo acceso periódico Central, el 17 de febrero la joven fue llamada supuestamente por Rafael Portillo para que acudiera a recibir dinero para el apoyo de su embarazo, el hombre la citó en la zona de Angelópolis y le dijo que mandaría un taxi a recogerla.
Al subir al vehículo, Samai detectó algo raro en el conductor, quien fue grosero con ella y solo daba vueltas en la zona de Valsequillo sin tomar el rumbo de su camino, hasta que fue dejada con su asesino.
En el trayecto, según declaró el taxista, la joven estuvo en contacto con su mamá, quien le pidió que bajara inmediatamente del taxi y corriera todo lo que pudiera, pero no logró hacerlo.
En un comunicado de prensa, la Fiscalía informó que Rafael Portillo está detenido solo por falsedad de declaraciones y que siguen las indagatorias para acusarlo por feminicidio. También fue detenida su hermana Claudia por falsedad de declaraciones, ya que mintió acerca de una llamda telefónica que hizo a Samaí.
La Procuraduría General de Justicia de Puebla confirmó el feminicidio de Gudelia N, una joven de 20 años de edad que tenía dos meses de embarazo y que presuntamente fue asesinada por el padre de su hijo, un joven de 17 años que fue detenido inmediatamente.
Los hechos, según la Procuraduría, sucedieron el 29 de septiembre en el municipio de Coyomeapan cuando la joven acudió a un baile público en la zona. Según las investigaciones, ahí se reunió con el padre de su hijo con quien llevaba una relación de dos años.
El 30 de septiembre, las autoridades encontraron su cuerpo. La “necropsia determinó que tenía 2 meses de gestación y que la causa de muerte fue traumatismo craneoencefálico severo, además de que presentaba lesiones de arma punzocortante”.
En el lugar fueron encontrados un arma punzocortante, ropa y restos capilares, los cuales fueron debidamente embalados y posteriormente analizados a través de técnicas en medicina legal, criminalística, química y estomatología, así como investigaciones de campo”.
El feminicidio fue perpetrado la misma noche del baile y sucedió luego de que la joven discutió con su novio, quien no estaba de acuerdo con el embarazo.
El 25 de agosto Paulina Camargo desapareció luego de que acudió con el padre de su hijo, José María Sosa a una consulta médica en la Plaza del Sol San Manuel, en Puebla.
La Fiscalía mantiene detenido desde entonces a José María como el principal sospechoso del crimen, quien presuntamente confesó que ese día llevó a Paulina a su departamento en La Margarita, la ahorcó y después tiró su cuerpo a un contenedor de basura.
Este es uno de los feminicidos más polémicos, pues la Fiscalía del Estado aún no ha podido encontrar el cuerpo de la joven. Fuentes de la Fiscalía, incluso, revelaron a Central que Paulina Camargo está viva y que radica en Monterrey, sin embargo las autoridades y la propia familia de la víctima han señalado que no hay duda de que ella murió.
La noche del 11 de octubre Mireya Pérez se encontraba en su casa en la colonia Nuevo Paraíso con su pareja Daniel Hernández Jiménez. Ambos ingerían bebidas alcohólicas y escuchaban música cuando comenzaron a discutir por “problemas personales”.
Enedina Martínez, la señora encargada del cuidado de la hija de cuatro años de Mireya, la vio salir con su pareja a comprar unas cervezas y luego desde su casa escuchó cómo discutía con Daniel, pero prefirió no intervenir.
Al día siguiente Enedina llegó a la casa de Mireya para darle de desayunar a la niña cuando encontró ambos cuerpos. La mujer narró ante el Ministerio Público que Mireya se dedicaba a la prostitución y que por esa razón ella estaba al cuidado de la menor llamada Maleny.
Mireya tenía 35 años de edad y se encontraba en el segundo mes de embrazo. Ella y su hija fueron degolladas por Daniel Hernández con un arma punzocortante.
En octubre de 2014, Juan Carlos Sánchez y su amante, Jimena Ramírez de la Cruz, fueron detenidos por el homicidio de la estudiante de la Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), Iraís Ortega. Ambos mataron a la joven quien tenía 6 meses de embarazo.
Jimena Ramírez y Juan Carlos Sánchez sometieron a la estudiante universitaria matriculada en la carrera de Cultura Física dentro de un departamento de la colonia Tres Cruces el 21 de agosto del 2014.
Según admitió Juan Carlos, él citó a Iraís con el pretexto de que le entregaría un apoyo económico para los gastos médicos del embarazo. Jimena y Juan Carlos le inyectaron una sustancia tóxica que le provocó la muerte.
El cuerpo de Iraís fue encontrado, descuartizado, al interior de una maleta en la zona de la junta auxiliar de San Francisco Totimehuacán el viernes 24 de octubre de 2014 por la mañana.
Karla López Albert fue vista por última vez el 30 de enero, un día después su familia presentó la denuncia por su desaparición y de que señaló como principal responsable a su ex novio, Manuel Forcelledo.
López Albert, quien tenía 5 meses de embarazo, fue hallada muerta el dos de febrero en la Delegación Tláhuac en el Estado de México, aunque su cuerpo fue reconocido hasta el 7 de febrero.
El cuerpo de Karla López tenía señas de haber sido ahorcada. La entonces Procuraduría General de Justicia de Puebla determinó que Manuel Forcelledo fue el autor material e intelectual del crimen, y que fue ayudado por dos guardaespaldas.
EL CASO DE SAMAÍ
Rafael Portillo Abundis celebró su cumpleaños disparándole una bala en la cabeza a la mamá de su hijo. El joven abogado, aficionado a las pesas y a los anabólicos, es el principal responsable del feminicidio de Samaí Alejandra Márquez de 25 años y con dos meses de embarazo, encontrada sin vida en Valsequillo, Puebla.
De acuerdo con su perfil de Facebook, la vida de Rafael Portillo se centraba en tres cosas principalmente: su hija de 4 años de edad, su afición al fisicoculturismo y amenizar fiestas y antros como DJ. Además, el joven presume un título como abogado criminalista, aunque no ejerce su carrera.
Ayer, la Fiscalía General del Estado informó que Rafael Portillo es el principal sospechoso del crimen de Samaí, a quien asesinó porque estaba embarazada pues él era un hombre casado. Aunque actualmente se encuentra detenido solo por falsedad de declaraciones, las autoridades destacan que continúan las investigaciones para proceder en su contra por el delito de feminicidio.
El 20 de febrero Central publicó que además de Rafael Portillo, su esposa era una de las principales sospechosas del crimen, sin embargo la Fiscalía lo señaló a él como al único responsable y también detuvo a su hermana Claudia por el delito de falsedad de declaraciones, ya que mintió sobre una llamada hecha a Samaí.
Central recopiló información con amigos, conocidos y en su cuenta de Facebook e Instragram, sobre Rafael Portillo, originario de Chihuahua, quien planeó y ejecutó el crimen de la joven de 25 años de edad desaparecida el 17 de febrero.
Justo el día que Portillo recibía felicitaciones por su cumpleaños, el joven citó a su novia Samaí por el rumbo de Angelópolis para darle dinero en apoyo a su embarazo, incluso él mandó un taxi para que la recogiera.
De acuerdo con la información dada a conocer por la Fiscalía General del Estado, Samaí murió a manos de Rafael de un balazo en la cabeza. El servicio médico forense confirmó que tenía dos meses de embarazo.
SE CONOCIERON EN EL GYM
De acuerdo con los amigos de Samaí, quienes platicaron con el periódico Central de Puebla, la joven conoció a Rafael Portillo hace 11 meses en su gimnasio “Ego Gym”, ubicado en el fraccionamiento Los Héroes en la ciudad de Puebla, ambos comenzaron una relación de noviazgo, aunque él está casado.
Los amigos de Samaí Márquez incluso explicaron que la joven fue amenazada varias veces por la esposa de Rafael, quien regularmente acudía al gimnasio para visitarlo.
De acuerdo con el perfil de Facebook, Rafael Portillo abrió su gimnasio en 2011, desde entonces publica constantemente fotografías de su negocio para promoverlo entre sus amigos y pasa todo su tiempo atendiéndolo.
Además, a partir de ese momento Rafael comenzó a ponerse en forma y consumir anabólicos para conseguir un aspecto de fisicoculturista.
Los amigos de Samaí Márquez comentaron que la joven escondía su relación con Rafael Portillo, puesto que se trataba de un hombre casado, y que solamente se los presentaba a sus amigos más cercanos.
Además, acusan que Rafael siempre mantuvo el discurso de que llevaba una mala relación con su esposa y que pronto se separaría de ella. Pretextaba que su responsabilidad por tener una hija detenía los trámites de un futuro divorcio.
Al enterarse de que estaba embarazada, Samaí Márquez habló con su familia y decidió tener a su hijo, aunque Rafael Portillo le planteó la posibilidad de abortar.
UN JOVEN “FIESTERO Y ALEGRE”
Por su parte, los amigos de Rafael Portillo contactados por Central lo describieron como una persona alegre, fiestera, sociable y dedicada al 100 por ciento a su gimnasio “Ego Gym”.
El joven originario de Chihuaha tenía gusto por la música banda y también se dedica a amenizar algunas fiestas como DJ.
Los amigos de Rafael aseguran que siempre busca asistir a eventos sociales, lo describen como una persona relajada y tranquila, por lo que dicen estar asombrados con la noticia de que él es el presunto responsable de la muerte de Samaí.
–Con información de Viridiana Lozano Ortiz, Periódico Central